EL MUNDO – 27/07/16
· Dos terroristas degüellan a un sacerdote de 86 años en plena misa en una iglesia de Normandía, y graban el ataque. Fueron abatidos por la Policía.
· Francia ha sido golpeada de nuevo. Un cura degollado, dos terroristas abatidos y una persona gravemente herida. Ése fue el balance de la toma de rehenes que tuvo lugar ayer, alrededor de las 9:30 de la mañana, en una iglesia católica de Saint-Etienne-du-Rouvray, cerca de Rouen, a 125 kilómetros al noroeste de París, en el norte de Francia.
La barbarie fue perpetrada por dos terroristas pertenecientes al autodenominado Estado Islámico (IS, por sus siglas en inglés), que fueron abatidos por la policía francesa.
Los dos hombres llegaron a la iglesia sobre las 9 de la mañana, mientras se estaba oficiando una ceremonia e irrumpieron en el templo blandiendo armas blancas. Estuvieron durante una hora y media, hasta poco antes de las 11, momento en el que salieron de la iglesia y fueron tiroteados por los miembros del BRI, las fuerzas de intervención de la policía francesa.
Una religiosa presente en el lugar de culto, a la hora de la misa matinal, pudo escapar, coger el primer coche que vio y logró avisar a través del móvil del conductor de lo que estaba ocurriendo en el interior del templo. «Entraron bruscamente. Tomaron el espacio. Hablaban árabe. Yo he visto un cuchillo. Me marché en el momento en que ellos comenzaron a agredir al padre Jacques. Ni yo misma sé si se dieron cuenta de que me iba», declaró la hermana, que ha sido identificada con el nombre de Danielle, al diario francés Le Figaro.
Asimismo, relató emocionada a la emisora de radio RMC que los dos atacantes habrían forzado al sacerdote asesinado de 86 años, Jacques Hamel, a ponerse de rodillas antes de matarle y, según la monja, grabaron el asesinato. El cura intentó defenderse y ahí es «cuando comenzó el drama», después de que los asaltantes pidieran a los presentes que se agruparan y no se movieran.
«Hicieron una especie de sermón en torno al altar en árabe. Fue horroroso», clamó Danielle, que logró escapar cuando estaban atacando al sacerdote. «Vosotros, los cristianos nos oprimís», gritaron los terroristas mientras retenían a los feligreses como rehenes, aseguró la hermana. En esa «interminable hora y media» –de acuerdo a un testigo– «tres personas fueron rescatadas sanas y salvas por las fuerzas del orden».
Los datos aportados por la religiosa fueron los primeros en ver la luz. Sin embargo, al final de la jornada de ayer, compareció el fiscal de París, François Molins, para ofrecer detalles más concretos y constrastados. Aseguró en una rueda de prensa que uno de los autores del atentado «se abalanzó contra las fuerzas del orden al grito de Allahu Akbar [Dios es el más grande, en árabe]». Y se resolvió la identificación de uno de los terroristas. Se trata de Adel Kermiche, de 19 años, y habría engañado dos veces a la policía usando dos identidades falsas al intentar ir a Siria para unirse a las filas del IS. Asimismo, habrían detenido a un menor por haber viajado con los documentos de identidad de uno de ellos.
El fiscal aseveró que la persona mencionada «era conocida por los servicios antiterroristas» después de que «el 13 de mayo de 2015 fuera detenido en Turquía». La identificación formal del segundo autor del acto perpetrado en la ciudad normanda todavía se estaba realizando.
Uno de los terroristas abatidos –que no tendría la ficha S, es decir, el registro de los servicios secretos franceses a aquellas personas potencialmente vinculadas con organizaciones terroristas– había sido encarcelado en prisión preventiva en 2015 tras intentar viajar dos veces a Siria para unirse al IS. Fue interceptado en Turquía pero en marzo de este año quedó libre y controlado desde ese momento por un brazalete electrónico.
A última hora de la tarde de ayer, la policía comenzó a registrar dos domicilios en la localidad normanda donde sucedió la tragedia. A pocas metros de la iglesia, fue detenida una persona relacionada con uno de los terroristas. Igualmente, otra fue detenida previamente y se llevó a cabo un registro en el domicilio familiar de uno de los agresores donde residen sus padres, sin que se conozca por el momento ninguna detención.
El presidente de Francia, François Hollande, aseveró que «atacar una iglesia, matar a un asesino, es profanar a la República que garantiza la libertad de conciencia». Con un tono de voz elevado, aseguró que «nuestra democracia es el objetivo, pero ella también será nuestro escudo». Felicitó a la policía francesa y quiso dejar claro que «los terroristas quieren separarnos, enfrentarnos y dividirnos».
En respuesta a las propuestas del ex mandatario Nicolas Sarkozy y la ultraderechista Marine Le Pen, presidenta del Frente Nacional, el jefe de Estado aeguró que «no derogará la Constitución» para luchar contra el terrorismo y el fanatismo. Seguido de esas palabras, reafirmó que Francia «está en guerra. Una guerra en el exterior en Siria y en Irak. Y una guerra en el interior acorralando a los yihadistas, a los extremistas, a los terroristas».
El presidente de la República aseguró que no habrá ninguna modificación de leyes dado que «restringir nuestras libertades no aportaría ningún tipo de eficacia a la lucha contra el terrorismo». Hollande terminó su intervención garantizando que «esta guerra será larga. Es nuestra unidad lo que hará la fuerza. Y yo os aseguro que esta guerra la ganaremos».
Durante su intervención, el presidente galo tuvo un especial recuerdo para los católicos franceses: «Hoy tengo un recuerdo muy especial para los católicos de Francia. Debemos estar juntos. Los católicos han sido golpeados, pero todos los franceses nos sentimos preocupados. La fuerza está en nuestra cohesión».
Hollande llamó al Papa Francisco para expresarle sus condolencias por la muerte del padre Jacques Hamel y el mandatario le prometió que hará «todo lo posible» para proteger los lugares de culto.
Por su parte, el primer ministro francés, Manuel Valls expresó su «horror» a través de su perfil en la red social Twitter: «Francia entera y todos los católicos están heridos. Permaneceremos unidos». Igualmente, pronunció la frase en la cadena privada TF1: «El objetivo es crear una guerra de religiones».
A su vez, la ultraderechista Marine Le Pen, presidenta del Frente Nacional, denunció la «inacción» en las últimas tres décadas de los que han estado gobernando en Francia. Igualmente, se indignó a través de un mensaje en su cuenta de Twitter ya que «verlos parlotear es indignante», en relación con los políticos que se encontraban en el lugar del crimen. Asimismo, el presidente de la región de los Alpes Marítimos, Eric Ciotti, se mostró «agradecido con las fuerzas antiterroristas por su rápida intervención y la neutralización de los asaltantes».
Al poco de pronunciarse Hollande sobre la relación de los terroristas con el IS, la agencia de noticias Amaq, afín a la organización, mandó la reivindicación a través de un comunicado donde calificaban a los dos atacantes como «soldados del Califato». Los adláteres del IS han seguido la misma fórmula aplicada en los últimos atentados. «Una fuente de seguridad confirma a Amaq», se podía leer en el comienzo de esta escueta nota. Concluía diciendo que estos actos se realizan «para llamar» a los soldados «a golpear a los países cruzados de la coalición».
EL MUNDO – 27/07/16