El cine es memoria

IÑAKI ARTETA ORBEA – REVISTA FUNDACIÓN FAES – 22/07/16

Iñaki Arteta
Iñaki Arteta

· «Los artistas no destacaron por una defensa de la vida, no relataron el sufrimiento injusto de las víctimas.»

· «La geografía vasca atenazó a los artistas nativos: una pinza fue el miedo, la otra,la subvención.»

· «El silencio oneroso transmitido entre las últimas generaciones de vascos es un pecado social que necesita de la terapia de la comunicación.»

· «La legitimación indirecta del terrorismo sigue siendo el argumento central entre gran parte de la intelectualidad. ¿Dónde está esa hambre de verdad del artista?.»

El-cine-es-memoria-INAKI-ARTETAEl artista entrega a los demás los sentimientos que ha experimentado para infectarles con ellos y conseguir que los experimenten como propios. La tarea es, dependiendo del campo temático en el que cada uno decida jugar, más o menos comprometida con la verdad, más o menos comprometida con los tiempos y la realidad en los que se viven.

En nuestro país, el terrorismo ultranacionalista fue cocinando día a día, asesinato tras asesinato, durante los últimos y largos cincuenta años, una vivencia común extraña. Los periódicos daban cuenta diaria de las atrocidades terroristas, y durante mucho tiempo la mayoría parecía no prestarle demasiada atención, al pasar de página se encontraba con la “normalidad”. El cine, el teatro, la literatura, no reflejaron apenas la cruel realidad de los grandes colectivos amenazados, de las víctimas sufrientes, de una parte del país poseída por un cáncer exterminador, mucho menos de la influencia que esos actos continuados iban ejerciendo en los modos de actuar de la sociedad y la política.

No queda sino trabajar para el futuro con el imperativo moral de preservar para las próximas generaciones la verdad de lo ocurrido, amparando para siempre la memoria de las víctimas y señalando sin ningún tipo de pudor a los verdaderos responsables.

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Cierta complicidad en muchos sectores, despreocupación en casi todos, el caos en la respuesta a los asesinos abanderados de minoría idealista, sembraron un ambiente de disimulo generalizado. La propaganda radical-terrorista avalada por un supuesto pasado antifranquista resultó eficaz y creó un convencimiento muy extendido respecto a que no era del todo malo matar por unos ideales, argumento que se instaló en la mente de muchos ciudadanos españoles y derivó en una malformación social en la Comunidad vasca que aún hoy es de difícil curación. (…)

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Iñaki Arteta Orbea es fotógrafo y director de cine.
Autor, entre otras películas documentales de Voces sin libertad; El infierno vasco; 13 entre mil, y 1980.