EL MUNDO – 26/01/16
· Génova admite que les perjudica para buscar aliados y teme el desenlace en Valencia.
Sin haberse sentado a la mesa, hay un plato para la gobernabilidad que puede indigestársele al PP en el menú de la negociación: la corrupción. La macrooperación llevada a cabo ayer en Valencia amenaza con revolver el diálogo para intentar formar Gobierno que los populares se disponen a empezar con C’s. «La regeneración y la lucha contra la corrupción es uno de nuestros ejes para negociar. Habrá que ver hasta qué punto es creíble la figura de Rajoy en un pacto en este ámbito», avisaron ayer fuentes de C’s. Eso sí, consideran que los casos conocidos no inhabilitan a Rajoy para trabar con él un acuerdo sobre este asunto.
La lucha contra la corrupción es uno de los pilares del discurso de Albert Rivera y una medida con la que han desgastado a PP y PSOE. Desde la dirección del partido apuestan por mantenerse firmes y apretar a los populares. En su diagnóstico creen que podría ser un punto de fricción en las conversaciones, pero que la pelota está en el tejado de Rajoy, de cuánto esté dispuesto a ceder y a hacer. «La corrupción lo condiciona todo. Sobre todo cuando es institucionalizada, generalizada, mantenida en el tiempo y conocida», zanjó ayer Juan Carlos Girauta, portavoz de Ciudadanos en el Congreso, quien consideró esta materia como «nuclear» en las conversaciones.
«Lo que ha sucedido en Valencia es un absoluto escándalo, en la medida en que hace años que se sabe que existe y a la Justicia le ha costado mucho tomar sus decisiones», insistió el diputado. Como ha hecho en Andalucía y en Madrid, Ciudadanos exigirá legislar para que corromperse salga mucho más caro a un político y para eliminar los indultos por corrupción política y los aforamientos.
Para C’s, Rajoy ha evidenciado en materia de corrupción una «negligencia extrema» y «no es el más indicado para abanderar un acuerdo», pero se sentarán a negociar para ver «hasta dónde llega».
Eso sí, Girauta advirtió de que la Ejecutiva del partido se planteará la petición de una comisión de investigación sobre corrupción y que no descartarían pedir la comparecencia del propio Rajoy. «No nos van a temblar las piernas», avisó.
Mientras, el PP encajó ayer como pudo el nuevo terremoto político y judicial en Valencia, consciente de que su imagen nacional se ve de nuevo deteriorada y que perjudica a su intento de buscar aliados para formar Gobierno. Aunque públicamente el portavoz popular en el Congreso, Rafael Hernando, defendió que no debe afectar porque, dijo, el PP está «reaccionando con contundencia», fuentes del partido admitieron en privado lo contrario. «Qué desastre», aseguraron, justo ahora que Rajoy había retomado el contacto con Albert Rivera.
Pero, pese al paso dado por el presidente, en la dirección intentaron ayer contemporizar el movimiento. Fuentes populares señalaron que van a «esperar» para ultimar un posible acuerdo con ellos. «Ciudadanos –creen– tampoco tiene más alternativa».
Por el camino piensan atajar la nueva mancha de corrupción circunscribiéndola a la Comunidad Valenciana. «Lo de Rus ya lo esperábamos», apuntan. El problema es que la operación de ayer acabe salpicando a la ex alcaldesa de Valencia y senadora, Rita Barberá. Esto es lo que más inquieta en Génova. Por lo pronto, Rafael Hernando ya se vio obligado ayer a contestar sobre la posible implicación del diputado Gerardo Camps, que fue conseller de Economía en la Generalitat. Camps transmitió al grupo parlamentario que el asunto no tiene nada que ver con él.
NUEVA OLEADA DE CASOS
Primer partido imputado. El viernes pasado, justo cuando Mariano Rajoy declinaba la propuesta del Rey para formar Gobierno, el PP se convertía en el primer partido de España en estrenar la condición jurídica de investigado – sustitutivo de imputado – por la destrucción de los archivos de Bárcenas.
Nueva citación a Rato. El juez ha abierto una pieza secreta separada en la causa que investiga el patrimonio de Rodrigo Rato. El día 19 de febrero ha sido citado a declarar.
Otra vez Valencia. La macrooperación en Valencia llega en el peor momento, tras el acercamiento de Rajoy a Ciudadanos. En el PP aseguran que esperaban lo de Alfonso Rus, pero les inquieta que pueda verse afectada también Rita Barberá.