Comunicado de ETA Septiembre 1998

Comunicado de la organización terrorista en que anunciaba el comienzo de la tregua.

Comunicado de ETA a Euskal Herria
Euskadi Ta Askatasuna, a través de este comunicado, quiere hacer llegar a la
sociedad vasca la lectura que hace de la situación y el momento histórico que
vive nuestro pueblo, y la decisión que en consecuencia ha tomado.
Después de dos largas décadas se nos abre en Euskal Herria, otra vez, la
posibilidad de dar un paso decisivo en el camino de la independencia. Creemos
que nos encontramos ante una posibilidad parecida a aquellos complicados
años vividos hace veinte, en aquellos tiempos de la «transición». Pero esta vez
debemos conseguir que la fase política ante la que nos encontramos sea la de
la soberanía, haciendo realidad ahora la oportunidad perdida en aquella época.
ETA comienza con esperanza esta nueva fase política. Llenos de esperanza,
sobre todo, porque creemos que los errores efectuados en aquella época serán
una buena enseñanza; y llenos de esperanza también porque creemos que el
trabajo, la esperiencia y las fuerzas acumuladas desde entonces nos dan el
suficiente apoyo para que esta nueva fase política sea fructífera.
Sin embargo, el tener una nueva posibilidad y enfrentarnos a esa posibilidad
llenos de esperanza no nos debe cegar. No debemos cerrar los ojos ante la
situación que sufre Euskal Herria. Porque se vea donde se vea la situación que
vive nuestro pueblo es grave. Los vascos estamos bajo la dominación de dos
Estados poderosos. Esos dos Estados han estado utilizando toda su maquinaria,
armada, política, económica y cultural, en deshacer los instrumentos que Euskal
Herria disponía para en el futuro ser un pueblo libre. Por lo tanto, esa tozuda
actitud de España y Francia ha dejado graves heridas. Y no será fácil obtener
nuestra libertad. Porque tampoco se manifiesta la mínima señal de voluntad de
respetar de modo pacífico la palabra de Euskal Herria por parte de los Estados,
aún siendo vecinos, nos toman por enemigos y como sociedad a dominar.
Por encima de todos los ataques y dificultades, Euskal Herria ha llegado a las
puertas del siglo XXI guiado por la pasión de la lucha, nutrida por la esperanza
de vivir. No como un pueblo libre, pero sí teniendo abiertas todas las
posibilidades de ser un pueblo libre. Hasta ahora, hemos enseñado al mundo
que somos capaces de mantener lo nuestro. En adelante, por lo tanto,
demostrémosle que tenemos la necesidad, el derecho, la voluntad y la habilidad
suficiente para organizar nuestra propia casa según nuestra elección.
Antes de seguir adelante creemos muy importante detenernos en dos
preguntas y responderlas. Por una parte, ¿cómo ha llegado Euskal Herria a las
puertas del año 2000 teniendo abierta la posibilidad de ser un pueblo libre?; y
por otro, ¿por qué a las puertas del año 2000 Euskal herria no es todavía libre?
La primera pregunta tiene una respuesta rápida. Rápida y llena de orgullo. Sin
olvidar ni despreciar para nada el esfuerzo de los ciudadanos vascos de la
historia anterior, en lo que respecta a los últimos veinte años, estamos ante
una nueva espectativa de lograr nuestra libertad gracias a la generosa
dedicación de miles y miles de valientes hombres y mujeres vascas.
Esta afirmación tiene una intensa presencia en los corazones y las mentes de
los militantes de Euskadi Ta Askatasuna. No estaríamos donde estamos sin la
dedicación de los militantes y ciudadanos muertso a consecuencia de acciones
armadas de los enemigos; sin el sufrimiento de los militantes y ciudadanos que
han soportado la cruel tortura y la continuada humillación en los cuarteles y
comisarías; sin el esfuerzo de los militantes y ciudadanos que han trabajado y
trabajan a favor de nuestra cultura, lengua, entramado económico y tradiciones
sociales, en el trabajo callado, peligroso y comprometido de todos los días,
haciendo caso omiso a las leyes extranjeras en vigor, tanto españolas como
francesas, y huyendo de las garras de la rutina; sin la capacidad de resistencia
de militantes y humildes ciudadanos que con total dignidad han clarificado y
clarifican el camino de la libertad de Euskal Herria desde las mazmorras de las
cárceles teniendo a sus espaldas la carga de condenas de cárcel de miles y
miles de años.
