Covite presenta el ‘mapa del terror’ de Euskadi

EL CORREO 25/01/14

· «Tras cincuenta años no somos conscientes de cómo el terrorismo ha dañado nuestras calles, nuestra comunidad y nuestro país; pero eso se acabó».

· El colectivo mayoritario de víctimas del terrorismo de Euskadi, Covite, dio a conocer ayer el ‘mapa del terror’, (www.mapadelterror.com) una herramienta bibliográfica inédita en la que se recogen y geolocalizan de manera detallada los 600 asesinatos que tanto ETA como los GAL, el Batallón Vasco Español y otros grupos de extrema derecha cometieron en el País Vasco entre 1960 y 2009.

 

Mapa del terror 02
Mapa de los asesinatos en Euskadi

 

Mapa del terror 2
Gráfico de los asesinatos en Euskadi

En este último año se produjo el último atentado mortal en Euskadi. ETA acabó con la vida del inspector de Policía Eduardo Puelles en el municipio vizcaíno de Arrigorriaga. La presentación de este novedoso proyecto, que corrió a cargo de Consuelo Ordóñez y Maite Pagazaurtundua, máximas representantes del colectivo de afectados, sirvió, asimismo, para dar un ‘tirón de orejas’ al Gobierno vasco y, en concreto, al lehendakari, al que Pagazaurtundua llegó incluso a acusar de ser «un pastor que protege a los lobos en lugar de a las ovejas».

Los primeros trazos del ‘mapa del terror’ (www.mapadelterror.com) salieron a la luz a principios de diciembre, durante el último congreso que Covite celebró en San Sebastián bajo el título ‘La verdad que cura’. Entre los datos que entonces se hicieron públicos figuraba, por ejemplo, la trágica cifra de 1.601 huérfanos que el terrorismo ha dejado tras de sí en Euskadi.

Este trabajo, disponible en cuatro idiomas –castellano, euskera, inglés y francés–, ofrece, sin embargo, un amplio abanico de información. Así, los asesinatos han sido contextualizados con una ficha individual de cada víctima, que incluye su fotografía, localidad de origen, edad, número de hijos –en caso de que los tuviera–, fecha y lugar del atentado, banda que perpetró el crimen y un breve relato de las circunstancias del mismo. En algunos de los casos también se han incluido fotos del día del asesinato, más de un centenar de noticias de periódicos y un total de catorce vídeos, de entre tres y cinco minutos, en los que familiares de los damnificados narran lo sucedido.

La herramienta digital permite, además, realizar búsquedas concretas. Hasta el punto de que es posible discriminar asesinatos en función de la profesión de la víctima, la localidad en la que se produjo el crimen, el grupo armado e incluso el arma utilizada. A modo de ejemplo, el terrorismo acabó en Euskadi con la vida de 49 empresarios, 156 guardias civiles y 24 políticos, entre otras víctimas. La mayoría eran naturales del País Vasco y de Castilla y León, y tenían entre 30 y 39 años. De los 600 asesinados, 581 eran hombres y 19 mujeres, y más de la mitad de los crímenes se cometieron en la provincia de Gipuzkoa.

En cuanto a las armas empleadas: en 345 atentados se utilizó pistola; en 131, subfusil; en 26, coche bomba; en otras 26, bomba lapa; en 67, otro tipo de armas y, en un caso, carta bomba. En éste murió el cartero José Antonio Cardosa, al que le explotó un paquete bomba cuando realizaba su ronda habitual. El destinatario era, al parecer, Ildefonso Salazar, entonces militante de HB.

El ‘mapa del terror’ de Covite incluye, asimismo, un calendario en el que se muestra la frecuencia de atentados de los diferentes grupos terroristas. En él aparecen señalados en rojo los días en los que, entre los años 1960 y 2009, se produjeron atentados mortales. El 4 de octubre es una de las fechas en las que el terrorismo más golpeó en Euskadi, con ocho víctimas. Cabe señalar que tanto el 25 de diciembre –Navidad– y el 1 de enero –Año Nuevo– no hubo atentados con víctimas mortales, según se recoge en la iniciativa multimedia. No así en jornadas tan señaladas como Nochebuena y Nochevieja, con dos fallecidos en ataques terroristas en cada una de ellas.

Críticas de Pagazaurtundua

La presentación de esta herramienta, en cuya elaboración el colectivo de víctimas ha invertido alrededor de ocho meses, pretende evitar que el final del terrorismo traiga consigo la «desmemoria». Al acto, celebrado en Vitoria, acudió una nutrida representación de la Diputación alavesa, encabezada por su diputado general, Javier De Andrés, y el presidente de las Juntas Generales de dicho territorio histórico, Juan Antonio Zárate, así como el asesor de Víctimas del Gobierno vasco, Txema Urquijo; el subdelegado del Gobierno en Álava, Antón Sáenz de Santamaría, así como el coordinador de Lokarri, Paul Ríos. También, y tras la polémica vivida la víspera con Consuelo Ordóñez, acudió a la rueda de prensa la parlamentaria del PP Laura Garrido, con el objetivo de abrir una puerta al entendimiento.

Las críticas de Covite no partieron en esta ocasión de la hermana de Gregorio Ordóñez, sino de Maite Pagazaurtundua, como tampoco tuvieron como objetivo la formación que lidera Arantza Quiroga, sino el Gobierno vasco y el propio lehendakari. La hermana de Joseba Pagazaurtundua, policía de Andoain asesinado por ETA, protagonizó ayer un duro discurso contra el Ejecutivo jeltzale, al que dijo no ver «motivado» para recorrer el «incómodo camino» de la memoria, y al que acusó de «incumplir» la ley de reconocimiento a las víctimas que aprobó el Parlamento vasco. En concreto, en dos artículos –8.2 y 8.3–, que hacen alusión a la deslegitimación del terrorismo, la memoria de las víctimas y su significado político.

La vicepresidenta de la asociación vasca de afectados no dudó –como tampoco lo hizo la víspera Mari Mar Blanco– en arremeter contra Iñigo Urkullu, al que volvió a pedir que sustituya a Jonan Fernández, secretario de Paz y Convivencia, por Joseba Arregi –presente en el acto–. «El lehendakari es un pastor que protege a los lobos en lugar de las ovejas heridas. O al menos, muestra más interés por los lobos», censuró. La vicepresidenta de Covite, que señaló que la explicación hay que buscarla en que «los lobos son de los suyos», lamentó que Urkullu asuma «el veneno que está en el origen más profundo de la historia del terrorismo de ETA», en lugar de buscar poner fin al «sectarismo» y a la «domesticación de conciencias», lejos de «anclajes tóxicos» y con la «verdad» por delante.

EL CORREO 25/01/14