Del Blog de Santiago González
El nombre que el personal pone a las cosas viene a invocar aquello que más se necesita. No es de extrañar, en consecuencia que una empresa a la que estuvo vinculado Juan Carlos Monedero fuese bautizada como ‘Neurona Consulting’, Neurona Comunidad’ en su versión española. Neurona es uno de los chanchullos cuya pista ha señalado José Manuel Calvente, el ex abogado de Podemos que fue expulsado del partido que controlan los Ceaucescu.
Parece que el dinero enviado a una sociedad instrumental mexicana se remitía fraccionado, con el fin de no sobrepasar los 50.000 euros que son el tope por encima del cual saltan las alertas antiblanqueo que establece el Banco de España. Claro que el regulador también considera blanqueo cantidades que aun no superando los 50.000 euros constituyan pagos fraccionados.
Por lo demás, Neurona parece una sociedad meramente instrumental, que según la información remitida por Bankinter a la Fiscalía carece de medios materiales o locales y en la que no constan gastos de personal. Esta es una maña de toda esta tropa, que no es que sean intelectuales puros pero que tampoco son exactamente estúpidos para las cosas materiales. Los pagos que figuran nada tienen que ver con deudas que obedezcan a razones electorales, es decir los gastos de campaña correspondientes a los comicios del 28 de abril de 2019.
No estamos ante ninguna novedad. Una de las hazañas empresariales más notables de este esforzado campeón de la consultoría y sobre la que no ha dado una explicación razonable fue el encargo que Nicolás Maduro y los líderes de los países del ALBA de diseñar una moneda para ellos. Ya lo he contado alguna vez, pero no ha sido suficiente para que este tipo explique su proceder o para que le exijan aclaraciones quienes están autorizados para ello. Vayamos otra vez con ello. Monedero cobró a finales 2013 una cantidad notable, 425.150 euros por el diseño de su virguería financiera. No se entiende muy bien que si Maduro necesita ese trabajo externo no recurra para ello a un catedrático de Economía Cuantitativa de Harvard, pongamos por caso, en lugar de contratar a un pelanas de la Facultad de Ciencias Políticas de la Complutense.
Quiero decir que él no está capacitado para el diseño de la moneda que pretende. Si supiese algo de economía monetaria, sabría que le habían hecho un encargo imposible, porque la economía de uno de los países del ALBA, Ecuador, estaba dolarizada. Hay más: Los honorarios citados fueron facturados y cobrados a finales de 2013 por medio de una sociedad creada en octubre del citado año, Caja de Resistencia Motiva 2 Producciones S.L. de la cual era administrador único. La empresa no tenía ningún empleado y oh, prodigio, el trabajo por el que cobró los 425.150 euros empezó a realizarlo en 2010, tres años antes de constituir la empresa y siguió desarrollándolo hasta 2014, un año después de cobrarlo.
Monedero se ha negado a mostrar su trabajo so pretexto de la confidencialidad que debe a sus clientes. Ni siquiera un esbozo, un resumen del mismo. Qué estupidez. Los mandantes no han hecho la mínima gestión que permita a nadie pensar que albergaban tal proyecto: no ha habido moneda única llamada sucre o de ninguna otra manera y la confidencialidad que nunca hubo pasó a mejor vida incluso en la imaginación de Monedero. Ecuador sin Correa (qué adecuada polisemia) abandonó el ALBA el 24 de agosto de 2018 y Bolivia, liberada de Evo Morales hizo lo propio el 15 de noviembre de 2019. ¿Se empeñará este hombre en sostener que Ecuador y Bolivia se tomarían a mal que se hiciesen públicos unos supuestos trabajos encargados por Correa y Morales? Es más, aquí va una idea para los partidos de la oposición: el PP, Vox y hasta para el pastueño grupo que comanda la bella Inés Arrimadas: ¿Por qué no piden a Ecuador y Bolivia datos del improbable trabajo de Monedero sobre la moneda? O sobre su inexistencia, claro.