El alfil de Rajoy

CASIMIRO GARCÍA-ABADILLO – EL MUNDO – 15/04/16

· Lo que tiene noqueado al presidente del Gobierno es que José Manuel Soria no haya dicho la verdad sobre su participación en sociedades pantalla domiciliadas en paraísos fiscales. Mariano Rajoy le creyó a pies juntillas cuando el pasado lunes el ministro en funciones reaccionó con rapidez y contundencia negando toda relación con la empresa UK Lines que aparecía en los papeles de Panamá y en la que figuraba su nombre.

Ahora, el presidente no sabe qué pensar. Sobre todo, tras la publicación ayer por EL MUNDO de que Soria y su hermano figuraron como administradores hasta finales de 2002 de la sociedad Mechanical Trading Limited, con sede en el paraíso fiscal de Jersey. Dicha empresa era la accionista mayoritaria de Oceanic Lines Limited, en la que Soria figuró como director durante un año, y que fue fundada por su padre y está dedicada a consignar productos hortofrutícolas procedentes de Canarias.

Lo que une a Mechanical Trading Limited con los papeles de Panamá es que dicha sociedad aparece gestionada por Canal Trust, filial de BBVA Privanza, que fue la misma que utilizó el despacho panameño Mossack Fonseca para gestionar los fondos en Bahamas de UK Lines Limited, con la que el ministro Soria negó rotundamente toda relación.

El titular de Industria se encuentra pues en una situación muy delicada. La oposición pide su cabeza y algunos miembros del Gobierno cuestionan en privado su forma de abordar el asunto. Se dice que ha contado con suficiente tiempo (fue informado por El Confidencial una semana antes de que apareciera la noticia) como para aclarar todos los aspectos. Se añade que Soria es lo suficientemente inteligente y cuenta con sobrada experiencia ante los medios como para achacar a los nervios o a la flaqueza de su memoria algunos olvidos difíciles de justificar.

Todos miran a Rajoy y éste duda. Prefiere darle un margen de confianza antes de actuar. No es extraño que el presidente se encuentre deprimido. Soria era uno de sus ministros de confianza. Incluso había pensado en él como futuro hombre fuerte del PP, el sustituto de Cospedal, para el próximo congreso.

La caída de Soria –y todo hace pensar que no hay muchas posibilidades de que llegue vivo a la campaña electoral del 26-J– supone un duro golpe para el Gobierno, el PP y los planes futuros de Rajoy. No ha caído un peón, ha caído un alfil. Por ello, la rumorología monclovita ha subido de tono y algunos hablan ya de la posible existencia de un dossier manejado por los enemigos políticos (por supuesto, internos) del ministro.

La sociedad o holding nexo entre las offshore de Soria, Canal Trust Company, nos retrotrae a uno de los episodios más oscuros de la reciente historia de la banca española. La disolución de Mechanical Trading coincide en el tiempo con la repatriación a España de los fondos de lo que se llamó el banco paralelo del BBVA, que operaba desde Jersey y en el que a finales de 2001 había acumulados 37.343 millones de pesetas (unos 225 millones de euros).

En ese banco paralelo había de todo. Desde cuentas de clientes no declaradas y que figuraban a nombres de sociedades fantasma, a fondos de pensiones con dinero negro para 22 altos cargos y consejeros del banco: lo que se llamó operación Alico y que sumaba 3.400 millones de pesetas a repartir entre esos 22 privilegiados, algunos de ellos miembros de las grandes familias de Neguri. También había un fondo de reptiles desde el que se financió al partido de Hugo Chávez o se facilitó la compra de una vivienda al ex presidente de Perú Alberto Fujimori.

El descubrimiento del banco paralelo no sólo obligó a aflorar esa cantidad de dinero en las cuentas del BBVA, sino que provocó la dimisión en diciembre de 2001 del entonces copresidente Emilio Ybarra y la defenestración de las viejas familias de Neguri (Aguirre, Ampuero, Collar, Muguruza, etc.).

La liquidación de Mechanical Trading parece más la consecuencia de la liquidación ordenada del banco paralelo que tenía el BBV que de la decisión de sus dueños de dar por terminadas sus operaciones. Si la Fiscalía, como ha pedido el ministro, investiga lo sucedido con los papeles de Panamá, sería bueno que siguiera el rastro que dejó esa empresa offshore y, sobre todo, a qué otra compañía le pasó el testigo.

CASIMIRO GARCÍA-ABADILLO – EL MUNDO – 15/04/16