Desolación en el PSOE por el apoyo pasivo del PSC a Mas

El PSOE quiere intentar reconducir la situación, pero fuentes de la dirección admiten que es altamente improbable que se pueda llegar a un acuerdo.

Por ello, para evitar cualquier ambigüedad en la postura del PSOE, la vicesecretaria general, Elena Valenciano, lo dijo ayer con toda claridad: «El PSOE está en contra de ese referéndum, que sería ilegal y desastroso para España y también para Cataluña».

Y, además, admitió que la postura adoptada por el PSC en Cataluña ni fue consultada ni avisada al PSOE que, como se suele decir, se enteró por la prensa.

Valenciano no ocultó que, por ello, existe «una discrepancia» profunda con el PSC que, según dijo, no es nada nueva y que ya se reflejó en las elecciones en Cataluña cuando el PSC llevaba en su programa su apuesta por el llamado «derecho a decidir» dentro de la legalidad.

La dirigente socialista no ocultó que la dirección federal del partido no comparte esta posición de los socialistas catalanes, ni la de abstenerse en todo lo que afecte al proceso del referéndum, como anunció ayer el primer secretario del PSC, Pere Navarro.

«En lo que se refiere a la independencia, estamos de acuerdo con el PSC, que también la rechaza. Y en lo que se refiere al referéndum, tenemos una discrepancia con el PSC desde hace tiempo», añadió la número dos del PSOE.

No obstante, Valenciano intentó quitar hierro a la situación, y aseguró que el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, hablará próximamente con Navarro para intentar acercar posiciones. En este aspecto, aseguró que el PSOE está a favor de abrir «una vía de diálogo» con el PSC que, en su opinión, «ahora es más necesaria que nunca».

Con la misma contundencia se expresó ayer el presidente del PSOE y de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, que calificó de «inconstitucional» la consulta. «El Partido Socialista rechaza cualquier referéndum que plantee soberanismo, independencia o autodeterminación», afirmó.

Griñán, como Valenciano, indicó que es la postura oficial, firme, inequívoca e innegociable del PSOE, y aunque admitió que no ha hablado de este asunto con el PSC, abogó también por el diálogo con los socialistas catalanes. Defendió la posición de Andalucía sobre el cierre del modelo autonómico, «que no está en la Constitución y, después de más de treinta años, necesita cerrarse con consenso, respetando la igualdad y diferencias, y con reglas claras y nítidas de competencia y de financiación».

Hasta el ex presidente del Gobierno y ex secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, compartió esta postura. En una de sus primeras incursiones en política nacional tras un año de silencio, Zapatero indicó que el referéndum soberanista de Cataluña «no se celebrará, porque en la Constitución no cabe el derecho a decidir».

El ex presidente, en una entrevista concedida a La Sexta, indicó que CiU y ERC «saben muy bien que no pueden llevar a cabo el programa que han aprobado». Y añadió que Cataluña no gana «ninguna simpatía en las instituciones europeas».Zapatero adelantó que la dirección del PSOE «no comparte la posición del PSC» de apoyar el derecho a decidir, ni su posición abstencionista, y advirtió de que «se necesita algún actor que pueda ayudar al Gobierno de la nación en lo que tenemos por delante, que es el camino difícil del diálogo».

Para el PSC, la discrepancia con el PSOE sobre el derecho a decidir no tiene mayor trascendencia. «La relación con el PSOE es de total normalidad. Compartimos la idea de una reforma constitucional federal, pero no hay acuerdo en un tema colateral: el derecho a decidir. No existe una posición común, pero no hay que dramatizarlo, porque la hermandad está muy clara para las dos partes», explicó ayer a este diario el nuevo portavoz del PSC, Maurici Lucena, según informa Leonor Mayor.

El portavoz defendió la idea expresada por el líder del PSC, Pere Navarro, en el debate de investidura de que el partido se abstendrá en las votaciones relativas a la consulta independentista porque está a favor del referéndum siempre y cuando sea «legal, acordado y vinculante». Añadió que lo que ha molestado al PSC son las formas de CiU y ERC, que han presentado un acuerdo ya cerrado y con la fecha pactada: «Si reformulan el acuerdo que han firmado y abren la mano sin condiciones, el PSC reconsiderará su posición y podría sumarse al pacto».

EL MUNDO 22/12/12