Dureza 10 en la escala de Mohs

Ignacio Marco-Gardoqui-El Correo

Va Pedro Sánchez y, tras un millar de sentencias favorables a los condenados por delitos sexuales, dice en la entrevista con EL CORREO que pide perdón a las víctimas de la ley del ‘solo el sí es sí’. Gracias. ¿Algo más, alguna responsabilidad, alguna dimisión, algún cese? No. Pues eso es como si usted pilla en un semáforo a una anciana, a la que le rompe las piernas y le pide perdón asomado por la ventanilla, mientras se aleja. A continuación dice que es una buena ley que nos sitúa en la vanguardia de lo que es la protección a las víctimas, aunque reconoce que ha tenido efectos indeseados. Pues menos mal. ¿Se imagina qué efectos hubiese provocado una ley no tan buena como esta?

Va Pedro Sánchez y dice que la economía sonríe a España. El empleo va bien. Cierto, pero, ¿por qué oculta las cifras de fijos discontinuos que no trabajan, olvida el desproporcionado aumento de los empleos públicos y elude la comparación con Europa? ¿Es para no provocar la risa de la economía? También es cierto que el ritmo de crecimiento de la inflación se ha reducido, gracias a la comparación con el año pasado, pero, ¿una subida de los alimentos de más del 16% se puede considerar una sonrisa? Lideramos el crecimiento actual, cierto, pero, ¿tiene algo que ver con ello que fuimos los que más decrecimos durante la pandemia? ¿Es sonrisa o da risa ser uno de los pocos países que no hemos recuperado el nivel de PIB anterior al covid?

Va Pedro Sánchez y dice que «bajo ningún concepto» contempla gobernar con Bildu. Ya, pero para igualar las veces que aseguró antes que no pactaría nada con Bildu, necesita repetir el concepto un par de docenas más para hacerlo creíble. ¿Cuantas veces dijo que no gobernaría con Podemos? Luego ya, en plan capcioso recuerda que Ferrovial se marcha a los Países Bajos justo a la vez que se inicia en España el plazo para declarar el IRPF. ¿De verdad piensa que alguien se cree que ambas cosas están relacionadas? ¿Cómo puede decir semejante barbaridad sin perder ni un milímetro de su sonrisa angelical? Si le preocupa la merma de recaudación que producirá el traslado, ¿por qué no le preocupa el agujero de mucha mayor entidad –según la AIReF– que tendrá la concreción del cacareado impuesto de solidaridad, debido a su incomprensible impericia legislativa?

Como estamos en época preelectoral y toca agradar, va Pedro Sánchez y dice que el lehendakari le tiene a su lado en sus reivindicaciones del Arco Atlántico. Perfecto, pero, ¿trae algo de dinero para el AVE, que es la principal reivindicación, o son solo buenas palabras, de esas que regala en cada elección al presidente de Cantabria, que de acuerdo con ellas, debe tener ya operativos unos tres AVE distintos a Madrid?

En resumen, ¿qué número de dureza daría su rostro en la escala de Mohs? No lo sé, pero cercano al diez, seguro.