¿Cómo empezó todo?

EL MUNDO 26/10/16
SANTIAGO GONZÁLEZ

De un vistazo a la agenda del Rey se comprende que su oficio es uno de esos que deberían llevar el plus de peligrosidad que compensa a los trabajos molestos, insalubres, peligrosos y degradantes. Una tercera parte de los quince visitantes eran Pablo Iglesias, sus socios, mareas, maras, extensiones, mechas y otros añadidos no forzosamente capilares. Si ya era penoso ver en la tele cinco comparecencias para decir lo mismo, calculen lo que tuvo que ser para el augusto anfitrión.

Total, que hay candidato y esta tarde habrá discurso de investidura, en esa maña que Ana Pastor le ha copiado a López de que el candidato comparezca en solitario por la tarde para copar las portadas del día siguiente. Tenemos candidato y al principal partido de la oposición quebrado en el lance de abstenerse y señalado por la mara de Posemos como cómplice del partido más corrupto de Europa. Podría haber dicho del mundo y comparar con Venezuela. Pero ni siquiera de España, si cotejamos cuantitativamente con el PSOE de los Eres o cualitativamente con CiU y sus mordidas. Tampoco con el PSF, recuerden el Crédit Lyonnais o el suicido del primer ministro Bérégovoy en un paseo de su pueblo.

Pero, ¿de dónde viene esta demonización del adversario que no permite ni siquiera la abstención? Demos un repaso a la hemeroteca: El PSC que lleva la voz cantante del no es no facilitó la investidura del honesto Mas, a quien el propio PSC acusaba del 3%, con la abstención de sus 28 diputados. (Ahora tiene 16). A finales de 2013, los diputados Joan Ignasi Elena, Marina Geli y Núria Ventura fueron expulsados de sus comisiones parlamentarias por no acatar una resolución del Consejo Nacional del PSC, o sea por incumplir el Código Ético del partido.

Ya he contado la investidura de López con el apoyo positivo del PP, la alcaldía del irreductible Odón en 1991, gracias al mismo apoyo. Sólo una vez ha presidido el PP la Junta de Extremadura: la investidura de Monago en 2011 fue posible con la abstención de los tres parlamentarios de IU, que habrían podido hacer presidente a Fernández Vara.

Llamazares y cinco de los suyos se abstuvieron en Asturias en 1995, dándole la Presidencia al popularSergio Marqués. Los cinco concejales socialistas de Córdoba se abstuvieron en 1995, e hicieron alcalde a Rafael Merino. En el mismo año, en Málaga, Celia Villalobos accedió a la alcaldía con el voto de sus 15 concejales, Los siete del PSOE se abstuvieron, en vez de sumarse a los nueve de IU.

Nadie invocó a la militancia; el PSOE sólo tenía afiliados y a todos les pareció bien. ¿Qué ha pasado para que ahora decir abstención sea como mentar a Jehová en La vida de Brian? Ha pasado que se ha impuesto el sectarismo y ha faltado liderazgo democrático. El PSOE es hoy como el Frente Popular de Judea; para apuntarse, hay que odiar de verdad a los romanos. Zapatero encasquetó al PP la etiqueta infamante de la derecha extrema y el PSC creó el cordón sanitario del Tinell en torno al PP. Lo de ahora es la simple, inevitable consecuencia de todo aquello.