Francisco Sosa Wagner-Vozpópuli
- Se le acusa de ser un bacán, como se dice por América
La queja es generalizada: no hay intelectuales que deseen dedicarse a la política. La rechazan, se alejan de ella, incluso la zahieren calificándola como una actividad indigna, incompatible con los altos valores que el cultivo del magín exige.
Pues sostengo que esta carencia se producirá en el extranjero y no debe extrañarnos porque está poblado de herejes. En España no es infrecuente, por el contrario, descubrir personalidades entregadas a la alta especulación que, al mismo tiempo, encuentran tiempo para aportar buenos frutos de su energía al cuidado de los asuntos públicos, que, a la postre, es lo que se cobija bajo el nombre de «política».
Estamos viviendo las desventuras de un ex poderoso ministro, ex primate también en el organigrama de ese partido político que es emblema de nuestro Progresismo Plurinacional, Plurilingüe y Pluscuamperfecto. Este hombre, ay, se halla envuelto en incomprensibles apuros ante la Justicia solo por el hecho de haber contribuido a aliviar las cifras de paro incorporando a algunas señoritas a las plantillas de empresas públicas de su ministerio. Se le acusa de ser un bacán, como se dice por América.
Un rasgo generoso, impregnado de las mejores intenciones, resulta que es visto con malos ojos por los severos magistrados del Tribunal Supremo que, si visten luto, es porque han enterrado los buenos sentimientos. Tratan de aplicarle desapacibles artículos del Código Penal, es más, le amenazan con alojarlo, a poco que se descuide, en lugares tenebrosos, en todo caso, poco hospitalarios.
Ya veremos cómo se desenvuelve nuestro benefactor en este laberinto judicial.
Doctor por Chimbote
De momento, la noticia es que esta víctima de sumarios, códigos y togas, cultiva también habilidades del espíritu poco comunes. Y es por esta encomiable disposición de ánimo por lo que ha sido distinguido con el título de «doctor honoris causa» por la Universidad peruana de san Pedro de Chimbote.
Tal es su modestia que, al parecer, el galardón le fue otorgado hace años, pero él lo ha mantenido en esa blanda penumbra en la que los creadores científicos disfrutan, a veces con avaricia reprensible, de sus obras. Ahora ya sabemos que una bien ganada borla adorna su cabeza y una colorida muceta arropa levemente sus hombros.
En los renglones de estas especialidades habrá encontrado nuestro hombre un asunto suculento para exprimirlo, sacarle jugo y así llegar a poder vestir hoy con orgullo los galones del doctorado
¿Cuál fue el tema que le abrió las puertas de la codiciable gloria doctoral?
No lo sabemos, de nuevo nos topamos con su pudor, pero seguro que forma parte de algunas de las especialidades que se cultivan en la Universidad de san Pedro de Chimbote: informática y sistemas, mecánica eléctrica, civil, arquitectura y urbanismo … En los renglones de estas especialidades habrá encontrado nuestro hombre un asunto suculento para exprimirlo, sacarle jugo y así llegar a poder vestir hoy con orgullo los galones del doctorado.
Se advertirá, por consiguiente, cómo es posible en España compaginar la vocación política con la intelectual.
Personas eminentes con la pluma que bajan al trasiego de los expedientes en un ministerio, al fastidioso orden del día de un Consejo de ministros, a la ordinariez de una sesión parlamentaria y a la inmundicia de una rueda de prensa.
¿No es magnífico contar con españoles preclaros, al tiempo mañosos con los barbarismos del Boletín y con la palabra aliñada de la Ciencia?