EL MUNDO 13/07/14
· Se reunieron días antes de abdicar y le trasladó que tenía que suceder a Rubalcaba por su defensa de la unidad de España y de la Monarquía
Los militantes socialistas votarán hoy para elegir a su secretario general, pero la mujer por la que apostaron las más altas instancias del Estado no está entre los aspirantes.
El Rey Juan Carlos pidió a Susana Díaz que diera el paso para liderar el PSOE en los días posteriores a las elecciones europeas, tras la dimisión de Rubalcaba y coincidiendo con su propia abdicación.
La presidenta andaluza confió a otros dirigentes socialistas que las peticiones para que se hiciera cargo del PSOE llegaron no sólo de los barones y de los dirigentes históricos socialistas, sino de la propia Jefatura del Estado. Según los interlocutores de este diario, el Rey Juan Carlos le trasladó a Díaz su confianza en ella como mejor opción para garantizar la estabilidad del país y el pacto constitucional de los dos partidos mayoritarios.
El Monarca le confió que valoraba especialmente su firmeza en la defensa de la unidad de España ante el reto soberanista catalán y su respaldo a la institución monárquica en un momento delicado.
Fuentes cercanas a la presidenta andaluza han manifestado que la interlocución de Susana Díaz con la Casa Real ha sido privilegiada desde el momento en el que tomó posesión.
Apenas una semana más tarde de hacerse cargo del Gobierno andaluz tras la renuncia de José Antonio Griñán, en septiembre de 2013, el entonces Rey la recibió en la Zarzuela.
Y seis meses después, el 17 de febrero de 2014, la líder andaluza fue recibida de nuevo en audiencia en el palacio de la Zarzuela a petición suya.
Aunque Díaz no desveló las razones que le llevaron a pedir un nuevo encuentro con el Jefe del Estado, éste se produjo días después de la reunión que mantuvo en Barcelona con el presidente catalán Artur Mas.
Fuentes cercanas a la presidenta andaluza aseguran que tanto el anterior Rey como el actual, Felipe VI, consideran a Susana Díaz una referencia del PSOE y una garantía en cuestiones de Estado, en tiempos difíciles y cuando el alma republicana socialista amenaza con despertar.
Fue durante los contactos que se mantuvieron tras la abdicación cuando el Rey Don Juan Carlos le expresó su deseo de que ella liderase el PSOE.
No sólo es la Casa Real quien confía en la presidenta andaluza como mejor opción para garantizar el pacto constitucional.
El mundo empresarial y financiero piensa lo mismo. Hay que recordar que este mismo año firmó personalmente un convenio de colaboración con el presidente del Santander, Emilio Botín, para impulsar el empleo juvenil y la investigación sanitaria en Andalucía.
«Muchos sectores de la vida española aprecian en ella a una líder política con las ideas claras y con un alto sentido del Estado en un momento especialmente complicado donde todo está en tela de juicio. Transmite seguridad en tiempos de incertidumbre, tiene un proyecto de país y por eso es una referencia tanto en Andalucía como en el resto de España», aseguran las fuentes consultadas.
Estos mismos sectores que confían en ella –en los que se incluyen por cierto Mariano Rajoy y el PP– esperan que hoy gane Pedro Sánchez.
A pesar de todos los inputs positivos que recogió después de la debacle de las europeas para optar a la Secretaría General, Susana Díaz renunció a la competición que hoy se dilucidará entre Pedro Sánchez, Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias.
La poderosa federación andaluza se ha volcado durante la campaña en apoyo de Sánchez. La secretaria general del PSOE en esa comunidad confía en el diputado madrileño y está dispuesta a ayudarle a garantizar la unidad y la estabilidad del partido.
Nadie duda de que el papel de Susana Díaz en el futuro del PSOE será determinante para el éxito o el fracaso del nuevo secretario general.
«Ella es la única que tiene posibilidades de recomponer el PSOE e impedir otra debacle que nos saque del mapa, por su liderazgo orgánico, político y también social, no sólo en Andalucía, sino también en el resto de España», aseguran veteranos dirigentes.
La elección de Pedro Sánchez garantizaría un futuro más o menos tranquilo desde el punto de vista interno por la estrecha colaboración entre el diputado madrileño y la líder andaluza.
No así la victoria de Eduardo Madina, con quien Susana Díaz mantiene un pulso soterrado después de que el diputado vasco impulsara la elección por el sistema de un militante, un voto.
Después del episodio de los avales recogidos en Andalucía a favor de Sánchez –que Madina obligó a contar para que quedara claro de dónde procedían los apoyos de su adversario– la principal preocupación de Susana Díaz se centra en cómo evitar la celebración de primarias en noviembre.
La presidenta andaluza quiere impedir ese escenario a toda costa y sabe que el principal impulsor de ese proceso es Eduardo Madina.
Susana Díaz escuchó, alarmada, cómo el diputado vasco arrancó de Pedro Sánchez el compromiso de convocar primarias en noviembre durante el debate que los tres aspirantes celebraron en la sede de Ferraz esta semana.
Las fuentes consultadas señalan que otra campaña electoral interna, que duraría de septiembre a noviembre, sería letal para el PSOE.
«Unas primarias en noviembre serían una auténtica locura, una insensatez, pocos meses después del Congreso, con unas elecciones municipales a la vuelta de la esquina, coincidiendo con la ofensiva soberanista en Cataluña y con fuerzas políticas emergentes que comen el terreno. Corremos el riesgo de que los ciudadanos nos abandonen definitivamente porque nosotros seguimos a lo nuestro, a las peleas internas», asegura un dirigente del partido.
Una opinión que, añaden, comparten los candidatos a las alcaldías. Según los contrarios a la celebración de primarias, Eduardo Madina quiere convocarlas con el objetivo de ser aclamado definitivamente como líder, si hoy se impone en la elección de secretario general.
Consciente del malestar causado en la federación andaluza por su compromiso ante las cámaras de convocar las primarias, Pedro Sánchez ha matizado en los últimos días sus palabras diciendo que consultará con el Comité Federal para decidir cuándo y cómo se convocan.
Una victoria del diputado madrileño garantizaría que o bien en el Congreso que se celebrará dentro de dos semanas o en la primera reunión del nuevo Comité Federal se debatiera la celebración de primarias con el fin de posponerlas.
Un objetivo que el triunfo de Madina no garantizaría, ya que el vasco tiene la firme voluntad de convocarlas.
Del resultado de hoy depende el calendario de Susana Díaz. Si gana Sánchez, lo más probable es que las primarias pasen a mejor vida. Si es Madina el vencedor, nadie a su alrededor descarta que Díaz pueda decidir presentarse a las primarias. Nunca lo haría, sin embargo, antes de someterse a las urnas en Andalucía, lo cual podría suponer un adelanto electoral en esa comunidad autónoma en los próximos meses.
La elección del secretario general, por tanto, podría no cerrar la crisis abierta por la derrota en las europeas y ser sólo un primer paso del proceso de cambio iniciado por el PSOE.