EL CORREO – 22/09/14
· Critica la «desidia» de las instituciones y pone el primer rótulo de homenaje en Bilbao sin contar con el visto bueno del Ayuntamiento.
«El terrorismo les borró de nuestras vidas. Pero no dejaremos que la desidia de las instituciones les borre de la historia. Si los poderes públicos no colocan placas de recuerdo donde estas personas fueron asesinadas, lo haremos nosotros». La presidenta de Colectivo de Víctimas del País Vasco, Consuelo Ordóñez, razonó con estas palabras su decisión de recurrir a la «desobediencia civil» para tratar de preservar la memoria de las cientos de personas asesinadas por ETA. Covite advierte que las próximas generaciones corren en el riesgo de «olvidar» lo que ha pasado en Euskadi y considera que las instituciones vascas no están haciendo lo suficiente por «blindar la memoria» de las víctimas. «Tras 50 años de terrorismo nada recuerda a las personas asesinadas por ETA en los lugares» en los que perdieron la vida, denunció.
Covite ha tomado la determinación de colocar placas en los 602 puntos de Euskadi en los que la banda terrorista asesinó a alguna persona. Aunque en Vitoria y Bilbao ya hay algunos rótulos, la asociación de víctimas considera crucial que se complete el mapa del terror de ETA porque lo que está en juego es la «historia». Por eso, están decididas a hacerlo. «Con o sin permiso municipal».
El colectivo de afectados por el terrorismo escenificó ayer un primer gesto de ‘rebeldía civil’ en el muelle Marzana de Bilbao. Una docena de damnificados y simpatizantes de la asociación formaron un ‘muro popular’ mientras se instalaba la placa que recuerda, en euskera y castellano, a María Luisa Sánchez Ortega. Se trata de una trabajadora de la limpieza que murió el 19 de febrero de 1987 en ese preciso lugar –donde por aquel entonces estaba instalado un concesionario de coches– por el efecto de una bomba de ETA.
«Perdiendo la historia»
«Estamos perdiendo nuestra historia, estamos hipotecando las generaciones futuras porque nada saben y nada sabrán de lo que aquí sucedió. Y lo que pasó es que ETA colocó una bomba que al explotar alcanzó de lleno» a María Luisa, recalcó Ordóñez. Al acto no acudieron familiares de la homenajeada. Covite no ha podido «localizarlos», según explicó después un portavoz.
La placa fue colocada de manera «clandestina» porque la asociación no ha pedido permiso al Ayuntamiento de la capital vizcaína. Su siguiente destino será San Sebastián. Covite aseguró que va a dar 15 días de plazo al Ayuntamiento, gobernado por Bildu, para que haga efectivo el acuerdo municipal del pasado abril en el que se aprobó una moción en la que se insta a recordar a las víctimas del terrorismo en los precisos lugares donde fueron asesinadas. Aquel acuerdo fue aprobado con los votos a favor de PNV, PSE y PP. «Si en quince días no se materializa seremos nosotros los que coloquemos esas placas», advirtió Ordóñez.
EL CORREO – 22/09/14