Javier Elorrieta-Editores
Una pregunta tonta. ¿Dónde están los síntomas de qué ETA ha sido vencida?. Porque cuando alguien pierde, o gana, se generan los síntomas que lo evidencian. Normalmente en que los proyectos del perdedor quedan apartados de la perspectiva política de la posibilidad de instaurarlos.
Cuando todas la liturgias de la transformación de la presencia política del proyecto de ETA, consistente en que ETA dejaba su acción criminal terrorista a cambio de la persistencia de ese proyecto político, se percibía el abatimiento de las organizaciones de Victimas del terrorismo y la felicidad de los teóricamente perdedores. Algo no era lógico. La satisfacción de «los vencidos» . Lo que expresa ,con buen tino, y análisis, el ensayo de Rogelio Alonso «La Derrota del Vencedor». Por cierto, ensayo que Joseba Arregui (dep), recomendaba encarecidamente, en el Hotel Abando de Bilbao, delante de mi, a algún miembro del Memorial de Víctimas del Terrorismo.
Todos los síntomas de realidad social indican que la meritoria labor del Memorial de Víctimas, por lo que me han comentado, no llega. Porque es casi nula la asistencia de alumnos de la red de educación vasca. Y poca influencia tiene en el empuje de una educación de valores democráticos de las nuevas generaciones vascas. Influye más, la cotidianidad callejera, una Txozna de «jaiak bai, borroka ere bai» en los comportamientos sectarios de la política juvenil vasca, fascistizada por la sopa ideológica del social-nacionalismo imperante. Porque no sólo no han sido derrotados. Sino que han sido estimulados. Déjense de retórica maniquea.
Otra pregunta. ¿No sería pertinente el evaluar la posibilidad, que éste resultado real, que denuncia el artículo de JA Zarzalejos, y que es innegable, se debe a las políticas que se introdujeron por el PSOE, fundamentalmente, tras romper todos los acuerdos de Estado, «La ley de partidos y la lucha contra el terrorismo»?. Y toda la evolución tras la llegada de ZP al gobierno.
Pero si un partido muestra más desprecio, rencor , a los que gratuitamente les dieron la Presidencia del Gobierno Autonómico, que a los responsables del terrorismo. Y muestran más respeto reverencial a los que asesinaban, que a los que asesinaron, no hay mucha posibilidad , en parámetros de lógica democrática, de poder superar la inmoralidad política en la que están inmersos.
Viendo las fiestas de la Blanca en Vitoria, me vino la imagen del Memorial de Víctimas como si fuera un fuerte de las películas del Oeste americano, rodeado de miles de indígenas bailando la danza de la muerte. Pero algunos sólo se escandalizaran con la foto del entierro de Isaías Carrasco, y llamarán miserable a quién la usó ( yo no lo hubiera hecho, pero sin más). Y no a las políticas de los que portaban el féretro. Por cierto, en aquel funeral lo más miserable, por utilizar el mismo calificativo, fue el comportamiento de Patxi López con Rajoy. Pero eso es «pecata minuta».
Igual en Bilbao sacan la figura del Rey, una espada bolivarina, y a liarse a espadazos , entre kalimotxo y kalimotxo. «Jaiak bai,Borroka ere bai». «Fiestas sí, Lucha también».
Que la fiesta no decaiga. Y controlen los termostatos.
No se pierdan el resto de artículos. Aunque destaque el de J.A, Zarzalejos.