EL MUNDO 13/12/13
· «No buscamos imponer nada», dice Homs en el encuentro ‘España contra Cataluña’.
Antes de que la agenda del día saltara por los aires en Cataluña con el anuncio de la fecha y la pregunta de la consulta soberanista, el foco informativo estaba puesto al otro lado de la Rambla. Concretamente en la sede del Institut d’Estudis Catalans (IEC), donde se inauguraba el simposio España contra Cataluña: una mirada histórica (1714-2014), que ha suscitado grandes críticas porque algunos partidos creen que fomenta el odio.
PP, Ciutadans y UPyD denunciaron el congreso ante la Fiscalía por ese motivo, pero todas las fuerzas políticas catalanas excepto CiU han criticado el título del encuentro, de cariz claramente provocador. Por ello, la expectación era inaudita para un simposio de estas características, y el director de la sección de Historia del IEC, el ex socialista Jaume Sobrequés, pareció no querer defraudar cuando criticó el revuelo mediático suscitado: «La firmeza de mis convicciones patrióticas, mi compromiso con el proceso democrático de nuestro pueblo… Todo eso me ha inmunizado hasta provocarme indiferencia ante los insultos y las acometidas recibidas. La semilla ha caído en tierra estéril».
En un discurso que criticó, como casi todos, la «recentralización», y que llegó a comparar la lucha de borbones y austracistas durante la Guerra de Sucesión con la de nacionales y republicanos en la Guerra civil, Sobrequés se quejó de la «animadversión» del Estado hacia Cataluña, que en su opinión se ha dado en gentes y periodos «de derechas e izquierdas, monárquicos o republicanos, dictatoriales o democráticos».
Tras su intervención llegó la de Francesc Homs, portavoz del Govern y consejero de Presidencia, Departamento del que depende la organización del simposio. «No buscamos imponer nada», dijo en un tono que quería ser conciliador. En la puerta, sin embargo, algunas decenas de personas que protestaban con banderas de España y Cataluña no opinaban lo mismo.
Homs dio paso al historiador más prestigioso de las jornadas, el catedrático Josep Fontana. Su relato se centró en las diferencias en la evolución social, política y económica de Cataluña con respecto a otras zonas de España. En cuanto a los últimos años, consideró la manifestación de 2010 contra los recortes del Estatut como el germen de «la impotencia catalana ante un nuevo proceso de recentralización que ha seguido avanzando imparablemente». «Veo que aún se opta por nuestra asimilación forzada, nuestra reducción a una provincia más de Castilla», añadió Fontana.
La sesión de la tarde se centró en la «represión económica y social» contra Cataluña. Quien más denostó el pésimo influjo que, a su entender, ejerce Madrid sobre Cataluña fue Francesc Cabana, cuñado de Jordi Pujol, y a cuya conferencia acudió el ex president.
Cabana citó al franquismo para sostener que la dictadura intentó destruir la industria catalana con más presión fiscal. «¿Lo han escuchado alguna vez? Todavía dura», afirmó el conferenciante, quien juzgó como «un desastre» que la Administración se asentase en Madrid, a la que calificó como «la capital europea peor comunicada» hasta que se asentaron las líneas aéreas.
«¿Qué era Madrid? Una ciudad de funcionarios», prosiguió, «un hogar de funcionarios hasta hace realmente poco. ¡He llegado a ver un rebaño de cabras al lado de la Cibeles! Tuvo que ser hacia 1960 o 1961».
Por su parte, el historiador Jordi Maluquer de Motes censuró la política del PP, que definió como «recentralización y de Santiago y cierra España». «Puede ahogar las opciones de salir del pozo», explicitó el ponente, quien consideró en todo caso que el avance de la industria catalana ha sido «espectacular» desde que España ingresó en la Unión Europea.
El ex conseller socialista Joaquim Nadal –ya ha abandonado el PSC– habló del aumento de los impuestos tras la Guerra de Sucesión, en el siglo XVIII, en su calidad de catedrático de Historia Contemporánea.
EL MUNDO 13/12/13