EL CORREO 05/03/13
El automóvil fue descubierto todavía en llamas poco después del robo de otro vehículo en la misma zona, al norte de Burdeos
PARÍS. Dos presuntos activistas de ETA evitaron por poco ser detenidos la semana pasada tras robar un coche e incendiar otro al norte de Burdeos. Los gendarmes, que descubrieron el segundo vehículo aún en llamas, montaron un dispositivo ‘jaula’ con el concurso de un helicóptero en la región Poitou-Charentes que los fugitivos consiguieron eludir. El episodio refleja un repunte en la actividad de los etarras clandestinos en Francia, según el antiterrorismo galo.
La película de los hechos comienza a primera hora de la mañana del 26 de febrero en Gourgé, localidad de 920 habitantes del departamento de Deux-Sèvres. En este pueblo, situado a 50 kilómetros al oeste de Poitiers y 250 al norte de Burdeos, una madre fue a dejar a su hijo de corta edad en casa de la niñera. Aparcó el coche, un Peugeot 308 familiar, enfrente de la vivienda con las llaves en el contacto y las puertas sin bloquear, pero cuando fue a recuperarlo ya no estaba.
Un par de horas después fue descubierto un Citroën C-5 en llamas en un bosque de Sérigny, municipio con 300 habitantes del departamento de Vienne que se encuentra a 55 kilómetros al este de Gourgé. El automóvil incendiado, que llevaba placas de matrícula falsas, había sido robado semanas atrás con el mismo modo operatorio, habitual entre los etarras.
Los gendarmes relacionaron el hallazgo con el C-5 que había infundido sospechas al merodear por Sérigny Gourgé con dos hombres a bordo en el momento del hurto del 308. Dada la inmediatez del incendio, provocado para destruir huellas y elementos comprometedores, las autoridades gubernativas decidieron activar el plan Epervier que movilizó a gendarmes de los dos departamentos citados así como de Charente-Maritime y de Gironde, este último perteneciente a la región limítofe de Aquitania.
El dispositivo incluyó el sobrevuelo por un helicóptero de la zona peinada así como controles de carreteras en los cruces estratégicos con agentes pertrechados de chalecos antibalas. Las fuerzas especiales del GIGN, los ‘geos’ de la Gendarmería, también fueron puestas en situación de prealerta por si su intervención hubiese sido necesaria. Pero el 308 con los dos sospechosos no fue detectado ni ha sido localizado abandonado en la región.
El pasado 19 de enero otro Peugeot 308 había aparecido destruido por un incendio voluntario en el otro extremo de Francia, no lejos de la frontera con Suiza. El hallazgo se produjo en Andelot-Morval (departamento de Jura), aldea de 90 habitantes situada a un centenar de kilómetros al norte de Lyón. El automóvil había sido sustraído en junio del año pasado.
Los servicios especializados enmarcan estos casos de robos de vehículos con el repunte del activismo clandestino evidenciado por los recientes arrestos de presuntos etarras en Francia. Andoni Lariz y Urtzi Etxeberria fueron detenidos en Borgoña el 11 de enero. Oier Ibarguren y Montxo Varea cayeron a su vez el 21 de febrero en Moulins.