“La organización terrorista pretende legitimar y equiparar a sus muertos con las que la propia banda provocó. Como si fuera poco, también quiere que el Estado español la financie…”
La organización terrorista pretende legitimar y equiparar a sus muertos con las que la propia banda provocó. Como si fuera poco, también quiere que el Estado español la financie.
La ETA ordenó a la izquierda nacionalista vasca, los abertzale, la creación de su propia asociación de víctimas. Con esta iniciativa, pretende contrarrestar la presión de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) de cara a una hipotética negociación con el Estado.
Para lograr estos objetivos, la banda tiene muy avanzada ya la planificación de quiénes formarían parte de esa organización de víctimas abertzales, de cómo debe ser la estructura e incluso prevén contar con subvenciones públicas para financiarla.
Por un lado, la organización terrorista quiere integrar a los familiares de militantes de ETA, de los Comandos Autónomos Anticapitalistas, o de Iraultza -organización terrorista surgida a principios de los 80-, que hubieran fallecido mientras se encontraban participando de las actividades de la organización, o en prisión.
ETA quiere contar también en esta asociación con las familias de las víctimas de organizaciones como los GAL, la Triple A, los Guerrilleros de Cristo Rey o el Batallón Vasco Español o de lo que ellos denominan «incontrolados uniformados».
Un tercer grupo de candidatos a formar parte de la nueva estrategia de ETA serían los familiares de personas que murieron o resultaron heridos por la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Los terroristas quieren una organización «sencilla» y que cuente con un coordinador general que se encargue de gestionar las actividades de la organización y de llevar las relaciones institucionales de la misma. También deberá contar con un vocero, así como con responsables provinciales y una asesoría legal.
La planificación estipula la realización de dos asambleas generales cada año y hasta lo que costaría financiar la nueva organización. Para esto último calcularon que serán necesarios 43 mil euros al año (más de 54 mil dólares). Además pretenden contar con subvenciones públicas para financiarse.
Inforbae (Argentina), 4/7/2010