Con el PNV y sin la AVT

JOSÉ MARÍA CALLEJA, EL CORREO 07/02/14

· La reunión sin foto y pretendidamente secreta entre Mariano Rajoy e Iñigo Urkullu para hablar del fin del terrorismo coincide en el tiempo con el aviso de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), que convocará manifestaciones varias contra la política antiterrorista del Gobierno del PP.

En la convención de Valladolid, Mariano Rajoy se vio obligado a hacerse una foto con las víctimas del terrorismo que permanecen dentro del PP –el hijo del asesinado Manuel Giménez Abad, Borja, entre otros– para enfatizar que son el partido de las víctimas y para decir que están donde siempre.

Un minuto después, Ángeles Pedraza, presidenta de la AVT, desmintió a Rajoy –«el PP nunca ha sido el partido de las víctimas»– y un poco más tarde dijo que los canales de comunicación con el PP estaban rotos, que se sentían abandonados y que se echaban a la calle.

La idea de Urkullu, con el que Rajoy no quiere romper bajo ningún concepto y el PP vasco quiere mantener todas las vías de diálogo y colaboración abiertas, es que el presidente del Gobierno haga algún gesto respecto de los presos de la banda, una vez que los terroristas han reconocido su derrota y quieren aprovechar vías individuales de reinserción.

Rajoy se ve, por tanto, en una tesitura complicada. Ha perdido el apoyo de las víctimas de la oficial AVT, ve cómo víctimas significativas –Ortega Lara y Santiago Abascal– abandonan el PP y fundan otro partido y al no querer a Mayor Oreja de cabeza de lista a las europeas hace imposible compensar la fractura que se le ha abierto.

Cada gesto, por leve y legal que sea, que haga Rajoy en sintonía con Urkullu respecto de los presos, reforzará a los integrantes del frente de rechazo, que sostienen que Rajoy ha traicionado a las víctimas. Un frente amplio que abarca desde la esencia de su partido –Aznar, Aguirre– hasta los que lo han abandonado. Frente dolido y que parece haber roto de manera irreversible y ruidosa con Rajoy en materia antiterrorista. Frente que abarca a María San Gil, que directamente aborrece a los actuales dirigentes del PP vasco, interesados en hacer política cerca del PNV.

No deja de ser disparatado que con ETA derrotada, cuando han pasado más de dos años desde que la banda anunció oficialmente que dejaba de asesinar, con los presos aceptando las vías por las que asesinaron hace treinta años, haya un sector de las víctimas que se sienten traicionadas, que rompen el carné del PP y anuncian manifestaciones. Rajoy, que ofreció sin éxito a Pedraza ir en las listas del PP, es posible que piense que recoge ahora lo que sembró cuando estaba en la oposición, cuando todo eran traiciones y ETA, derrotada desde el 2001, estaba más fuerte que nunca, según él mismo decía.

JOSÉ MARÍA CALLEJA, EL CORREO 07/02/14