A todos esos ciudadanos se dirige en estos momentos nuestro honroso
recuerdo, ya que estamos de nuevo ante un momento esperanzador e histórico
porque se dedicaron sin cesar a abrir los numerosos cerrojos de la gigantesca
puerta que cerraba el camino a un futuro libre. Porque si todos ellos no
hubiesen tomado ese fundamental compromiso, Euskal Herria habría llegado a
su fin!
Sin embargo, la segunda pregunta necesita una respuesta amarga. Porque, en
momentos tan importantes como los que ahora vivimos, exige analizar lo que
cada cual ha hecho. Tomar en cuenta no sólo lo que hemos adelantado en
todos estos años, sino también lo que hubiéramos podido adelantar. El camino
propuesto por la izquierda abertzale hace veinte años, es decir, avanzar en la
democracia vasca, no logró el consenso. Y en consecuencia, el mundo abertzale
se dividió en dos vías: una que partía de aceptar «de facto» la legislación
impuesta por España; y la otra la vía que promovía la ruptura con España,
aceptando como legítimos todos los instrumentos que posee un pueblo para
defenderse, para hacer frente a esa imposición.
La primera vía, la del autonomismo constitucional, supuso el agravamiento de la
división interna de Euskal Herria, que estaba a punto de salir de la dictadura de
Franco. Si antes estábamos bajo dos estados, después se nos ha añadido la
división autonómica. Y todos los logros lo han sido como consecuencia de las
luchas o como cebo para aplacar las luchas. Ese primer paso ha llevado a Euskal
Herria cada vez más hacia España y Francia, condenándolo a vivir mirando a
Madrid y París. En ver de decidir nosotros mismos, nos ha obligado a solicitar el
consentimiento de los extranjeros, y a los españolistas que entre nosotros
estaban retraídos a enorgullecerse. A fortalecer las nuevas fronteras interiores
en la misma Euskal Herria, distanciándose los ciudadanos vascos entre ellos, y
algunos, por citar el caso de los cipayos, aceptando y protegiendo la legislación
española, a actuar contra otros ciudadanos.
Los que avanzamos por la segunda vía, por encima de todas nuestras
deficiencias y errores, hemos mantenido vivo el proyecto de una Euskal Herria
unida, libre y euskaldun, confiando en la capacidad de los ciudadanos para el
trabajo y la creación. Hemos trabajado a favor de superar la división
institucional y entre estados, para traer a nuestro pueblo la paz basada en la
justicia y los derechos democráticos. Así, la apuesta por crear un proyecto
social propio en Euskal Herria ha dado sus frutos. Uno, que queremos citar
ahora, el de enseñar la esterilidad y la ceguera de ese autonomismo
disgregador. Y no es poco, teniendo en cuenta el gigantesco esfuerzo que ha
hecho España para que el autonomismo fuese la tumba de Euskal Herria.
Los que con entusismo y buena voluntad avanzaron en el camino del
autonomismo disgregador se acaban de dar cuenta que, además de quedarse ni
arriba ni abajo en la escalera que hay que subir peldaño a peldaño, esa escalera
no lleva a la libertad de Euskal Herria. Por nuestra parte, los que hicimos la
apuesta decidida por Euskal Herria estamos dispuestos a superar ese cercano
pasado y avanzar juntos en un nuevo proyecto lleno de ilusión.
Por qué estamos ante una nueva oportunidad?
Aquí tenemos nuevamente a Euskal Herria en las puertas de su futuro. Pero no
es quizás mera voluntad pensar que estamos a las puertas de una nueva
situación? ETA, después de sopesar debidamente las perspectivas que se
destilan de la nueva situación, ofrece en las próximas lineas el resultado de la
decisión:
Por un lado, gracias a la lucha de estos años, los nuevos estratos de la sociedad
se han acercado a la opción de la independencia. Mayoritariamente creemos
que hay que resaltar el desarrollo vivido en los últimos seis años. Pues hemos
pasado de una situación de resistencia a una de construcción. Queremos
destacar que la «mejor situación» que vivimos es fruto de la buena intención de
muchos militantes de la izquierda abertzale y de la lucha organizada que reside
en un sector de la sociedad. A la hora de alcanzar los últimos objetivos de
nuestra lucha, lo hecho en los últimos años no ha sido sino un pequeño paso de
lo que queda por hacer. Que nadie piense que los quehaceres, los métodos de
trabajo, etc, no han de mejorarse. Pero de vez en cuando y aunque la Izquierda
abertzale no es amiga de alabanzas y halagos, ayuda el ratificar que la labor
acometida merecía la pena y que hemos encaminado por buena senda la lucha
por la libertad.
