C’s no cree que las bases tumben la nueva disciplina

EL MUNDO 20/12/16

· La dirección se guarda la baza de elegir a los miembros del Comité de Régimen Disciplinario

El temario está decidido. Ahora toca estudiarlo y someterse al examen. Las más de 700 agrupaciones de Ciudadanos están recibiendo la propuesta de la dirección sobre los nuevos Estatutos del partido, que incluyen un régimen disciplinario que considera infracción muy grave, con castigo de expulsión, «la creación o participación en corrientes de opinión que sean contrarias a los intereses del partido». El equipo de Albert Rivera debe aceptar 25 del total de enmiendas redactadas por sus afiliados y las rechazadas serán sometidas a repesca en la web, siendo incorporadas las cinco más votadas. Si entre estas rectificaciones está una modificación del régimen disciplinario, la dirección del partido tendrá que reformular su discutido endurecimiento de las sanciones internas para ser sometido a votación final en la Asamblea General de febrero.

Distintos miembros de la Ejecutiva consultados por este diario confirman que cualquier punto de los Estatutos puede ser enmendado por los afiliados, incluso del apartado del régimen sancionador. Sin embargo, a continuación matizan que no esperan que haya modificaciones sustanciales de su propuesta, por lo que se muestran confiados en no tener que emborronar su proposición de partida. Guardan un as en la manga: son las comisiones de trabajo que elaboraron las ponencias, de las que forman parte miembros de la Ejecutiva, las que decidirán las 25 enmiendas de las agrupaciones que incorporan a los textos. Por tanto, tienen la batuta de mando del filtro, salvo en las cinco que se votan en la web. Con todo, grupos de afiliados se proponen rectificar el régimen de sanciones tras calificarlo desde algunos de ellos como «golpe de Estado».

Ayer Rivera, tras la reunión de la Ejecutiva, mostró su confianza en no tener que rectificar. «El Consejo General aprobó por unanimidad una reforma estatutaria. Sólo un voto en contra. Eso supone que los representantes de las bases han ratificado la ponencia», afirmó. Después sí trató de conceder alguna esperanza a quienes rechazan su propuesta, aunque escasa: «Ahora más de 700 agrupaciones pueden presentar enmiendas y luego la Asamblea con más de 500 delegados puede volver a enmendar la propuesta».

Con todo, los Estatutos que promueve la dirección reafirman su control sobre el mensaje único en el partido. Es verdad que introducen como novedad la creación de una Comisión de Régimen Disciplinario competente para incoar, tramitar y resolver los expedientes disciplinarios a los afiliados. Pero de nuevo el as en la manga es que sus cinco miembros estarán designados directamente por el Comité Ejecutivo, esto es, por el equipo de Rivera. Hasta ahora era este propio órgano el encargado de abrir expedientes y decidir expulsiones. Ahora esta comisión se configura como escudo para evitar implicaciones directas de los máximos dirigentes. Fuentes de la Ejecutiva señalan que la intención es que ningún miembro de esta sea parte de la Comisión de Régimen Disciplinario para evitar problemas.

Si el afiliado recurre su expediente, es la Comisión de Garantías la que debe decidir. En el último año, según datos de Ciudadanos, el Comité Ejecutivo ha abierto 188 expedientes, en 83 de los cuales se decidió la expulsión. De estos, hubo 63 en los que Garantías confirmó la expulsión.

Rivera, tras el revuelo ocasionado por la propuesta de Estatutos y régimen sancionador de su dirección –que también censura «la realización de manifestaciones públicas que puedan ser consideradas desleales o contrarias a los intereses del partido»–, quiso minimizar el impacto de la medida. «No hablamos de opinar distinto de la Ejecutiva, sino de ir en contra de los intereses del partido». Puso como ejemplo que su equipo ha detectado cómo personas de otros partidos se han organizado para presentarse a primarias –lo que llaman «submarinos»– para «distorsionar la voluntad de los militantes». Y aclaró: «Críticas a la Ejecutiva ya existen y no tienen consecuencias disciplinarias». «Es un régimen disciplinario más garantista y clarificador. Define bien por qué se puede sancionar», explica Fran Hervías, secretario de Organización.