ABC 08/05/15
· Los acuerdos serán necesarios en casi toda España: Ciudadanos y Podemos serán clave
A las cero horas de este viernes ha empezado una campaña electoral que puede ser especialmente decisiva, dada la volatilidad del voto que hay en este momento y que puede inclinar la balanza de un lado u otro en pocos días. Las encuestas coinciden en que España entra en una nueva etapa sin mayorías absolutas, donde la cultura del pacto deberá imponerse y en la que los partidos emergentes, Ciudadanos y Podemos, tendrán la llave de muchos gobiernos autonómicos y municipales.
1· Adiós a las mayorías absolutas
Las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo serán radicalmente diferentes a las de hace cuatro años. Es posible que en la noche electoral se mantenga el color azul del PP, como partido ganador, en la mayor parte del mapa de España. Pero el color engañará, porque las mayorías absolutas serán prácticamente cosa del pasado (de 2011). Según el CIS, el PP solo tendrá esa mayoría en Castilla y León y en la Ciudad Autónoma de Ceuta. En el resto de regiones, los escaños estarán mucho más repartidos, y lo mismo ocurrirá en las grandes ciudades y muchos municipios donde ahora el PP gobierna en solitario.
2· Mayor fragmentación e incertidumbre
El 24-M obligará a cambiar el «chip» en la cultura política nacional. Los acuerdos serán imprescindibles para la elección de presidentes autonómicos y alcaldes, y después para mantener un Gobierno estable. La fragmentación puede llevar a pactos a tres, cuatro o cinco bandas, que en algunos casos serán auténticos frentes antiPP. Podemos está promoviendo un pacto de todos contra el PP en Madrid. Los socialistas lo apoyan en Murcia, Aragón, Castilla-La Mancha o Valencia, por poner algunos ejemplos. IU ya ha señalado que el «cordón sanitario» contra el PP le parece muy bien.
3· El bipartidismo aguanta, pero sufre desgaste
Los profetas del final del bipartidismo han acertado solo en parte. Los dos grandes partidos, PP y PSOE, han sufrido un fuerte retroceso, y entre los dos ya están por debajo del 50 por ciento en estimación de voto, según el CIS. Pero también es cierto que siguen en los dos puestos de cabeza, con posibilidades de formar gobierno. Los niveles más alto de respaldo los obtiene el PP en Castilla y León, Ceuta, Murcia y La Rioja. El PP y el PSOE ocupan los dos primeros puestos en porcentaje de voto, justo al inicio de la campaña electoral, en 10 de las 13 comunidades donde hay elecciones el 24-M. Las excepciones son Navarra (UPN y Podemos), Asturias (PSOE y Podemos) y Cantabria (PP y PRC). En ciudades como Madrid, Valencia y Sevilla, el «bipartidismo» clásico también engloba más de la mitad de los votos.
4· Un voto de castigo antes de las generales
Los años de crisis, los recortes, los escándalos de corrupción, la falta de ejemplaridad de algunos representantes públicos, los despilfarros descubiertos… Todo ha ido creando un caldo de cultivo de indignación entre muchos ciudadanos y un desapego de las «viejas políticas» o «partidos tradicionales», que puede traducirse el 24-M en un voto de castigo hacia los que han gobernado España durante los años de recesión y ajustes: PP y PSOE.
5· Podemos se desinfla
El partido de Pablo Iglesias había creado unas altísimas expectativas, hasta hacer creer a algunos que podría ganar las elecciones generales. En los últimos meses, sin embargo, ha sido como un globo que se desinfla. Según el CIS, ha retrocedido más de siete puntos desde enero de este año, y ha perdido el segundo puesto, y la posición de referente de la izquierda. Llega al 24-M en pleno descenso, pero aún con la fuerza necesaria para ser imprescindible en pactos con el PSOE en comunidades y ayuntamientos.
6· Ciudadanos llega al 24-M en pleno ascenso
El fenómeno de Ciudadanos también es nuevo en España, pero al contrario que Podemos, se encuentra en plena tendencia alcista, y recoge tanto votos moderados que huyen de la formación de Pablo Iglesias, como antiguos electores desencantados del PP y muchos jóvenes que quieren una «nueva política» en España y se sienten atraído por el discurso cercano y fresco de Albert Rivera, con quien se identifican. De momento, Ciudadanos tiene el margen de confianza que se da a los nuevos, y puede ser la sorpresa, ya no tanta, del 24-M.
7· Los primeros espadas se la juegan
Son elecciones municipales y autonómicas, sí. Pero los primeros espadas se la juegan, y mucho. El futuro de Pedro Sánchez pasa por el resultado que obtenga el PSOE en las urnas el 24-M. Un mal resultado podría dejarle directamente fuera de la carrera a La Moncloa, al mismo tiempo que fortalecería a Susana Díaz en Andalucía. En el PP, Mariano Rajoy se ha involucrado a fondo en la campaña. Ya ha anunciado que será candidato de nuevo en las generales, pero una fuerte derrota del PP podría abrir un debate interno.
8· Alta participación
En los últimos años, buena parte del electorado que se ganó el PP en las generales de 2011 se había asentado en la abstención crítica. Las encuestas reflejaban una caída de los populares y una gran bolsa de voto oculto, indeciso o inactivo. Esa bolsa ha disminuido considerablemente en los últimos meses, como reacción al «riesgo» de la subida de Podemos, y al mismo tiempo como apoyo a Ciudadanos. La previsible alta participación beneficiará a los emergentes.
9· El viento de la economía, a favor
La principal baza con la que cuenta el PP y el presidente Mariano Rajoy es la recuperación económica y los datos de creación de empleo. Las previsiones son positivas y el Gobierno cuenta con que los hogares sientan en sus bolsillos la recuperación y la bajada de impuestos de manera progresiva.
Es el principal argumento que mantiene el PP para pedir el voto.
10· La pesada losa de la corrupción
El caso Rato ha hecho daño de forma especial al PP. Así lo reconoció el propio Rajoy, quien no eludirá la lucha contra la corrupción en la campaña. Los casos que afectan al PP serán la principal munición de la oposición para atacar a los populares y al presidente del Gobierno durante toda la campaña electoral.
11· La negociación en Andalucía, pendiente
Todo indica que la negociación para la investidura de Susana Díaz como presidenta de la Junta de Andalucía continuará estas semanas, y también que los posibles acuerdos pueden aplazarse hasta después de los comicios. Lo que ocurra en Andalucía puede condicionar los futuros acuerdos en otras comunidades y en muchos ayuntamientos, sobre todo si se impone, o no, un pacto para respetar el gobierno de las listas más votadas.