ABC 20/10/15
· Pudieron reducir hasta la mitad de la pena, con trampas a la hora de matricularse
· Cuatro años sin violencia Desde el 20 de octubre de 2011, con la declaración del cese definitivo de ETA, no ha habido atentatados
El Colectivo de Víctimas del Terrorismo presentó ayer en la Audiencia Nacional una denuncia penal contra 76 etarras acusados de falsificar documentos para acceder a estudios cursados en la Universidad del País Vasco y la Universidad Nacional de Educación a Distancia, con sede en Vergara. Mediante estas trampas encaminadas a acogerse a beneficios penitenciarios, los presos de la banda han podido reducir hasta la mitad sus condenas.
Covite aporta diversas pruebas. Por ejemplo, los etarras utilizaron DNI con números correlativos, o aseguraron haber hecho los exámenes de acceso hasta diez años después de comenzados los estudios. En otros casos ni siquiera constan las vías de acceso. Argucias tan burdas solo podrían lograrse con alguna complicidad entre el personal docente o administrativo de ambas universidades. Así, el etarra José Ignacio Gaztañaga, según la documentación aportada al juez, redujo su pena de prisión doce años, gracias a los beneficios obtenidos por su trabajo y estudios. En su expediente, sin embargo, aparecen graves incongruencias referidas a las vías de acceso a la universidad.
Entre los denunciados figura el hoy dirigente de Sortu Joxean Agirre, quien supuestamente obtuvo la carrera de Sociología pese a que hizo la Selectividad en 2001, más de diez años después de iniciar sus estudios universitarios (1988). El DNI que aparece en el expediente de Agirre –99999171– es falso. Otro etarra, Ramón Aldasoro, también hizo la Selectividad diez años después de comenzar sus estudios.
En la misma denuncia se incluye, entre otros, a Imanol Haranburu; Ignacio De Juana Chaos, que atajó su puesta en libertad mediante estas argucias; José Antonio López Ruiz, «Kubati»; Cándido Aspiazu; Juan Luis Aguirre Lete, Itzuntza», denunciado a su vez por ordenar el asesinato de Gregoirio Ordóñez; Ignacio Arakama Mendíam, «Makario», antiguo pistolero del «comando Madrid»; Inés del Río; Juan Lorenzo Lasa Mitxelena, «Txikierdi»; Valentín Lasarte, o Idoia López Riaño, «Margarita».
Covite advirtió de que el elevado número de beneficiados por estas trampas acredita que se trata de una estrategia orquestada por ETA para facilitar la excarcelación de un número considerable de sus presos.
Por otra parte, hoy se cumplen cuatro años sin violencia, desde que el 20 de octubre de 2011, la banda anunciara el cese definitivo de sus acciones armadas. Este negro periodo de la historia de España duró 43 años y se saldó con un total de 829 asesinatos, según cifras del Gobierno. Aún quedan pendientes por esclarecer la autoría de 300 víctimas mortales.