EL CORREO, 10/10/12
Los nacionalistas catalanes vaticinan que PP y PSOE tendrán que replantearse su veto tras ver los resultados de las elecciones del 25 de noviembre
El Congreso dio ayer un nuevo portazo a la vía soberanista emprendida en septiembre por el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y la mayoría nacionalista del Parlamento catalán y, de paso, se colocó la venda antes de la herida por si una posible victoria nacionalista en las elecciones vascas resucita la estrategia de Juan José Ibarretxe y Euskadi enfila un camino similar. El PP y el PSOE dejaron claro que no van a permitir, ni ahora ni en el futuro, la celebración de consultas soberanistas en Cataluña, el País Vasco o cualquier otra parte del territorio español.
El debate soberanista entró ayer de lleno en el Congreso con motivo de la discusión de una iniciativa de Esquerra Republicana, que reclamaba el traspaso a Cataluña de la facultad de convocar consultas por vía de referéndum para someter a la valoración del pueblo catalán «decisiones políticas de trascendencia especial» para su territorio. La proposición fue rechazada por los dos grandes partidos y UPyD, que suman el 86% de los diputados, y fue apoyada por todas las formaciones nacionalistas -CiU, PNV, Amaiur, ERC y BNG- y por IU-Iniciativa per Catalunya.
PP, PSOE y Rosa Díez recordaron que la autorización para celebrar consultas de relevancia política es una prerrogativa exclusiva e intransferible del Estado, pues forma parte de la reserva de competencias del artículo 149 de la Constitución. Argumentaron también que este tipo de referendos no pueden ser permitidos porque una parte de España no puede suplantar a la «soberanía nacional» a la hora de decidir sobre temas que afectan a todos los territorios que conforman el Estado y a su organización.
Los portavoces de las tres formaciones recordaron que el Tribunal Constitucional ya ha frenado los intentos previos de consultas que ha considerado ilegales -plan Ibarretxe y ley catalana de referendos- y ha fijado una doctrina unánime sobre el particular. Asimismo, adelantaron que tampoco tienen la más mínima intención de abordar la reforma de la Carta Magna reclamada por los nacionalistas para que las autonomías cuya mayoría social así lo decida, puedan ejercer su «derecho a decidir» y pronunciarse sobre el tipo de vínculo que desean mantener con el Estado español.
«Ley y pacto»
Los populares, representados ayer por el exjefe de la Abogacía del Estado, Arturo García-Tizón, se limitaron a un discurso puramente jurídico, sin entrar en consideraciones de tipo político ni en la polémica desatada por la estrategia del independentismo catalán.
En cambio los socialistas, con Ramón Jáuregui como portavoz, no esquivaron el tema. El exministro bajó a la arena política y aseguró que «la consulta de la independencia no es el camino para solucionar las tensiones territoriales sino el problema». Cree que algunos apuestan por los extremos y quieren obligar a elegir entre independencia o recentralización. Su solución es «ley y pacto». Cero vulneraciones de la Constitución y acuerdos posibles -entre los que eligió el federalismo- que luego se consulten a los ciudadanos.
Rosa Díez tampoco evitó el debate político y aseguró estar en contra de la secesión porque «lo que necesita España es más unión y menos nacionalismo».
Los portavoces de CiU y ERC alertaron a los grandes partidos de que quieren pactar el ejercicio del derecho a decidir y que es peligroso que el Gobierno y el Congreso cierren «todas las puertas». Dijeron representar un clamor de la calle y advirtieron, como ya hizo Mas, que la consulta soberanista se hará de una u otra forma. «Nosotros votaremos», aseguró el proponente, Alfred Bosch. «No hay nada que pueda parar la democracia en Cataluña», añadió Jordi Xuclá, de CiU. Los dos avisaron a PP y PSOE de que van a verse obligados a «replantearse su posición» tras las elecciones catalanas del 25 de noviembre, en las que los soberanistas esperan una gran victoria.
Aitor Esteban, del PNV, y Jon Iñarritu, de Amaiur, vieron «miedo» en la negativa de PP y PSOE y preguntaron por qué lo que es posible y democrático en Canadá con Quebec, o en Reino Unido con Escocia, no lo es en España. Esteban, con la cabeza puesta también en Euskadi, avisó de que «si cierran la puerta a Cataluña se la cierran a las soluciones». IU-ICV, sin ser independentista, apoyó todo tipo de referendos ante la necesidad de profundizar en la democracia.
EL CORREO, 10/10/12