JUAN CARLOS VILORIA-El Correo
- Desconcierto en el PP sobre la mejor actitud para frenar la amenaza ultra
Para el PP, hasta ahora referente y única alternativa al PSOE, el enigma de cuál será la evolución sociológica del partido de Abascal es de tal magnitud que están en pleno desconcierto respecto a la actitud más eficaz para frenar su amenaza. Aznar defiende votar ‘no’ pensando que es la mejor manera de marcar territorio e impedir que su partido se vea desbordado y ellos acaben haciendo la oposición a rebufo de Vox. Es una posición de estricto instinto de conservación. Esperanza Aguirre defiende apoyar la moción en el convencimiento de que es preciso perder los complejos respecto a Vox y apostar por una futura convergencia como única vía para enfrentarse a la izquierda. Y Cayetana Álvarez de Toledo sostiene la abstención para no romper puentes con el electorado de Vox, pero tampoco entregar el PP a la fuerza competidora.
La divergencia es más llamativa teniendo en cuenta que los tres pertenecen a la corriente más liberal del partido conservador y siempre han coincidido en sus posiciones. De la decisión por la que finalmente se incline Casado habrá que deducir cuál será en el inmediato futuro su estilo de enfrentarse al enigma Vox. Enigma porque según las encuestas más pegadas al momento de la moción de censura no hay tendencias claras sobre hacia dónde se inclina el electorado. Todas apuntan leves ascensos de PP y Vox, Sánchez resiste y Podemos pierde fuelle. Pero el mapa electoral sustancialmente indica que con media España confinada, la economía en la UVI, las instituciones cuestionadas por la izquierda, los votantes no se mueven. El miedo al futuro es paralizante.
Pero los sociólogos también detectan que hay un malestar de fondo que se expresa en manifestaciones puntuales de los sectores más asfixiados que podrían dar una patada al tablero en un momento determinado. Si Vox aprovecha la moción para captar ese descontento y propone un programa populista de derecha puede dar un susto a los populares. El enigma no es qué votará el PP o que dirá Casado, sino qué efecto tendrá la moción en el electorado del centro-derecha nacional.