Por otro lado y en esta situación de cambio tiene mucho que decir la
sozialización de la «Alternatiba Demokratika», que ha sustituido a la ya obsoleta
«Alternatiba KAS». Mediante esta nueva propuesta de paz se ha afianzado un
nuevo concepto dinámizante y básico en los últimos tres años, la necesidad de
dar la palabra al pueblo, de que recupere la palabra y de respetar esa palabra.
Hemos sido capaces una vez más de transmitir que el conflicto que Euskal
Herria mantiene con España y Francia es básicamente político. Además de
poner en un brete la legitimidad «democrática» de los mandatarios franceses y
españoles, hemos labrado un concepto positibo en nuestra parcela, el de la
democracia vasca. Los mínimos democráticos que cualquier demócrata ha de
defender para superar el conflicto (Autodeterminación y Territorialidad) se han
establecido ya después de hacernos con una situación democrática, abriendo
así las condiciones más apropiadas para desarrollar cada cual su proyecto. Y la
izquierda abertzale ha desbrozado el camino para desarrollar su propio
proyecto político y social.
El siguiente cambio que denotamos en esta nueva situación es el derrumbe de
las estructuras institucionales divisoras impuestas por los dos Estados que nos
oprimen como traba en el camino de la libertad. El marco institucional que sigue
vigente en Euskal Herria se ha agotado. Las fuerzas inperialistas francesas y
españolas se han convertido en únicos defensores aférrimos del «status quo»
institucional. El Estatuto de la Moncloa, las mejoras del Fuero Navarro y el
desconocimiento de los territorios vascos dependientes de Francia no tienen
suficiente efectividad como para responder a los deseos y necesidades de los
ciudadanos vascos. Ahora, los que han defendido la potencialidad de esas
estructuras institucionales aceptan que por esa vía no es posible llegar a la
independencia, coincidiendo en eso con el análisis que sólo ha defendido la
izquierda abertzale. Y por eso, hemos abierto las puertas por primera vez para
poner en camino un sólo proceso para la solución de Euskal Herria.
Al lado del agotamiento institucional tenemos el agotamiento de la «Política de
Pactos» impuesta durante los últimos diez año por los españoles para destruir
el proyecto a favor de la independencia y desfigurar la realidad política y social.
Esta política de pactos, en vez de dar algo, sólo traerá el alargamiento del
sufrimiento a Euskal Herria.
Los que apostaron a favor del autonomismo que estamos citando (en los
partidos abertzales EA y PNV, el sindicato ELA y muchos sinceros abertzales)
se han dado cuenta de la esterilidad de esa vía. Esta vez, han mostrado su
voluntad de avanzar por una nueva vía. Huyendo de la encrucijada con respecto
a España y avanzando en el interior del camino de Euskal Herria, a favor de
Euskal Herria valientemente, y rompiendo de una vez las dependencias y
ataduras con España. España/Francia o Euskal Herria es la elección. Y por lo
menos de palabra, se muestra la clara voluntad a favor de Euskal Herria. En
esta nueva encrucijada todos debemos jugar con la valentía y coherencia que
exije este momento histórico.
Los poderes fácticos de España y Francia no tienen alternativas políticas
intermedias para Euskal Herria. No por lo menos sin la nueva colaboración de
partidos como EA y PNV. Entre el «autonomismo disgregador» de ayer y hoy y
la Soberanía basada en la Autodeterminación y la Territorialidad de mañana, no
hay espacio nuevo, si no es durante otros veinte años, por ejemplo, inventando
una nueva falsa y estéril oferta que evitaría un verdadero arreglo. Pero como
hemos dicho, eso exije la necesaria colaboración de EA y PNV.
«Europa» se está construyendo como espacio político, social y económico,
centro de decisión de los temas importantes, sobrepasando Madrid y París va
alejándose de las estructuras estatales de donde dependemos directamente. Y
sin un proyecto efectivo de independencia, la dependenci y desestructuración
que vive Euskal Herria será cada vez más grave. Más todavía, si estamos sin
alternativas ni instrumentalización frente a los gigantescos proyectos de
«unidad» cultural y económica a nivel mundial.
