EL MUNDO 08/03/15
· Estaba en Barcelona tras intentar entrar en Siria con su hijo de tres años
Miembros de la Guardia Civil arrestaron ayer en el aeropuerto de El Prat a Samira Y., ciudadana de nacionalidad marroquí, de 23 años de edad, residente en la localidad barcelonesa de Rubí, sobre la que pesaba una orden internacional de detención dictada por la Audiencia Nacional. Se la relacionaba con la supuesta colaboración con el grupo terrorista Estado Islámico, o Daesh, en la captación y radicalización en España y Marruecos de mujeres simpatizantes para la causa del actual máximo exponente de la violencia yihadista. Acusada de integrar una banda terrorista, pasará a disposición judicial en la Audiencia Nacional.
Iba vestida con un vestido negro y un anorak verde con capucha cuando fue arrestada a media mañana por dos agentes del Instituto Armado a pie del avión en el que acababa de llegar al aeropuerto de Barcelona procedente de Turquía, de donde fue expulsada ante las sospechas de que pretendía cruzar Siria para unirse al Daesh. Investigadores de la Guardia Civil ya habían puesto su identidad en conocimiento de las autoridades turcas.
La mujer residente en el área de Barcelona había sido interceptada en suelo turco la semana anterior por las autoridades locales mientras supuestamente pretendía entrar de forma clandestina en Siria para unirse a los terroristas en compañía de su hijo de tres años y de nacionalidad española, informó el Ministerio del Interior. La investigación se inició a raíz de la denuncia de su marido, que la acusa de llevar meses visitando páginas yihadistas en Internet y descargando vídeos del Estado Islámico.
La joven se marchó de Rubí el pasado diciembre junto a su hijo, mientras su pareja estaba de viaje en Marruecos. El menor se encuentra bien, de vuelta a casa en compañía de su padre.
Las autoridades creen que Samira Y. tuvo un rol decisivo en labores de reclutamiento y radicalización a favor de la organización de terrorismo yihadista, según informó Interior. La detención de la marroquí es fruto de una investigación de la Unidad Central Especial número dos de la Guardia Civil, coordinada por la Fiscalía de la Audiencia Nacional y en colaboración con las autoridades turcas, en el ámbito de la lucha contra el terrorismo yihadista.