Javier Elorrieta Garcia-Editores
Me adelanto al comentario de mi sugerencia habitual. No se pierdan ningún artículo de la página diaria de opinión política de La Fundación para la Libertad.
Hoy destaco el artículo de Santiago González en su Blog. En el mismo se recoge el acuerdo que firmaron PNV-EA y ETA. En el que no aparece formalmente la firma de HB. Que como les dije en el Parlamento en su día sería una firma redundante de la de ETA. Lo que era evidente.
Fue ese acuerdo previo a la legislatura, a la que me sumé en calidad de independiente en las listas del PSE-PSOE para desarrollar la alternativa Constitucionalista al nacionalismo hecho ya Frente explícito. En el transcurso de esa legislatura de la que sólo salió en sustancia legislativa una sola Ley, menor por otra parte, la ley del TAXI. Lo que muestra el papelón artificioso , míseramente funcional. sobre el que casi nadie reflexiona y denuncia, cual es el dimensionamiento absurdo de las instituciones.
La realidad legislativa en el Estado de las Autonomías, que no reniego de ello, está sobredimensionado y forma parte del «negocio de la política». Costoso e inútil. Amparado por ese eslogan falaz de que la «democracia es cara». Pero es cuestión de otras reflexiones.
En esa aciaga legislatura asesinaron al Portavoz en ese Parlamento del PSE-PSOE, Fernando Buesa, junto a su escolta Jorge Díaz. Asesinaron al que fuera mi colega del Foro de Ermua y de columna de opinión en el Mundo del País Vasco ,José Luís López de la Calle. Y todo aquello por lo que luchamos, quedó alterado por el propio partido al que apoyé.
De estar a punto de lograr la victoria electoral la alternativa constitucional, cuando ETA mataba y estaba en las instituciones, a llegar a lo de hoy, a que los partidos constitucionalistas casi ni existan en un marasmo de abstención ( casi el 50% en las últimas autonómicas). El nacionalismo, amparado en un miedo social que no se ha extinguido, va de victoria en victoria. Especialmente el nacionalismo sucesor de ETA.
Las listas de Bildu cuajadas de etarras condenados manifiestan esa victoria política de ETA. Mientras, algunos , con conciencia y arrepentidos de su militancia en esas siglas, no han podido volver a su pueblo, lo que evidencia la dimensión de la cacareada «derrota del terrorismo».
En fin. Ya lo dijo Pilar Ruiz, madre de Joseba Pagazaurtundua. «Haréis cosas que nos helaran la sangre». Lo vienen haciendo desde ZP hasta Sánchez. Y no hay voluntad de enmienda.