Coto al lobo solitario

EL MUNDO 03/02/15
ANÁLISIS

· En el ámbito policial se considera clave y urgente disponer de estas herramientas

Había que hacer algo. Y ya. Había que avanzar. Había que crear herramientas legales con las que actuar, con las que tratar de cortocircuitar las actuaciones del nuevo terrorismo, del yihadismo terrorista, de «la irracionalidad en estado puro». «Teníamos una legislación avanzada, sin duda. Pero enfocada demasiado en luchar contra el terrorismo autóctono, contra el que hemos combatido y combatimos desde hace 50 años, el de ETA. Pero esto es diferente, absolutamente diferente. Y por eso reclamábamos nuevas armas legales», sintetiza un mando policial dedicado durante décadas a la lucha antiterrorista.

Porque ahora las principales preocupaciones están en internet y en las actuaciones individuales, en los llamados «lobos solitarios». España no tenía una herramienta precisa para actuar contra aquéllos que no pertenecen a una trama terrorista pero que, de forma individual, asumen los postulados de, por ejemplo, el autodenominado Estado Islámico, y decide perpetrar atentados, «incluso suicidas». Un caso reciente: el terrorista francés abatido en el mercado judío de París Amedy Coulibaly. Ahora, con la definición incluida en esta ley, la actuación policial y judicial podrá ser más contundente, porque se podrá condenar por terrorismo una actuación individual. Se incluye en esta definición para considerar terrorismo a aquel que altere gravemente «la paz pública».

Se tipificará también como delito de terrorismo el desplazamiento al extranjero para incorporarse a una organización terrorista o colaborar con ella.

La red se ha convertido en una de las preocupaciones fundamentales de los que luchan contra este fenómeno terrorista. Porque internet, y en particular las redes sociales, es el caladero donde se nutren ahora las células yihadistas para reclutar adeptos. Determinadas mezquitas y sus alrededores han pasado a un segundo plano.

¿Cómo luchar contra esta captación? ¿Cómo actuar contra el denominado adiestramiento pasivo? Gobierno y PSOE han pactado un texto que permite actuar contra aquellos que entran en páginas yihadistas con «habitualidad». Pero esto no contempla a aquel que accede a estos contenidos con fines de estudio, por curiosidad o con ánimo informativo. Para ser considerado delito se exige una nota de habitualidad y un elemento finalista que no es otro que estar dirigido a incorporarse a una organización terrorista, colaborar con ella y perseguir sus fines, resume la exposición de motivos del proyecto legal elaborado básicamente por la Secretaría de Estado de Seguridad.

Fundamental en estas nuevas medidas legales es también la lucha contra la financiación del terrorismo, incluyendo a quien «por cualquier medio, directa o indirectamente, recabe, adquiera, posea, utilice, convierta, transmite o realice cualquier otra actividad con bienes o valores de cualquier clase con la intención de que se utilicen o a sabiendas de que serán utilizados, en todo o en parte, para cometer delitos de terrorismo».

Otro de los puntos básicos es aumentar las penas accesorias para los terroristas. Así, se contempla la «inhabilitación especial para profesión u oficio educativo, en los ámbitos docentes, deportivo y de tiempo libre, por un tiempo superior a entre seis y 20 años al de la duración de la pena privativa de libertad impuesta».

Esto afectará a todo tipo de terrorismo, incluido el etarra. Era una vieja reclamación. Tanto en el País Vasco como en Navarra se cuentan por decenas los ex miembros de ETA que tras cumplir sus condenas han pasado a la docencia. Y han sido muchas las llamadas de atención a los diferentes ejecutivos alertando del riesgo de que utilicen a sus alumnos para sembrar la semilla del odio.

Ésta será la legislación más avanzada de Europa para luchar contra el yihadismo.