ALBERTO AYALA, EL CORREO – 22/11/14
· Confirmaciones, certezas y dudas de un ‘Navarrómetro’ sorprendente sólo en el reparto de escaños, no tanto en el resto.
Navarra vive instalada desde hace tiempo en el desánimo y el cabreo. Se percibe a pie de calle. Las causas son conocidas. Una crisis que también ha sacudido con dureza al viejo reyno. Escándalos como el de las dietas que un grupo de políticos se llevó de la CAN. Y la desaparición de la caja de todos los navarros, vendida deprisa y corriendo a un precio sorprendentemente bajo a La Caixa.
A ello hay que unir que el Gobierno foralista de Yolanda Barcina lleva tres años bloqueado por el Parlamento, exactamente desde que expulsó al PSN de su gabinete y se quedó en minoría. Además de que la propia gestión gubernamental esté dejando bastante que desear en áreas como la Sanidad. La suma de todos estos elementos podía desencadenar una tormenta perfecta y ayer descargó sobre la Navarra política.
El ‘Navarrómetro’, el sondeo preelectoral que el Parlamento foral encarga cada año, por concurso, a una empresa del sector, ha sido la urna simbólica que han encontrado muchos navarros para desahogarse, mostrar su hartazgo y sus ganas de cambio a seis meses de las elecciones autonómicas. Que los resultados, de alguna forma sorprendentes, sólo de alguna forma, vayan a reproducirse entonces parece dudoso.
Y es que hoy vivimos el momento Podemos. Los de Pablo Iglesias recogen cada voto que los grandes partidos siguen tirando a la basura con sus dudas y sus resistencias, pese a carecer de un programa detallado y realizable. Cuál será la situación en mayo constituye, claro, una incógnita.
El trabajo deja certezas, permite elucubraciones y constata notables nebulosas. Así, el descalabro que vaticina a UPN parece confirmarse como la causa por la que Barcina dió marcha atrás el pasado día 10 y anunció que no repetirá como candidata a la presidencia navarra, según contamos entonces. El trabajo de campo para la encuesta se realizó del 3 al 7. No hay que ser demasiado mal pensado para sospechar que algo debió filtrarse a la sede regionalista y su líder cambió de planes.
El ‘Navarrómetro’ ratifica el final del largo ciclo de gobierno de UPN, en coalición o con el apoyo externo del PSN. Y es que los 28 escaños (en una Cámara de 50) que ambos sumaron en 2011 se reducirían hoy a apenas 13.
Nacionalismo estancado
Claro que el beneficiario de semejante descalabro no es, como soñaba, el nacionalismo vasco. Las fuerzas abertzales suman hoy 15 escaños en la Cámara de Pamplona. Según el trabajo en el futuro Parlamento tendrán… los mismos 15 parlamentarios.
La izquierda abertzale, segunda tras Podemos, aguanta relativamente bien. EH Bildu y Aralar suman hoy 13 escaños. El sondeo les da 11. La decepción es para Geroa Bai. Aunque pasa de dos a cuatro parlamentarios, la coalición de Uxue Barkos, en la que se cobija el PNV, aspiraba a recoger el voto del cabreo y por el cambio y solo logra un discretísimo quinto puesto. Y algo peor. El sondeo deja sobre la mesa un mensaje al electorado peligroso para Barkos: el voto útil para el cambio se llama Podemos, no Geroa. ¿Se acabará la complacencia dialéctica abertzale con los recién llegados?
La encuesta pregunta directamente por el contencioso Navarra-Euskadi, ese sobre el que el líder de la nueva formación, Juan Carlos Monedero, declinó posicionarse en la radio pública vasca hace tan sólo una semana. Sube seis puntos el porcentaje de ciudadanos que quieren que el viejo reyno forme una misma comunidad con Euskadi y baja en nueve el de quienes se oponen a ello. Aún así los primeros sólo suman un 31% de la población navarra; los segundos casi les doblan, 55%.
La crisis y la corrupción parecen haber movido al electorado navarro hacia la izquierda, como en el resto de España. Pero, ¿hasta el punto de que 40 de los 50 integrantes del próximo Parlamento foral puedan ser de izquierda o centro-izquierda y sólo 10 de derecha o de centro-derecha? Parece poco creíble.
El domingo escribía que Podemos podría encontrarse en mayo en Navarra su primera gran llave política. Pues bien, según el sondeo, lo que puede tener a mano es mucho más, es el Gobierno de la comunidad foral en coalición, a elegir, con Bildu, con PSN y GB, con PSN e IU, o con GB e IU.
Llegado el caso, ¿se mojará Pablo Iglesias o pasará el cáliz para no condicionar sus posibilidades en las generales de noviembre, por ejemplo al elegir aliados?
ALBERTO AYALA, EL CORREO – 22/11/14