SANTIAGO GONZÁLEZ, EL MUNDO 09/01/13
Rubalcaba ha podido respirar con cierto alivio. Parecen haber servido sus presiones hacia el PSC después de que el primersecretari del partido hermano anunciara su propósito de no ser un obstáculo para el proyecto que Artur Mas y los suyos empujan hacia la independencia: «No pondremos palos en las ruedas del camino del derecho a decidir. Anuncio que nosotros nos abstendremos siempre en esta cuestión». Palos en las ruedas del camino. Pudo decir «palos en las ruedas del cachivache que les lleva a la independencia» y el discurso le habría quedado un poco más funcional, pero ¿qué sería de la política catalana -y la española, por supuesto- sin estas descabelladas metáforas locomotrices?
Ayer fue un día muy locomotivo, si me perdonan el palabro. Palos en las ruedas del AVE que inauguraron el Príncipe y el presidente del Gobierno junto a Mas y la ministra de Fomento. O Alta Velocidad Catalana, o como quiera que lo llamen para eludir la E. Los discursos exudaban optimismo viario en una de las partes. «Somos un país en marcha», dijo el Príncipe. «El AVE es una vía de entendimiento, y sólo estas vías nos hacen capaces de llegar más lejos», dijo el presidente Rajoy. Si hubiera recurrido al catalán para esta parte del discurso, le habría quedado una letra de Lluís Llach, a medio camino entre Ítaca y un lugar en Europa: «Més lluny, heu d’anar mes lluny/ des arbres caiguts que ara us empresonem». El que de verdad quería ir mès lluny es Artur Mas: «Esta conexión con Europa muestra la aspiración europea de Cataluña».
Pero volvamos a Pere Navarro y su retractación. La abstención se entenderá como punto de partida pero, en el de llegada del asunto al Parlament, la abstención será un no. No es un paso extraordinario para el socialismo español, pero es un triunfo consistente para Rubalcaba, dada la incierta disciplina de su tropa. El PSC tenía un problema: si no se daba a razones, el Comité Federal del sábado le iba a ajustar cuentas, no sólo por lo del soberanismo, sino también por los resultados electorales del 25-N. Podríamos decir, para estar a tono, que los socialistas catalanes han corregido el rumbo, han dado marcha atrás o han vuelto al camino. La Ejecutiva del PSOE comparte, comprende y respalda la nueva posición de los socialistas catalanes, aunque en buena lógica Navarro y los suyos tendrán que escuchar algunas lindezas.
Somos un país en marcha, aunque no sabemos hacia dónde. No lo sabe el PSOE y mucho menos el PSC, entre el desvarío de la izquierda española y el del soberanismo catalán y definitivamente naufragado entre frases hechas. Hay que decir que no todas las metáforas fueron itinerarias. Óscar López, el número dos, estuvo más termodinámico, al llamar al ministro Morenés «bombero pirómano», que alguien cuya misión debería ser «no calentar el ambiente […] lo caliente aún más». Orwell no le habría perdonado el uso de una metáfora tan agonizante y quizá le habría recordado que el deber de los gobernantes no es tanto refrescar el ambiente, como guardar y hacer guardar la Ley. Aunque haga calor.
SANTIAGO GONZÁLEZ, EL MUNDO 09/01/13