ABC 11/07/17
· En Podemos respetan la «legítima» decisión de la alcaldesa de la Ciudad Condal
El baile de Ada Colau. Instalada en una ambigüedad que solivianta tanto a independentistas como a constitucionalistas, la alcaldesa de Barcelona y el movimiento político que lidera siguen en terreno de nadie con respecto al referéndum del 1 de octubre: un día desmarcándose del bloque soberanista, y al siguiente, ayer, anunciando que pondrá todas las facilidades para que se celebre la consulta.
Partidarios del derecho a decidir, no consideran la consulta convocada por la Generalitat como el referéndum vinculante que dicen que Cataluña necesita, aunque aseguran de manera simultánea que apoyarán la convocatoria como forma de movilización, sin haber decidido aún si llamarán a la participación. Eso es lo que decidió formalmente el partido que lidera Colau junto a Xavier Domènech, Catalunya en Comú, el pasado sábado, una toma de posición, sin salir de la ambigüedad, que llevó a todo el soberanismo arremeter sin contemplaciones contra la alcaldesa.
Colegios, mesas…
Ante las críticas recibidas, y en un nuevo episodio de su política pendular, Colau matizó ayer que el Ayuntamiento facilitará el desarrollo del referéndum, «sea lo que sea, una movilización o un referéndum», aunque dudó de que, si finalmente se produce la votación, «sea un referéndum efectivo». Sin mojarse, Colau no aclaró si «facilitar» el desarrollo de la consulta implica ceder colegios e instalaciones municipales, como le reclama el independentismo, en un elemento clave para el éxito de una hipotética consulta. «¿Quién puede dudar de que Barcelona está comprometida con el derecho a decidir? Se pondrán todas las facilidades para participar», añadió.
«Entiendo que hay mucha gente independentista que está impaciente y exasperada ante el inmovilismo del PP, pero esto no puede hacer que nos hagamos trampas», apuntó la alcaldesa, que siguió recibiendo críticas de una y otra parte.
Desde la dirección nacional de Podemos prefieren no entrar en conflicto con la alcaldesa de Barcelona, sobre todo después de manifestar públicamente que tenían mejor sintonía con sus posiciones que con las de su propia marca en Cataluña, Podem, a cuyo secretario general, Albano Dante Fachín, Iglesias desautorizó en público.
El secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique defendió ayer la posición de la alcaldesa: «Una decisión del ayuntamiento de apoyar abriendo puertas y poniendo mesas y cajitas, no solo es legítima, sino que tiene pocas consecuencias de gravedad», manifestó.
En Podemos Andalucía se muestran, en cambio, más cerca de la postura de Podem. Su secretario de Comunicación, Pablo Pérez Ganfornina, sostuvo ayer que su formación está a favor de la consulta del 1-O porque no va a censurar que haya un pueblo, como el catalán «que mayoritariamente quiere decidir, votar y expresar su opinión». Para el portavoz regional de la formación morada, el referéndum responde «a una demanda popular mayoritaria en Cataluña sobre la necesidad de poder opinar sobre su futuro» frente a quienes «no les gusta que los ciudadanos opinen», informa A. R. Vega.