LA RAZÓN, 22/5/12
Horas después se desmintió a sí mismo y dijo que era una «convicción»
Madrid-Al final, les pierde su ego, y el abogado surafricano Brian Currin, que se presenta como mediador pero que actúa a favor de ETA-Batasuna, no podía ser menos. Ha contado en una revista lo que todo el mundo sabía y nadie quería confirmar: la banda anunció el supuesto cese armado en octubre del año pasado a cambio de una negociación con España y Francia. El asunto habría sido acordado con el Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero. La magnitud de la metedura de pata hizo que Currin realizara unas precisiones, rápidamente recogidas por «Gara», en el sentido de que no había acuerdos sino la «convicción» de que esas conversaciones se iniciarían tras el anunció de los terroristas.
Currin precisa en la revista «Alliance» que se trató (las negociaciones previas) de un trabajo hecho «entre bambalinas». Por ello, no entiende que, al final, no se llevara a cabo y lo achaca a la derrota socialista y el cambio de Gobierno en España.
«Hubo un entendimiento antes de la conferencia de San Sebastián de que si ETA hacía lo que estaban llamados a hacer, Francia y Madrid darían una respuesta positiva y entablarían conversaciones con ETA sobre las consecuencias de la violencia», aseguró. Se refiere a la Conferencia de Paz, celebrada en el Palacio de Ayete el 17 de octubre de 2011, tres días antes del anuncio de la banda.
Según el abogado, «el problema es que ha habido un cambio de Gobierno» en España. El Partido Popular está defendiendo la «línea de que ETA tiene que disolverse por completo y desarmarse y sólo cuando esto suceda se abordará la cuestión de los presos y otras cuestiones conexas». El grupo que él encabeza es partidario de la postura de ETA, es decir, que se negocie lo que la banda llama las «consecuencias del conflicto»
Currin explica cómo creó el Grupo Internacional de Contacto (GIC), que integra el propio Currin con otros «mediadores» internacionales y que en los próximos días celebrará una nueva reunión en Bilbao, y, posteriormente, la Comisión Internacional de Verificación (CIV). «Como se trataba de una clave para fomentar la confianza, el GIC se movió rápidamente y en el primer trimestre de 2011 y fue establecida la CIV. Como se trataba de un organismo no gubernamental, tomamos las medidas necesarias para garantizar su labor». Currin asegura que su trabajo está financiado por la fundación Joseph Rowntree Charitable Trust (JRCT) con la que tiene relación desde el año 2000. «Tengo el apoyo a mi trabajo en el País Vasco desde principios de 2006, durante el proceso de paz, hasta 2011 y en este caso financiado como individuo».
LA RAZÓN, 22/5/12