Marcos Lamelas. Barcelona-El Confidencial
- David Cid asegura que ya resultaba muy complejo respaldar las cuentas con temas como el Hard Rock Café, pero que ahora «es más difícil» después del pacto de ampliación
La CUP y los comunes ya han fijado su precio para apoyar los primeros Presupuestos de la Generalitat de Pere Aragonès: tumbar la recién pactada ampliación de El Prat. Un proyecto que el vicepresidente de la Administración catalana, Jordi Puigneró (JxCAT), ha tomado como bandera para relanzar su carrera política. Las mejoras en la infraestructura supondrán una inversión de Aena de 1.700 millones, pero las dos formaciones lo ven como una aberración por su vínculo con el calentamiento global —más vuelos—, porque pretende atraer más turismo y porque supone la destrucción de un área protegida por la red Natura 2000, la laguna artificial de La Ricarda.
Tanto el portavoz de En Comú Podem en el Parlament, David Cid, en una entrevista con la Agencia EFE, como la líder de la CUP en el Congreso, Mireia Vehí, manifestaron este lunes su oposición a la ampliación y fueron todavía más lejos, supeditando su apoyo a los Presupuestos de la Generalitat para 2021 a que la propia institución se desmarque del acuerdo de ampliación de la infraestructura.
Para la Generalitat, supone un problema. El ‘conseller’ de Economía, Jaume Giró (JxCAT), quiere presentar su proyecto de Presupuestos a mediados de octubre, para lo que incluso ha estado trabajando algunos días de agosto. Como ha reconocido la ‘consellera’ de Presidència, Laura Vilagrà, el plan A es recurrir a la misma mayoría que otorgó la presidencia a ERC. Es decir, la primera opción pasa por la CUP, mientras que los comunes se habían convertido en el plan B. Visto lo visto, las primeras cuentas públicas de Aragonès se quedan sin una y otra alternativa.
Vehí avisó la pasada semana de que los ‘cupaires’ decidirán cómo actúan en función de «la línea de la política pública y concreta del Gobierno». Así, uno de los puntos clave será la negociación de los Presupuestos, donde observarán si el Ejecutivo de Aragonès dota de fondos los acuerdos comprometidos con la formación.
Sin plan A, quedaba el plan B, pero Cid fue mucho más lejos. El portavoz de los comunes exigió que la Generalitat tumbe tres de las grandes propuestas que están en marcha: la ampliación de El Prat, que en este momento se encuentra en pañales, los Juegos Olímpicos de Invierno para 2030 y el proyecto del gran cansino y zona de ocio en Tarragona de la mano de Hard Rock Café, la mayor inversión privada proyectada en Cataluña.
Cid aseguró que si ya resultaba muy complejo respaldar los nuevos Presupuestos de la Generalitat con cuestiones como el proyecto de Tarragona, ahora “es más difícil” después del pacto de ampliación del aeropuerto.
El eje del mal
Para los comunes y para eso que se denomina ‘la Cataluña del no’, tumbar la ampliación de El Prat es una cuestión de principios. El proyecto formaría parte de un eje del mal, junto con el Hard Rock Café y los Juegos Olímpicos de Invierno. La primera que ha abanderado este discurso ha sido la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. En un artículo publicado este lunes en ‘El País’, se refería a El Prat como el “aeropuerto de los unicornios” y culpaba a la infraestructura del turismo de baja calidad y masas que degradan la vida de la capital catalana.
Ada Colau es la abanderada de parar una ampliación que beneficia a Barcelona
Cid advertía de que darán «la batalla a todos los niveles» y «hasta las últimas consecuencias» para evitar la ampliación del aeropuerto. El portavoz de los comunes en el Parlament criticaba que el acuerdo llega después de una maniobra de un Jordi Puigneró «pujolista» y ante una ERC «resignada». Todo para evitar que la ampliación de El Prat acordada por la Generalitat y el Gobierno central llegue a ser una realidad.
Tensión municipal
La tensión política por la ampliación del aeropuerto se ha extendido al Ayuntamiento de Barcelona, donde Colau gobierna con apoyo del PSC, el gran adalid del proyecto. La teniente de alcaldía Gala Pin llamó al socialista Jaume Collboni, su socio político, “tonto de remate” en redes sociales por defender la propuesta.
Los comunes y la CUP han mostrado, en los últimos años, una gran capacidad para paralizar proyectos en la comunidad y por eso se los denomina ‘la Cataluña del no’. Los grandes damnificados por estas políticas han sido los parques eólicos, iniciativas que han entrado en punto muerto por esta confluencia de intereses entre estos dos partidos y ERC. Los republicanos de Aragonès están tibios en la cuestión del aeropuerto, pero los anticapitalistas y los de Ada Colau ya han empezado a aplicar su particular pinza para hacer descarrilar un proyecto que les disgusta de manera profunda.
En JxCAT también hay mucha oposición al proyecto. El propio ‘exconseller’ de Territori Damià Calvet, representante de la antigua Convergència, se despidió del cargo cargando contra los planes de Aena en Cataluña. Ahora ha aceptado la presidencia del puerto de Barcelona, la infraestructura que acoge los cruceros, que son mucho más contaminantes que los aviones.