El dedo que silenció la disidencia de ‘Yoyes’

EL CORREO 15/11/13

· ‘Kubati’, autor de más de una docena de asesinatos, se encargó de matar a la exetarra Dolores González Catarain

Cada vez que se pretende realizar una enumeración mental de los asesinos más sanguinarios de ETA, el nombre de ‘Kubati’ aparece en la lista, junto con otros tenebrosos historiales como los de Urrosolo Sistiaga, ‘Txeroki’ o De Juana Chaos. José Antonio López Ruiz, ahora ‘Antton’, mató a trece personas y participó en ocho atentados con resultado de muerte, pero pasará a la negra historia de la banda terrorista con el apellido de ‘el asesino de Yoyes’. Porque el miembro de ETA que salió ayer a la calle es el propietario del dedo que el 10 de septiembre de 1986 apretó el gatillo que cortó de raíz la existencia de Dolores González Catarain, exmilitante etarra que en 1980 se salió de la banda en disconformidad con la ‘línea dura’ de su dirección.
‘Kubati’ no conocía a ‘Yoyes’. Aunque fue señalada por Latasa Getaria, ‘Fermín’, el asesino incluso tuvo que preguntarle a ella misma su identidad a la hora de cerciorarse de que era verdaderamente la víctima a la que Francisco Mujika Garmendia, ‘Pakito’, entonces líder del sector duro de la banda, ordenó eliminar por abandonar la disciplina terrorista. «¿Tú eres ‘Yoyes’?», preguntó a una joven que paseaba con su hijo por Ordizia. Ella contestó que sí. «¿Y sabes quién soy yo?, volvió a demandar López Ruiz. «Soy un miembro de ETA y vengo a ejecutarte», añadió. Un disparo en el tórax y otro en el muslo derecho frenaron el estéril intento de reacción. Dolores se desplomó en el suelo, mientras su asesino huía. Testigo de todo fue el niño, Akaitz, de tres años y medio. Horas más tarde le dijeron que su madre se había ido de viaje. Pero nunca regresó.
ETA por entonces estaba liderada por ‘Txomin’, de la misma sanguinaria generación armada de ‘Yoyes’ y el dirigente que se aventuró a llevar las primeras negociaciones de paz con el Gobierno español. Entre ambos las discusiones eran largas y profundas, pero dicen que se respetaban. Por ello, siempre se ha dicho que él no autorizó la muerte de la disidente guipuzcoana.

Historial sangriento
‘Kubati’ (Elorrio, 1954) engordó mucho su sangriento currículum tras matar a Dolores González. Ya antes era amplio y abominable porque ingresó en ETA en los setenta, en plenos ‘años de plomo’, pero fue en los ochenta cuando cometió un mayor número de atentados con el ‘comando Goiherri-Kosta’. Como jefe de este talde participó en ataques como el que acabó con la vida del gobernador de Gipuzkoa Rafael Garrido, su esposa e hijo, y de una ciudadana portuguesa que pasaba por el lugar, el 25 de octubre de 1986.
Como en el caso de ‘Yoyes’, López Ruiz mató al cabo de la Guardia Civil Antonio Meto Melero en presencia de un familiar, el 1 de noviembre de 1987, y fue autor, entre otras muchas acciones, de los asesinatos del ex policía municipal y antiguo juez de paz de Azkoitia (Gipuzkoa) José Tomas Larrañaga Arenas y de otros miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado.
El terrorista fue detenido en Tolosa el 25 de noviembre de 1987 mientras realizada una llamada telefónica desde una cabina. La operación llevada a cabo por la Guardia Civil se denomino ‘Akaitz’, por el hijo de ‘Yoyes’. Desde entonces pasó en repetidas ocasiones por el banquillo de acusados de la Audiencia Nacional hasta sumar un rosario de condenas por un total de 1.210 años. Aunque estuvo a punto de ser excarcelado en 2007 por una redención de condena por estudios –cursó dos carreras en la UPV con expedientes que levantaron algunas sospechas–, finalmente la aplicación de la ‘doctrina Parot’ le ha mantenido entre rejas en el centro penitenciario gaditano de Puerto de Santa María hasta que Estrasburgo ha derogado la norma del Tribunal Supremo.