EE.UU. atajó la polémica de Cataluña para no dañar su relación con España

ABC 14/04/17

· El Gobierno alaba la reacción de la Embajada ante la visita de los congresistas y su fotografía sin la bandera de España

«El paso lo dieron ellos. Se dieron cuenta de la situación. Y ante la posibilidad de poder recibir algún tipo de nota verbal por parte del Gobierno español, de carácter interno y por cauces diplomáticos, actuaron «motu proprio» para subrayar lo que ya es consabido: las magníficas relaciones existentes entre España y EE.UU.».


Desde La Moncloa

«La reunión demostró el nivel ridículo de la “diplomacia” soberanista», aseguran desde La Moncloa A los congresistas «Se les recordó la importancia de la base de Rota para EE.UU.»

Así interpretan fuentes del Ministerio de Exteriores a ABC el comunicado que en la tarde del miércoles emitió la Embajada estadounidense en Madrid con el que salían al paso del gesto de los dos congresistas estadounidenses que el domingo, en su visita a la Generalitat catalana, se dejaron fotografiar con Carles Puigdemont y las banderas de EE.UU. y Cataluña, en ausencia de la española.

El comunicado fue contundente y corta en seco unas hipotéticas aspiraciones del soberanismo catalán de introducir el debate del referéndum ilegal en círculos de influencia de Washington: «La posición del gobierno de EE.UU. sobre Cataluña es que es un asunto interno de España. Estamos profundamente comprometidos con mantener la relación con una España fuerte y unida», subrayó el citado texto de la legación estadounidense.

Fuentes de la Embajada de EE.UU. ratificaron ayer a ABC que «se creyó necesario fijar postura. En sí, el mensaje de una España fuerte y unida no entraña novedad, ya que fue una idea expresada con anterioridad: por ejemplo por el presidente Barack Obama en su visita del pasado año o por el último embajador, James Costos».


Importancia de la Defensa
Las mismas fuentes estadounidenses insisten en el gran momento que atraviesan las relaciones bilaterales con tres pilares fundamentales: la relación económica, la colaboración en materia de terrorismo y la cooperación de Defensa.

Precisamente, este último argumento fue detallado a los dos congresistas estadounidenses –Dana Rohrabacher (republicano) y Brian Higgins (demócrata)– por el director general para América del Norte, Asia y Pacífico del Ministerio de Exteriores, Fidel Sendagorta, quienes le recibió el lunes horas antes de que abandonaran nuestro país.

«Se les recordó la importancia que para EE.UU. ha tenido la base de Rota en el último ataque sobre Siria, con destructores con base en la instalación española participando en el lanzamiento de los misiles», explican fuentes de Exteriores. Tanto Rohrabacher como Higgins se ausentaron previamente de sendos encuentros previstos en La Moncloa y en el Ministerio del Interior por haber trasnochado la noche anterior en Barcelona. Algo que, unido a la fotografía sin la bandera española, ahondó el malestar en el Gobierno español. A posteriori, todo ello motivó la respuesta de la Embajada estadounidense.


«Se han ido avergonzados»
«Ellos mismos se han ido avergonzados por haber dado esa imagen de su país. En el fondo vinieron a pasárselo bien y sobre el asunto del referéndum ni entendían nada ni estaban preparados. No tenían claro a lo que estaban viniendo», afirman otras fuentes diplomáticas.

La gira de estos dos congresistas por Europa contemplaba también debates en Berlín sobre el uso del cannabis y otras paradas en Amsterdam, Cracovia o Lisboa. Uno de los dos congresistas, Dana Rohrabacher, es conocido por su apoyo a las políticas de Vladimir Putin en Crimea o Georgia o la autodeterminación en Texas.

«La reunión ha demostrado el nivel ridículo de la supuesta diplomacia del soberanismo catalán. Más valdría que se dedicasen a afrontar los problemas de los ciudadanos y no a destinar recursos a este tipo de acciones con el dinero de todos los españoles», señala una fuente de La Moncloa que subraya que la Embajada estadounidense «ha estado en su sitio».

Precisamente, justo minutos después de que la Embajada estadounidense emitiera su comunicado, el Centro Carter, del expresidente de EE.UU. Jimmy Carter, en Atlanta, lanzó otro subrayando que no se involucrará en un referéndum en Cataluña. Fue el segundo torpedo a la línea de flotación de la acción exterior del soberanismo catalán.

Ese viaje pretendía recabar el apoyo de un centro de mediación de conflictos a nivel internacional en favor del referéndum secesionista pero no fue así. De hecho, el encuentro entre Puigdemont y Carter –que sí se produjo– se ha convertido en un nuevo frente para la Generalitat ya que el PP catalán asegura que se pagó por la reunión. Mientras que desde el gobierno autonómico se niega.

El líder de los populares catalanes, Xavier García Albiol, presentó ayer la lista de donantes del Centro Carter. En ella figura Ambler Moss, que sirvió en la Embajda de EE.UU. en España, actual miembro de Diplocat e intermediario en la operación. Los donantes, recordó Albiol, tienen derecho a reunirse con Carter e ir con invitados. Así, Albiol acusó a Puigdemont de «mentir» a los catalanes y le exigió que se disculpara por ello.

De lo que no hay duda es de que la Generalitat sí pagó el viaje de la delegación a Atlanta. Según la Generalitat, tres personas; pero el PP catalán asegura que fueron siete.