El acuerdo a tres ante el muro

EL MUNDO – 05/04/16 – VICTORIA PREGO

Victoria Prego
Victoria Prego

· Estamos llegando al punto en el que ya casi se toca la solidez del muro insalvable que se alza ante la pretensión de Pedro Sánchez de obtener el apoyo, o el permiso, de Ciudadanos y de Podemos al mismo tiempo. Y la prueba es que ayer lunes supimos que la reunión entre estos dos partidos más el PSOE no se producirá hasta final de semana como pronto.

Como si sobrara el tiempo para negociar un programa básico de gobierno a tres bandas. Eso evidencia el poco futuro que los líderes de las dos nuevas formaciones le auguran a ese acuerdo perseguido por Sánchez. Y es que no puede haber acuerdo ahí, no un acuerdo real y sólido de gobierno, pero ni siquiera un acuerdo para la investidura, sin tener que superar enormes obstáculos y sin que alguno de los participantes se deje enormes jirones en el camino.

Lo cual no quiere decir, sin embargo, que en una contorsión de última hora y a la desesperada el líder de la formación morada opte por evitar la repetición de las elecciones. Y eso porque, si nos atenemos a los últimos sondeos, notablemente al publicado ayer por EL MUNDO, las perspectivas electorales de los de Pablo Iglesias son muy malas, tanto que podrían aconsejarle optar por mantenerse en la oposición, pero con sus 69 diputados –sumando los de Compromís–, y aprovechar el tiempo de una nueva legislatura para consolidarse como partido y reforzarse como organización. Porque la posibilidad de perder 20 diputados de un solo golpe es como para echar atrás al más intrépido. Así que no debemos descartar por el momento una retirada estratégica de Podemos del tablero en el que ha estado queriendo jugar hasta ahora.

Pero está fuera de duda que el enjuague soñado por Sánchez es eso, un sueño del que ya debería haber despertado si no fuera porque, para su propia supervivencia en el partido, no le conviene volver a la realidad y reconocerla públicamente. De modo que, por lo que al líder socialista se refiere, contemos con que va a seguir a piñón fijo hasta que el calendario le toque la campana que marca el final del combate. Pero si fuera por él, y por mucho que atente contra toda lógica, y contra toda ética también, la posibilidad de convertir en uno solo programas tan radicalmente incompatibles como los de Ciudadanos y Podemos se llevaría a cabo, fundamentalmente porque es lo que posibilitaría su acceso a la Presidencia del Gobierno.

Ciudadanos, cuya estrategia no siempre ha sido acertada en este tiempo postelectoral, es el único partido de los tres que mantiene una posición lógica y coherente. Si los de Albert Rivera acuden al encuentro tardío al que están convocados, que ya veremos si el tal encuentro se celebra, será para constatar su determinación de no ceder ni un ápice en las cuestiones fundamentales que determinan su identidad como partido. No sólo es que les va la vida en ello, sino que las perspectivas electorales ante unos nuevos comicios dibujan para Ciudadanos un panorama muy tentador. No serán ellos los que teman repetir las elecciones.

Lo lógico, y a estas alturas lo deseable, es que volvamos a las urnas. Toda otra solución sería a base de enjuagues indigeribles.

EL MUNDO – 05/04/16 – VICTORIA PREGO