Del Blog de Javier Elorrieta

LO dije hace tiempo. En la» llamada izquierda» no hay voluntad democrática, sólo hay voluntad de poder. Y a ese objetivo estableceran las acciones que consideren oportunas, los medios que sean ,porque a ese objetivo quedaran apartadas otras consideraciones, sean de carácter moral o formalmente democráticas.
Sólo el control será eficaz frente a lo que ellos consideran el objetivo real, los resortes de poder para ir agrandando el control de la ciudadanía. Llevar el clientelismo de la ciudadanía al máximo nivel del paroxismo. El control ciudadano, el de su privacidad, de su economía y su libertad al mayor control posible por parte del Estado.
Es la exportación de la ideología y modos que están arruinando paises en Hispanoamérica. Los que han conseguido que no haya gasolina en Venezuela y sólo hambre en Cuba, salvo en los circuitos turístico. De dónde cientos de miles de ciudadanos escapan. en oleadas.
Y dónde Biden quiere rebajar la auténtica invasión migratoria acordando con Sánchez aliviar esa interminable ola migratoria de los paises de dictaduras socialistas como, a las que se ha unido la Colombia de Petro canalizando, a traves de acuerdos con el Gobierno de Sánchez una buena parte de esa oleada migratoria hacia España.
Y toda la gestión horrorosa en USA del Partido Demócrata. Ese partido que según un marxista confeso, e intelectualmente de los de mayor actividad y proyección intelectual, como Santiago Armesilla, califica como el peor y más peligroso hoy en el ámbito occidental.
Ciertamente también considera que El Sanchismo y lo que él califica de «izquierda entre fluida e indefinida», que es toda «la pendejada política» de inspiración lacaniana,instalada en el Gobierno y como apoyo legislativo del mismo, es lo peor en España.
Llegando aquí recomiendo la entrevista que Santiago Armesilla hace a Miguel Ángel Quintana Paz y la necesidad de la batalla cultural en defensa de los valores de la libertad. La que sitúa al ciudadano como sujeto básico de derechos, incluso en su proyección social o colectiva.
Hay supongo que tendría mis diferencias con Santiago Armesilla, pero ciertamente está la confluencia de valores e intereses en lo que Miguel Ángel Quintana Paz, en esa entrevista calificó de «la transversalidad» más que «el consenso»
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