Paloma Esteban-El Confidencial
En el partido, consideran que la coalición podría replicarse en territorios concretos y situaciones puntuales si realmente entienden que sumarían más que yendo por separado
Ciudadanos está abierto a replicar la coalición electoral Navarra Suma —comunidad en la que concurrió a las elecciones autonómicas de la mano de Unión del Pueblo Navarro (UPN) y PP el pasado mayo— a otros territorios puntuales como el País Vasco. La formación naranja no ha debatido aún este asunto en la ejecutiva nacional ni entiende que sea una cuestión urgente, pero fuentes de la cúpula reconocen que el escenario en Euskadi es muy similar al navarro y que es un territorio donde “tendría sentido” llegar a un acuerdo preelectoral con el PP. Además, el partido de Albert Rivera estaría dispuesto a estudiar el caso del Senado si hubiera una repetición electoral finalmente, una oferta que ya lanzó el PP para las elecciones del 28 de abril y que los naranjas rechazaron.
En la formación naranja insisten, eso sí, en que replicar la coalición navarra a otras situaciones muy concretas solo tendría cabida “allí donde realmente el acuerdo vaya a sumar”. El ejemplo de Navarra es muy claro. En las pasadas autonómicas, la coalición capitaneada por UPN fue la primera fuerza (20 diputados) doblando prácticamente a la segunda (el PSN, con 11), aunque finalmente resultó investida la socialista María Chivite de la mano de Podemos, Geroa Bai (la marca del PNV en esa comunidad) y el beneplácito de EH Bildu. El País Vasco, igual que Galicia, celebrará sus autonómicas el próximo año e incluso podría darse un adelanto electoral.
Fuentes del partido de Rivera aseguran que todavía no están en el supuesto de la repetición electoral y que son partidarios de agotar las semanas hasta que se confirme si llega el acuerdo en la izquierda. Pero algunos dirigentes reconocen que la coalición de Navarra Suma, además de a Euskadi, podría extenderse también al Senado. La propuesta de hacer listas conjuntas para la Cámara Alta fue reiterada por parte de los populares hace meses en lo que denominaron «una alianza de senadores por España y la Constitución» con el objetivo de sumar más escaños. Ciudadanos apostó por seguir defendiendo un proyecto propio sin renunciar a sus siglas.
El 28-A dejó al PSOE con una mayoría absoluta inequívoca en esta Cámara, la que tiene competencias para aprobar el artículo 155. Ahora hay dirigentes de peso en Ciudadanos que no esconden que llegado el momento “estudiarán” esa posibilidad, porque podría hacer mejorar los resultados del centro derecha de forma exponencial, logrando incluso la mayoría. “Lo tendremos que estudiar, porque la idea es extenderlo donde realmente sumemos más que yendo separados”, matizan.
Con todo, desde Ciudadanos recuerdan también que el caso navarro fue especialmente particular. El acuerdo con UPN (en el que ya se encontraba integrado el PP) se basó en la defensa del constitucionalismo frente a las formaciones nacionalistas (exactamente igual que podría ocurrir en el País Vasco), pero había un partido “que hizo de catalizador en la coalición” —el de Javier Esparza— y que, de alguna manera, llevaba la voz cantante en esa comunidad. En Euskadi, sería necesario un entendimiento directo entre populares y naranjas.
El presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, se pronunció sobre esta idea ayer mismo, asegurando que la “única condición” para que País Vasco Suma cristalice sería la de que Rivera “aceptara y defendiera la foralidad y el concierto económico”. Tampoco escondió su preferencia por que el PP mantuviera sus siglas. Los populares en esta región tienen motivos para defender la continuidad del proyecto conservador. Aunque finalmente se quedaron sin el escaño por Álava de Javier Maroto (por primera vez en la historia del PP, no lograron ese diputado), los de Pablo Casado mantienen nueve parlamentarios autonómicos en el Parlamento vasco. Ciudadanos, por su parte, no tiene representación en la institución autonómica ni tampoco logró ningún escaño en el Congreso. El País Vasco es junto a Navarra y Galicia el territorio donde el partido de Rivera tiene un déficit estructural y orgánico desde su expansión nacional.
Ni plantearse España Suma
El planteamiento de País Vasco Suma y la opción de estudiar un acuerdo para el Senado nacen de la oferta global que los populares llevan tiempo lanzando y que este mismo martes la portavoz parlamentaria, Cayetana Álvarez de Toledo, volvió a repetir. “España Suma es uno los proyectos más importantes, inteligentes, nobles y necesarios de la política contemporánea” y el PP “no escatimará ni un solo esfuerzo” para que prospere, insistió la diputada, pidiendo a Ciudadanos “abandonar su inmovilismo, sus reticencias y su rechazo”.
Un ofrecimiento que su homóloga naranja, Inés Arrimadas, no tardó en rechazar. “Nosotros vamos a sostener un proyecto propio, sin mochilas del pasado ni casos de corrupción, y de centro liberal”, zanjó.
Más allá de las explicaciones públicas, dirigentes de la ejecutiva naranja insisten en que en ningún supuesto Ciudadanos se plantea abandonar sus siglas. De hecho, en el núcleo duro de Rivera consideran que la estrategia de lanzar España Suma responde al objetivo de Casado de refundar el centro derecha español (un planteamiento del expresidente José María Aznar) en el momento más delicado para el PP. “Ellos son un proyecto a la baja y Ciudadanos es un proyecto al alza. Para nosotros, no tendría sentido entrar en eso”, explican.
Otros dirigentes insisten en la contraposición de los proyectos conservador y liberal: “Hemos alcanzado acuerdos a nivel nacional, en CCAA y ayuntamientos, pero defendiendo en muchos casos ideas muy distintas en nuestros programas”. Ejemplos de ello, recuerdan, son la gestación subrogada, el aborto o la eutanasia, insistiendo en que si hay otras coaliciones, se darán exclusivamente donde vayan a sumar de verdad y sin romper la autonomía y la independencia de su formación.