Por último, se ha convertido en opinión mayoritaria que la voluntad de paz, que
es mayoría en Euskal Herria, vendrá asociado a un arreglo político razonable. La
voluntad de paz, la necesidad de arreglo, el diálogo, la negociación, son
comentarios de todos los días, con acciones de ETA o sin ellas. ¡Qué diferencia
con aquella «voluntad aséptica de paz» de hace algunos años! En la sociedad
vasca ha prevalecido el hambre y la sed de un acuerdo de paz que debe dar
soluciones políticas y prácticas. Esa necesidad no sólo la ha creado el no
«acabar» con ETA; sobre todo es principal consecuencia de mostrar día a día la
razón de ser política del conflicto, de resurgir distintas luchas y de poner un
«!stop!» firme y digno al ataque que sufre Euskal Herria, por parte de la
sociedad vasca.
Resumiendo en pocas palabras la situación diríamos lo siguiente: En Euskal
Herria destacan dos proyectos, uno que cree en el proceso de construcción de
Euskal Herria, que dice que es posible una sociedad más justa y más enraizada,
y que hay que luchar por ella; por el contrario la otra, la que quiere dar
continuidad al proceso de integración, desaparición y desculturización
empezado hace largos siglos en nombre de España y Francia, que vé Euskal
Herria como parte del mundo sin personalidad. En Euskal Herria hay un conflicto
lingüístico y educativo, una manera de entender la vida, la voluntad de construir
un modelo socioeconómico distinto a través de las relaciones laborales. Ese
conflicto es el conflicto de siempre, lo que ha cambiado es la posibilidad de dar
pasos nuevios en ese conflicto, la situación nueva que viene de un cambio en la
corelación de fuerzas.
Y ese es el reto en este momento histórico, cómo poner en marcha entre todos
el proyecto de Euskal Herria. Si hay voluntad y claridad entre los que se han
puesto en la dirección política de este pueblo, en la sociedad vasca hay
suficiente fuerza y entendimiento para avanzar.
B-Hacia dónde se dirigirán las fuerzas?
Aquí tenemos de nuevo a Euskal Herria a las puertas de su futuro. Llenos de
esperanza, vemos este momento histórico que estamos viviendo siendo
conscientes de la grave situación que vive Euskal Herria y con gran
preocupación. Porque el eje central del futuro depende del sí o el no como
respuesta a una gran pregunta.
Hacia dónde se dirigirán las fuerzas abertzales ésta vez? El hecho de ser
sabedor de nuestra cercana historia nos lleva a pausarnos en preguntas y
preocupaciones. Consecuentemente, o desgraciadamente, hace veinte años las
posturas de los partidos se arrodillaron frente al Estado español. En nombre del
miedo del «sonido de las espadas», como se nos ha ido diciendo, en la Moncloa
y en la Zarzuela decidieron dividir aun más Euskal Herria, seguir negando a
través de las armas el derecho de autodeterminación que propiamente tenía, y
un largo etcétera. Desde entonces la Izquierda Abertzale ha defendido la
soberanía de Euskal Herria con coherencia dejándose la piel, mientras las demás
fuerzas caían cada vez más inmersas en la red que las relacionaba con España.
En ese sentido también, miramos con optimismo hacia el futuro. Porque la
podredumbre y escasez de los frutos recogidos en los últimos veinte años no
son comparables al esplendor de los que podemos recoger en el camino hacia la
soberanía. Han sido años largos, pero es satisfactorio ver que al final también
los demás se den cuenta de cuáles son los pasos que se deben seguir hacia la
independencia. La libertad del futuro siempre será mejor que dependencia
actual.
Eso no quiere decir que el proceso que tenemos en frente no vaya a ser difícil y
peligroso. El reto al que nos enfrentamos nos exije responder con total
sinceridad y honor a todos los abertzales, izquierdistas y demócratas; más aun
si somos conscientes de la postura ciega e intransigente de España y Francia.
Es nuestro profundo deseo, por tanto, que la Izquierda Abertzale no vuelva a
quedarse sóla en esa labor que es de todos. Pero, aunque fuera así, nosotros
seguiremos hacia delante con la alegría y las mismas ganas que hasta ahora,
siguiendo al camino mostrado por miles de vascos y gudaris.
· El reto al cual nos enfrentamos
Hemos citado, al comienzo de este comunicado, que el reto de la fase política a
la cual nos enfrentamos y su mayor cualidad debe ser que Euskal Herria en su
totalidad, y sobre toda frontera autonómica y estatal, logre su soberanía.
