El presidente del PNV de Guipúzcoa, Joseba Egibar, afirmó ayer que Bildu debe pedir la desaparición definitiva de ETA para superar la «carencia» y la «incapacidad» que tiene la coalición para alcanzar acuerdos políticos con el resto de formaciones.
Añadió que no está en duda la capacidad de gestión de los independentistas, sino su imposibilidad de concitar acuerdos con otros partidos, para lo cual «tendrá que exigir a ETA su desaparición, y eso aún no lo ha hecho».
En una entrevista en Euskadi Irratia, el dirigente peneuvista dijo que el «impulso» dado por la sociedad vasca a Bildu en las pasadas elecciones es para impulsar el proceso de paz. Por ello, opinó que si reclama a la banda terrorista el cese definitivo de la violencia «esa gran parte de la sociedad que le ha dado su apoyo también se sentiría identificada». Egibar recordó que «ETA está quieta pero no ha desaparecido».
Insistió en que su partido no suscribirá pactos que excluyan a Bildu, y se reafirmó en que el ciclo de los socialistas en San Sebastián está concluido. Egibar calculó que las negociaciones para conformar gobiernos en Guipúzcoa se podrían prolongarse hasta después de Sanfermines.
Respecto a los grandes proyectos pendientes, Egibar indicó que el AVE y el puerto exterior de Pasaia no son de competencia foral.
Postura de la patronal
También recordó que en la gestión de los residuos, para la que está prevista una incineradora en Zubieta, además del gobierno foral tienen que intervenir las mancomunidades, la mayoría controladas por la coalición soberanista. Y emplazó a Bildu a explicar si va a extender a todos los municipios el sistema de recogida de basura puerta a puerta que ANV implantó en Usurbil, Hernani y Oiartzun.
Por su parte, el presidente de la patronal guipuzcoana Adegi, Eduardo Zubiaurre, manifestó en ETB que los empresarios deben «respetar la voluntad popular y colaborar con la máxima voluntad y lealtad» con quien sea elegido.
Es su segunda alusión a los recelos que tiene parte del empresariado de Guipúzcoa tras la victoria de Bildu y la posibilidad de que esta formación acabe gobernando la provincia. Zubiaurre no negó que haya empresarios que «a título particular» hayan expresado su preocupación, pero aclaró que la patronal está obligada a «colaborar» con el que gobierna.
EL PAÍS, 2/6/2011