Javier Elorrieta-Editores
Hoy destaco el artículo de Santiago, “Para el Miérccoles y el Jueves” (reproducido ayer en esta página). González es uno de los mejores columnistas de España, donde la ironía en la descripción analítica suele alcanzar toques de humor memorables. Recuerdo a Isabel Celaa, a la que menta en su artículo, cuando defendía la alternativa constitucional en 1998 en el País Vasco y apoyaba las posiciones que, dentro del PSE-PSOE, estimuló Nicolás Redondo, y que fueron alteradas posteriormente (uso una suave descripción de lo que fue una traición).
A ese proyecto me sumé como independiente, después de haber participado en el FORO ERMUA con intensa actividad. De hecho fui el único parlamentario independiente en la aciaga legislatura (en otra ocasión comentaré como valoro la actividad legislativa, ya que en aquella constante bronca política sólo se aprobó una ley menor sobre el taxi) en la que asesinaron a Fernando Buesa, portavoz de mi grupo y a su escolta. Entonces tenía una relación personal bastante próxima con la actual Ministra de Educación. Hoy ella sigue en el PSOE , a pesar de todo lo que ha cambiado, el PSOE.
Yo dejé de votarles tras el Pacto del Tinell y la traición al proyecto político para toda la Nación, que implícitamente arrancaba y suponía la alternativa constitucionalista en el País Vasco, junto a los pactos de Estado que se estaban gestando en la primera parte de la segunda legislatura de Aznar. y que demandaban los movimientos cívicos en el País Vasco y Cataluña. Suelo recordar que de los errores en mi vida, hay dos que no he cometido, votar a ZP y a Sánchez.
Voté al PP, voté a Rajoy para que no dependiera de los nacionalismos, tras ese gran desastre político de ZP. Al de tres meses me percaté que la mayoría absoluta de Rajoy, a la que contribuí con mi humilde voto, valía lo que una cagarruta. Ya los movimientos cívicos comenzaron a promover partidistamente lo que no consiguieron con sus demandas desatendidas que hicieran los grandes partidos nacionales, habida cuenta de lo que hizo el PSOE con el Pacto de Tinell y la traición a un proyecto democrático nacional. Y ese desastre político que tiró por la borda la mayor posibilidad de enderezar la política en España que fue Rajoy.
Vote a UPyD en las europeas. y en las autonómicas. Posteriormente voté a CS en las generales. Luego al PP en las autonómicas, cuando CS se destruyó organicamente a sí mismo en el País Vasco, al PP-CS en las últimas autonómicas. ¿Quién ha cambiado de principios? ¿Isabel Celaa o yo? La evolución partidista en España está cambiando en un panorama confuso, en cuya confusión participan los medios informativos y creadores de opinión de manera horrorosa y muy deshonesta. He estado desde ayer viendo las diatribas sobre la posición de Toni Cantó de apoyo a la candidatura de Isabel Ayuso. No tengo una opinión acabada. Pero una cosa sí es segura. En su posición política sobre el proyecto de España ha cambiado mucho menos que Isabel Celaa, y que muchos del PSOE, que no han cambiado nunca de partido.