Implantar la base. Porque no nos encontramos en el mismo sitio que antes, no
sólo vamos a «recuperar» la oportunidad perdida hace veinte años, sino a dar
un paso de mayor importancia, debemos poner las columnas de ésta Euskal
Herria del futuro, el reto que nos corresponde es situar claramente el lugar en
el cual debe ser contruido nuestro hogar. Poque no existen dos o tres Euskal
Herrias. Es única, con sus distintas cualidades y realidades, lingüísticas,
sociales, económicas, mucho más las tradicionales. Porque éso es un pueblo!
Tomando en cuenta todas esas distintas realidades entre todos los
progresistas, demócratas y abertzales, nos toca hacer un trabajo sin
antecedentes en la construcción de un nuevo marco político que abarque
dentro de sí a toda Euskal Herria. Y en ese oficio emprendedor todas las
sociedades efectivas de toda Euskal Herria tienen lugar, palabra y labor.
El logro de la soberanía no es compatible con la política interesada y partidista
que acarrean la fortaleza de España y Francia. Sin dudarlo, ha de llegar a su fin
cualquier tratado o punto de colaboración con España, los acuerdos ocultos que
hacen que nuestro pueblo siga siendo economicamente dependiente.
Nuestra primera labor ha de ser comenzar a «pensar» como Euskal Herria. Entre
todos. E interiorizar cual es nuestra verdadera situación económica, lingüística,
cultural y social. Y despues, apoyar proiectos comunes que tomen en cuenta a
toda Euskal Herria, tanto en lo que a derechos lingüísticos se refiere, como a la
organización territorial, como asimismo, en lo que a desarrollo económico y
derechos sociales se refiere. Las fuerzas partidarias de la soberanía de Euskal
Herria deben alcanzar un mínimo de convenios.
Y en la misma proporción, será trabajo de todos hacer frente a quienes son y
seguirán siendo enemigos de este proiecto. Es la hora de la persecución social
que los que se han mostrado contra las armas tanto han citado. Al principio
decíamos que no podemos cerrar los ojos ante la situación que vive Euskal
Herria. En Euskal Herria, una gran parte de la sociedad vive un «estado de
escepción», con el pretexto de ir en contra de una opción política determinada
que está condicionando el futuro de Euskal Herria. Un proyecto acordado como
el que estamos apoyando, nos traerá consigo las coontrarieades de los estados
español y francés. Sin duda alguna. Necesitaremos valor para ello.
Necesitaremos valor para desde decir que en nuestro pueblo sobran las armas
que se nos hacen extranjeras, a afrontar y llevar adelante todos los trabajos
mayores o menores necesarios para expulsarlas. Ya es hora, por tanto, de lo
que se haga, bien o mal, de darnos cuenta desde la crítica de lo que no se hace,
y sumergirnos en esa labor.
-Qué no es este paso de ETA
Antes de citar nuestro llamamiento y decisión, por la confusión que han podido
producir las especulaciones, espectativas y declaraciones de los últimos días,
nos es imprescindible definir qué no es esta fase política frente a la cual nos
encontramos. Porque no es para nada correcto que nadie se engañe con los
juegos de palabras de los políticos profesionales.
El fin no es la españolización que ha dirigido en ésta década Ardanza dentro de
su plan parcial de «pacificación», y mucho menos dar a esa «pacificación»
imagen política, para la «conciencia tranquilizante» y el autoengaño de la
Izquierda Abertzale. En este momento es necesario ser aun más valiente.
Porque nos encontramos frente a una situación totalmente nueva.
Engañarán a la sociedad, aquellos que tras este gran paso de Euskadi Ta
Askatasuna busquen dentro del marco actual la «normalización» y la falsa paz.
Eso será tan mentira como que el problema de Euskal Herria es que ETA hace
frente con armas al adversario. No habrá paz si no se basa en los derechos de
Euskal Herria. Porque ésa es la razón de ser del conflicto que vivimos: El hecho
de que a Euskal Herria se le nieguen sus derechos, de que nisiquiera seamos
dueños de nuestras decisiones a la hora de organizar la sociedad como
queremos.
ETA ha dado su gran paso, ahora corresponde a los demás ir hacia delante en
ese espacio que se ha creado, y valientemente además. Hace poco lo hemos
dicho, no es indefinición, ni un cálculo egoísta, ni un tiempo partidista: Es Euskal
Herria lo que tenemos en juego.
