EL CORREO, 30/8/12
El ‘caso Uribetxebarria’ desembocó ayer en una polémica sobra las manifestaciones para reclamar la puesta en libertad del preso de ETA enfermo de cáncer. Después de que la Audiencia Nacional prohibiera la marcha a pie que debía iniciarse ayer en San Sebastián y terminar el sábado en Mondragón en apoyo de Josu Uribetxebarria, sus convocantes -miembros de la cultura y la política vasca entre los que se destacan la exdirectora de Emakunde, Txaro Arteaga, el periodista Martxelo Otamendi y el bertsolari Andoni Egaña- organizaron con rapidez otra para el sábado en la capital guipuzcoana con la intención de denunciar «un atropello político, un escándalo judicial y una terrible burla a la petición de respeto de los derechos humanos».
También mostró gran celeridad el delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo, que inmediatamente de conocer la convocatoria de la protesta donostiarra pidió al fiscal jefe de la Audiencia Nacional que siga con «su actitud de firmeza» y que la prohíba al estimar que no es sino «una argucia».
Mientras tanto ayer se repitió la concentración que diariamente celebran decenas de personas convocadas por la plataforma de apoyo a los presos etarras Herrira ante el hospital Donostia de San Sebastián, centro en el que se encuentra ingresado Uribetxebarria. Entre ellos estaba ayer el franciscano Paulo Agirrebaltzategi, de 70 años, que a mediodía encabezó una marcha de un centenar de personas hacia el Ayuntamiento portando una silla y una copia de la declaración de derechos humanos. El fraile fue interceptado en su recorrido por la Ertzaintza, aunque pudo seguir su camino tras ser identificado. Agirrebaltzategi fue recibido por el alcalde, Juan Karlos Izagirre.
En el debate político suscitado por el ‘caso Uribetxebarria’, la candidata de la coalición EH Bildu, Laura Mintegi, señaló que «es muy grave que un Estado de Derecho no aplique la ley de la misma manera en todos los casos», al tiempo que aseguró que si el preso etarra hubiera sido un recluso común no hubiera alcanzado el «punto a que ha llegado». En la misma esfera colocó a Arnaldo Otegi, víctima de un castigo por su «disidencia política».
Sobre el reciente episodio de kale borroka registrado en Getxo, indicó que «la condena es adecuada a los púlpitos», pero no para responsables políticos. En su opinión, lo importante es «hablar y poner medios para que esto no se repita». Sus palabras fueron desautorizadas por los principales partidos, que solicitaron a Mintegi que realizara una condena explicita de la violencia callejera.
EL CORREO, 30/8/12