EL CORREO 22/01/15
· «El tiempo de llamar a puertas externas ha finalizado», advierte la izquierda abertzale, que presentará el sábado en Irún su hoja de ruta
Con Euskadi sumida ya en un clima de precampaña electoral, EH Bildu considera que ha llegado el momento de pisar el acelerador soberanista, mientras el PNV se aferra a la estrategia contraria, la de ganar tiempo y posponer el debate sobre el nuevo estatus vasco hasta después de las elecciones generales de finales de este año. Esa es la fotografía de situación en el espectro nacionalista, en puertas de que la izquierda abertzale dé a conocer su hoja de ruta hacia la independencia, basada en el concepto de «unilateralidad» ensayado en Cataluña con resultados todavía inciertos. «El tiempo de llamar a puertas externas ha finalizado, ha llegado el momento de abrir nuestras propias puertas», advirtió ayer EH Bildu.
Los dirigentes de la coalición Pello Urizar y Rebeka Ubera presentaron en Bilbao el acto que, junto con EH Bai de Iparralde, celebrarán el sábado en la feria Ficoba de Irún para desgranar una iniciativa «firme y de calado», con «propuestas concretas» para abrir un proceso constituyente hacia un Estado vasco independiente sustentado «en la libre voluntad y en la decisión de la ciudadanía». Un recorrido, que, según dijeron, carece de plazos tasados porque será preciso «consensuarlo» no solo con los «agentes políticos y sociales», sino sobre todo con la sociedad, que debe ser, advirtieron, «garante y líder» del proceso.
La izquierda abertzale se propone, por lo tanto, que sean los movimientos ciudadanos los que, como en Cataluña, se sitúen a la vanguardia del soberanismo, pero obvia que en Euskadi no existe –ni es probable a medio plazo– una unidad de acción nacionalista como la que, pese a los encontronazos, han logrado articular Artur Mas y Oriol Junqueras.
En todo caso, la hoja de ruta independentista se convertirá para EH Bildu, a cuatro meses exactos de la cita electoral del 24 de mayo, en el perfecto banderín de enganche de su campaña y en el argumento principal de su pugna política con el PNV, cuya suma al movimiento soberanista «entendemos que se tiene que dar», deslizó ayer Pello Urizar. «Si cada uno nos sumamos solo a iniciativas que lideramos, tenemos un problema. La que tiene que liderar es la sociedad vasca», incidió el ‘número uno’ de EA, que apeló a «romper las inercias» y buscar salidas «decisivas y atrevidas». «La actual imposición de los Estados español y francés arrastra a nuestro pueblo al precipicio» porque «el campo de juego se ve continuamente limitado por leyes que buscan garantizar nuestra subordinación», advirtió. Para EH Bildu, «el futuro de Euskal Herria lo decidirán los tres millones de personas que la componen», en referencia a los siete territorios, aunque sus dirigentes deslizaron que «cada uno de los ámbitos» tendría sus propios ritmos.
«Ningunear» a la Cámara
Frente al paso adelante que dará EH Bildu el sábado, el PNV sigue apostando por transitar su propio camino, que pasa, en todo caso, por respetar el trabajo de la ponencia de autogobierno del Parlamento vasco, donde cree que Sortu debería plantear su propuesta. Lo contrario, opinó ayer Itxaso Atutxa, supone «ningunear» a la Cámara vasca.
La líder del PNV vizcaíno puso en duda incluso que Sortu sea capaz de «cumplir» su hoja de ruta y recalcó que el PNV está decidido a llevar su propuesta de nuevo estatus al órgano parlamentario, que actualmente está finalizando la fase de comparecencias e informes. No obstante, aunque esa etapa acabará en unos dos meses, Atutxa admitió que su partido esperará hasta «finales de 2015 o principios de 2016» para descubrir sus cartas, esto es, una vez que se sepa quien, y con qué mayorías, gobierna en España.
Urkullu también insistirá hoy en un desayuno informativo en Madrid en sus planteamientos sobre el autogobierno vasco, que él sitúa en un terreno más pactista y de bilateralidad con el Estado. Frente a un auditorio de dos centenares de personas y ante doce embajadores europeos, el lehendakari expondrá también sus ideas económicas para la «normalización» de la convivencia y terciará incluso en el «nuevo desafío europeo de seguridad frente a libertad», avanzó su entorno.