Comunicado
Teniendo todo esto en cuenta, ETA, formación socialista revolucionaria para la
liberación de la nación, hace público este comunicado ante la sociedad vasca, y
en general, lo notifica ante la opinión pública internacional:
1-Que aun siendo imprescindible el trabajo y el esfuerzo de todos los
ciudadanos en la creación de Euskal Herria, hasta ahora solamente la Izquierda
Abertzale ha atendido a ese aspecto, con una postura clara y profunda. Hasta
hoy hemos tenido que andar un camino duro, largo y complicado, a cambio de
implicarnos en esa labor, soportando represión y todo tipo de ataques. Pero
gracias al trabajo hecho hoy en dia tenemos una oportunidad incomparable de
apartir de ahora compartir la responsabilidad y los esfuerzos, para la creación
der conformidad en las colaboraciones y nuevos lugares de encuentro en el
camino e la independencia de Euskal Herria. ETA, por su parte, quiere dar a
conocer su total voluntad para seguir hacia delante en ese camino de
conformidad, y comunica que espera la ejecutación de los esfuerzos y
voluntades similares.
2-En ese sentido, ETA hace un llamamiento público a partidos póliticos,
sindicatos, puntos de unión culturales, organizaciones sociales y en general, a
todos los ciudadanos vascos, para que la fase pólitica que tenemos delante sea
la de soberanía y se tomen para ello los debidos pasos y compromisos.
3-Entre todos los pasos el de mayor importancia hoy en dia es poner en camino
de superación las divisiones institucionales y estatales; dando desde hoy pasos
efectivos para la creación de una institución soberana y de única consistencia
que acoja dentro de si a Araba, Bizkaia, Gipuzkoa, Lapurdi, Zuberoa y Nafarroa.
4-Tras la unión de distintas fuerzas políticas y sociales que tengan el mismo fin,
Euskadi Ta Askatasuna toma el compromiso público de promover y proteger, en
el proceso de creación de esa suprema institución estructural, y aplaudir toda
aquella acción que pretenda superar las actuales divisiones institucionales y
estatales. Y por tanto, pedimos el mismo esfuerzo, intento y compromiso, a
quienes hasta ahora se han mostrado hostiles y reacios a la hora de acercarse,
o simplemente lejos de esa labor.
5-Las fuerzas que apoyan la creación y los derechos democráticos de Euskal
Herria, deben hacer dinámicas y lograr convenios sobre las necesidades de lo
fundamental y minoritario.
6-El proyecto popular de Euskal Herria choca de frente con los de España o
Francia. El conflicto de tantos siglos nos ha demostrado claramente a los
vascos que no existe lugar intermedio para nosotros. Seguir adelante como
vasco o desaparecer como pueblo al servicio de España y Francia. Por tanto,
consideramos imprescindible que quienes muestren conformidad con los
anteriores puntos, rompan sus convenios y relaciones con quienes apoyan y
efienden las intenciones dominantes de España y Francia. Es hora de apostar
total y claramente a favor de la soberanía. Es hora de romper las relaciones y
los convenios con aquellas fuerzas políticas cuyo fin sea hacer desaparecer
Euskal Herria. Por tanto, es hora de dejar para siempre cualquier convenio que
exista con partidos o estructuras institucionales y de represión que tengan
como fin la destrucción de Euskal Herria y la creación de Francia y España.
7-Teniendo en cuenta la situación de Euskal Herria, las posibilidades existentes
y el deseo de dirigirnos hacia la soberanía, Euskadi Ta Askatasuna anuncia por
su parte, la intención de dar comienzo a una paralización general e indefinida de
sus acciones armadas, reduciendo sus quehaceres a los comunes trabajos de
abastecimiento, mantenimiento estructural y al derecho únicamente defensivo
en los posibles enfrentamientos. Esta tregua general comenzará el 18 de
Setiembre de 1998.
8-Siendo el fin de todos que se respeten las decisiones tomadas en libertad, los
derechos y la realidad de Euskal Herria, y siendo fin y deseo de Euskadi Ta
Askatasuna que la sociedad vasca acoja sobre sí misma la responsabilidad de
conseguir la independencia, con la total esperanza de que la respuesta que
recibamos sea de la misma medida que el paso que hemos dado, anunciamos
que los acontecimientos y pasos que desde este momento en adelante se den
marcarán la continuidad de esa tregua.
GORA EUSKADI ASKATUTA!
GORA EUSKADI SOZIALISTA!
JO TA KE INDEPENDENTZIA LORTU ARTE!
Euskal Herrian, 1998ko irailean
Euskadi Ta Askatasuna
ETA
Traducción del comunicado realizada por DEIA
Fuente: página web diario DEIA (http://www.deia.com/)
Fuente: www.elkarri.org

Comunicado de ETA, 01/09/1998