EL MUNDO 13/06/14
· «Cataluña paga por todo lo que recibe y sobra mucho dinero», afirma Mas-Colell
El conseller catalán de Economía, Andreu Mas-Colell, alertó ayer de que «el Gobierno español del PP nos frena», en referencia a los recursos y financiación que Cataluña recibe del Estado, coincidiendo con la presentación de las balanzas fiscales de 2011 que revelan un déficit de 15.006 millones de euros, el 7,7% del PIB catalán. «España nos frena», dijo Mas-Colell para rehuir que se le atribuya el «España nos roba» que se ha usado en Cataluña para denunciar el supuesto expolio fiscal. A su entender, el Gobierno «pone una limitación económica», está «recentralizando a marchas forzadas e impone un corsé normativo rígido que responde a un modelo anticuado de Estado que no avala las exigencias de una economía moderna, de una economía de niveles europeos».
«Cataluña paga por todo lo que recibe y sobra mucho dinero», añadió el conseller, al recordar que –siguiendo el método del flujo monetario: lo que recibe Cataluña en función de lo que aporta– la aportación de los catalanes a la administración central fue del 19,2% de sus ingresos totales, mientras que el gasto estatal en Cataluña no pasó del 14%. Ello arroja un déficit fiscal de 15.006 millones de euros, lo que demuestra, según Mas-Colell, que «Cataluña es un contribuyente neto, generoso y solidario», porque contribuye en una proporción superior al 18,6% del peso del PIB estatal y porcentualmente es menos del 16% de la población española. «La cifra es remarcable y nos permite decir que Cataluña tiene derecho a pedir solidaridad de vuelta y en una moneda especial, la de respeto a nuestras señas de identidad y a nuestro autogobierno».
El Gobierno del PP ha de entender, significó el titular de Economía, «que el autogobierno de Cataluña nunca perjudicará a España, sino que incluso la beneficiará».
Los cálculos realizados por el equipo de trabajo que dirige Elsa Artadi, directora general de Tributos de la Generalitat, e Iván Planas, director de análisis de las finanzas públicas, también han seguido el método de carga-beneficio y arrojan un déficit fiscal ese año de 11.087 millones, equivalente al 5,7 % del PIB catalán.
En cualquier caso, la cifra dada a conocer con base en el flujo monetario es inferior a la última conocida hasta el momento, la de 2010, año en el que, según la Generalitat, el déficit fiscal fue de unos 16.543 millones, equivalente al 8,5% del PIB. En el histórico comprendido entre 1986 y 2011, Cataluña sufre un déficit fiscal medio anual del 8% del PIB.
Mas-Colell no quiso entrar a valorar cuál sería para él la cifra óptima de déficit fiscal, pero sí reveló que «la tensión y el estrés sobre la financiación de la Generalitat es tan extrema que o mejora, y por lo tanto el déficit fiscal se reduce, o se pondrá en riesgo la calidad de los servicios públicos que ha de cubrir la Generalitat –sanidad, educación, bienestar, seguridad y justicia–. En este sentido, se refirió a la necesidad de avanzar en el nuevo sistema de financiación y se mostró pesimista: «No creo que lo tengamos ni en 2015». «Las comunidades necesitamos más recursos», sentenció. «No se puede fiar todo a una reforma fiscal que, además, se plantea en términos electoralistas, porque pretende reducir los tipos impositivos cuando el problema es que en España, a igualdad de impuestos con los principales países europeos, se recauda menos», aseguró.