EL CORREO 30/05/2013
· Las «dificultades internas» ralentizan el trabajo del foro, que ayer acogió la comparecencia del secretario de Paz y Convivencia, Jonan Fernández.
BILBAO. Tercera reunión de trabajo de la ponencia de paz y las divergencias internas volvieron a salir a la luz. Tras su reactivación el pasado 11 de abril, el foro parlamentario se ha visto aquejado de dos ‘dolencias’. Por un lado, la ausencia de una de las cuatro ideologías predominantes en Euskadi, debido a la decisión de última hora del PP de no participar en la iniciativa –al menos a priori– por la «involución» de EH Bildu. A ello se suma la diferencia de criterios que separa al PNV y PSE de la coalición abertzale.
Este escollo no solo hace que el consenso sea cuanto menos complicado, sino que ralentiza la labor de este órgano. Ayer, EH Bildu no dudó en criticar el ritmo de la ponencia. Un gesto que sorprendió a jeltzales y socialistas, que prefieren abordar el nuevo escenario «sin prisas» y sin que la ponencia se convierta en el altavoz de la antigua Batasuna. La distancia entre unos y otros quedó de nuevo patente, pese al llamamiento del secretario de Paz y Convivencia del Gobierno vasco, Jonan Fernández, para «reconducir» la situación.
El orden del día hacía prever una sesión sin sobresaltos. Fernández compareció en la ponencia para desgranar las líneas maestras del que será el futuro Plan de Paz y Convivencia del Ejecutivo de Vitoria, cuyo contenido íntegro se dará a conocer a mediados del próximo mes. Al término de la reunión, que se celebró como de costumbre a puerta cerrada, el exdirector de Baketik valoró como «determinante» el trabajo que pueda llegar a desempeñar el foro parlamentario de cara a consolidar el fin del terrorismo en Euskadi.
Consciente de la polémica que ha acompañado los primeros pasos de la iniciativa, subrayó que «el gran reto» de país es que los cuatro grandes partidos –en un nuevo emplazamiento al PP a sumarse al foro– sean capaces de llegar a acuerdos, «pequeños pero fundamentales», que incluyan una «lectura crítica del pasado» y permitan determinar las acciones a llevar a cabo en el presente y en el futuro para consolidar la paz.
Ahí reside, precisamente, el quid de la cuestión: la falta de un acuerdo básico de inicio que permita dotar a este foro de unos cimientos sólidos y, sobre todo, compartidos. Porque si algo ha caracterizado a este órgano en su todavía corta andadura es la ausencia de consenso alguno. Es más, en su última reunión, que se celebró el día 13, el PNV y el PSE optaron por dar continuidad a los trabajos a pesar de que EH Bildu no aceptara el llamado «suelo ético» pactado por ambas formaciones, y que tiene como base la resolución aprobada el 22 de marzo en la Cámara vasca. Un texto, en el que se recalca que la «consolidación de este nuevo tiempo solo será posible con la desaparición definitiva de ETA», y que destaca la memoria de las víctimas como elemento deslegitimador de la violencia.
«Paciencia y esfuerzo»
Jeltzales y socialistas han ido de la mano a la hora de defender el citado «suelo ético», hasta el punto de lanzar un ultimátum a la coalición para que se posicionara al respecto. La ausencia de acuerdo sobre esta materia no supuso, no obstante, el final de la ponencia. Ahora bien, sí parece haber complicado su desarrollo. Los tres grupos tenían que haber cerrado ya un plan de trabajo y esbozar un listado de comparecencias. Pero, según reveló ayer el portavoz jeltzale, Joseba Egibar, esta estructura no tomará forma hasta «el verano o postverano». Y lo que resulta cuanto menos llamativo, la ponencia no volverá a reunirse hasta el 26 de junio. Un colchón que podría servir para intentar atraer a los populares a este foro, aunque la ‘pista de aterrizaje’ no parece la idónea.
El ritmo de trabajo que lleva la ponencia es, de hecho, lo que no acaba de convencer a EH Bildu. Así lo dejó claro ayer su portavoz parlamentaria. Y es que, si bien la reunión transcurrió sin mayores desencuentros, una vez terminada, Laura Mintegi advirtió de las «dificultades internas» del foro. La portavoz abertzale, que no quiso entrar en detalles, calificó de «preocupante» la dinámica de la ponencia, no solo por ser «incompleta», sino también por los distintos puntos de vista de sus integrantes. «Va a necesitar de mucha paciencia y esfuerzo», manifestó.
El PNV y el PSE enmarcaron las críticas de Mintegi en el hecho de que la iniciativa quizá no lleve la velocidad que espera EH Bildu, cuyas prioridades consisten en abordar la situación de los presos de ETA y convertir el foro en un «altavoz para que el Gobierno central actúe». Sus propuestas chocan, al menos de inicio, con los deberes que jeltzales y socialistas consideran necesario desarrollar con carácter previo. Si algo tienen claro es que la coalición abertzale «quiere correr demasiado» y la paz y la convivencia han de construirse «sin prisas».
EL CORREO 30/05/2013