Derechos humanos para inhumanos

JOSÉ MARÍA CARRASCAL, ABC 21/03/13

· ¿Merecen los asesinos múltiples no arrepentidos gozar de los beneficios penitenciarios?

En Estrasburgo, España se juega no ya la honra, sino la tranquilidad, física y moral. La gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos debe ratificar o rechazar la sentencia adversa de su «sala pequeña» a la doctrina Parot, según la cual, los beneficios penitenciarios deben aplicarse en delitos muy graves a la totalidad de la pena, no a los 30 años previstos en nuestra normativa penal como periodo máximo de reclusión. Con ello, se quiso evitar que reos condenados a cientos, e incluso miles de años, pudieran quedar en libertad tras sólo 18 años en prisión, como venía ocurriendo con asesinos múltiples como dejó claro ABC en su edición de ayer.

Conviene subrayar que el ponente de la primera sentencia del Tribunal Europeo fue el exsecretario de Estado de Justicia de Zapatero, José Luis Guerra, que, enviado más tarde a Estrasburgo, tumbó la doctrina Parot invocando el principio de que un reo «no puede recibir una pena más elevada a la vigente en el momento de cometerse el delito». La contra-argumentación española se basa en la alarma social que produciría ver en libertad a terroristas no arrepentidos sin haber cumplido un año por cada una de sus víctimas, junto a malhechores como el «violador del ascensor», condenado por el asesinato de dos mujeres y violación de otras diez, o el asesino de la «niñas de Alcáser». Se arguye también que nuestro Tribunal Supremo no violó el principio de retroactividad, sino que reinterpretó la ley, ensanchándola, para cubrir tal tipo de delitos. Por último, se invoca el deber de todo gobierno de defender la seguridad de sus ciudadanos, en peligro con todos esos asesinos sueltos, entre ellos, Inés del Río, condenada a 3.828 años de cárcel por 19 asesinatos, y Domingo Troitiño, autor del atentado contra el Hipercor de Barcelona, condenado a 1.118 años. A quienes, encima, habría que pagar indemnizaciones millonarias.

Vamos a ver por dónde nos sale el Tribunal de Estrasburgo, con el nacionalismo vasco exigiendo en bloque la derogación de la doctrina Parot, y el respaldo de una sentencia propiciada por un magistrado de Zapatero. Esperemos que los jueces europeos no se precipiten y, tras oír los argumentos del Gobierno español, antepongan el derecho de las víctimas al de sus verdugos. Me refiero tanto a las víctimas pasadas como a las que esas alimañas podrían causar en el futuro, en caso de recuperar la libertad.

Está visto que si el Cid ganaba batallas después de muerto, Zapatero, las pierde. Otra prueba de que su «buenismo» sólo ayudó a los malos. Si es injusto endurecer la pena a un vulgar delincuente, más lo es permitir que un pluri criminal no cumpla su entera condena. Bastante favor le hacemos limitando la cadena perpetua a 30 años.

JOSÉ MARÍA CARRASCAL, ABC 21/03/13