Cocido maragato

SANTIAGO GONZÁLEZ, EL MUNDO 06/11/13

Santiago González
Santiago González

· Alguna vez tengo escrito que los debates como el que nos ocupa están inspirados en el cocido maragato, ese tres vuelcos que se estila en la comarca leonesa que le da su nombre. Cuenta la leyenda que lo inventaron unos soldados en la Guerra de la Independencia: temerosos de que un ataque enemigo malograra el cocido de garbanzos que se iban a empujar, atacaron éste por las carnes, siguieron por la legumbre y las verduras, dejando para el final la sopa. Desde entonces, en los congresos del partido que más se parece a España, y por mucho que se ponderen las virtudes de la sopa, siempre interesa más la proteína.

Valga la parábola tres días antes de la más grande ocasión que vieron los siglos, vale decir la Conferencia Política del PSOE. Inútilmente pactan que las carnes, las primarias y las candidaturas, son para el final del proceso, que lo que ahora toca es tomar la sopa. Es lo que sostiene con firmeza Soraya Rodríguez: «Toca hablar de la Conferencia, toca hablar de propuestas al menos durante la semana de esta cumbre y más en la situación en la que está el país». En la situación en que está el país dejan fuera, no sólo el asunto que más les interesa a ellos, sino el asunto más grave que tiene planteado España, el desafío secesionista de Artur Mas & Co. Toca la sopa, pero no tiene fideos, y sopa de letras nunca ha sido. Se desatan los nervios y al grito de que vienen los franceses (o Susana Díaz, en el papel de Lola la Piconera), Patxi López ya se ha postulado.

No están equivocados en todo, claro. Sólo en el instrumento, los contenidos y los plazos. La conferencia no debió ser conferencia, sino Congreso Extraordinario, Alfredo debió dimitir el 20-N-11, tras los 110 escaños y no se entiende que deje fuera los asuntos políticos que más preocupan a los españoles. Y ya que hablamos de cocido, en toda tierra de garbanzos, el secretario general de un partido que pierde las elecciones presenta la dimisión al conocer el escrutinio, no digamos si la expresión de la derrota son los peores resultados en la historia del partido. Lo que hizo Almunia el 12 de marzo de 2000, al saber que el PP tenía mayoría absoluta y el PSOE, 125 escaños. Sin decírselo a nadie, detalle necesario, porque la dimisión del secretario general lleva consigo la de toda la Ejecutiva. El gran error de Almunia fue su pacto preelectoral con IU y ahora estos se llevan a esa tropa de guest star a la Conferencia, con Garzón y Carrillo Jr. al frente.

Entonces se nombró una gestora presidida por Chaves, que convocó un Congreso extraordinario en cuatro meses. En julio, el partido que más se parece a España eligió al secretario general que más se parecía al partido, que el acierto en el método no implica acertar en la elección, no diré más.

No saldrá bien, pero no se inquieten mucho; ya hemos dicho que no van a tratar nada importante, aunque haya grandes cifras: 12.617 enmiendas; 2.459 para mejorar el partido y 10.158 para mejorar España. Para que el balance les salga positivo, ya les cocinará José Félix Tezanos otra encuesta.