EL CORREO 07/09/13
El Departamento de Educación del Gobierno vasco mantendrá el programa de testimonios de víctimas del terrorismo en las aulas instaurado durante la anterior legislatura por el Ejecutivo de Patxi López. La consejera, Cristina Uriarte, lo confirmó ayer después de comprobar la «satisfacción general» de las personas que contaron sus experiencias durante el pasado curso y de los centros que fueron escenario de las charlas. «Se ha terminado la evaluación de la iniciativa y ésta ha sido positiva. Ahora hay que dar más información a los colegios y preparar nuevas aportaciones», aseguró ayer durante la visita que realizó a una ikastola de Vitoria con motivo del inicio del nuevo curso escolar.
La presencia de damnificados por el terrorismo en los centros educativos de Euskadi para aportar sus testimonios como fórmula para deslegitimar la violencia fue una de las medidas más polémicas del plan de paz puesto en marcha por el gabinete del PSE-EE. Desde el cambio de gobierno el pasado diciembre, las víctimas no habían vuelto a las aulas vascas.
Según explicaron desde el Departamento de Educación, la escuela pública mantendrá su trabajo para consensuar las iniciativas necesarias en torno a la paz por la senda marcada por el plan del equipo de Iñigo Urkullu. La prioridad es invertir en educación para la convivencia y en derechos humanos. Para ello, durante este curso se pondrá en marcha un programa de colaboración con la secretaría general de Paz y Convivencia encaminado a reforzar la educación en la solidaridad con las víctimas y la resolución pacífica de conflictos.
Las puertas de los centros escolares se abrieron en abril de 2011 a las víctimas, tanto de ETA como de los GAL o del Batallón Vasco Español (BVE). El objetivo de esta apuesta era que los afectados por la lacra del terrorismo contribuyeran con su relato a deslegitimar el uso de la violencia y a sentar las bases entre las nuevas generaciones de un futuro en paz. Pese a que en un primer momento este programa fue recibido con recelos en la comunidad educativa, las reticencias se fueron despejando con el paso del tiempo tras comprobar el papel no político de la medida.