ABC – 23/08/14
· Un muyahidín británico les aconseja que abandonen sus hogares en secreto.
· Esclavas sexuales. Un número significativo ejerce de «esposas exprés» para «aliviar el dolor» a los terroristas.
La detención, el pasado 2 de agosto, de dos mujeres, Fauzia Allal Mohamed y una menor de edad, en el paso fronterizo melillense de Beni Enzar, cuando intentaban entrar en Marruecos con el fin de contactar con la red que las trasladaría de forma inminente a una zona de conflicto entre Siria e Irak, ha encendido las luces de alarma, aún más si cabe, en España. Según datos que obran en poder de los Servicios de Inteligencia, crece el número de muchachas captadas para la yihad. De hecho, un combatiente británico revela que a diario llegan entre diez y veinte mujeres a los territorios controlados por el Estado Islámico, grupo terrorista que lidera Abu Bakr Al Baghdadi.
A través de los testimonios de yihadistas detenidos tras retornar a sus países de origen, los Servicios de Información disponían de datos de que a raíz del conflicto en Siria había aumentado el número de menores captados como combatientes. Y muchos de ellos trasladados a campos de entrenamiento de Alepo. Pero en los últimos meses se ha disparado también el número de mujeres reclutadas. Tras la captura de las dos muchachas en Melilla, el Ministerio del Interior ya advirtió de que la estrategia de reclutamiento de las redes instauradas por la organización terrorista Estado Islámico no repara en el sexo, la edad o la situación personal de los potenciales combatientes. Y, cuanto más jóvenes, más vulnerables son para sucumbir a la radicalización.
«Secuestradas»
Una prueba contundente la aporta un combatiente británico integrante del Estado Islámico, que se ha prodigado en las redes sociales. Se oculta tras los apodos «Abu Qaa» y «Abu Qaga al-Britani». Y utiliza su cuenta en Tumbir, una plataforma de microblogging que permite a sus usuarios publicar textos, imágenes, vídeos, enlaces, citas y audio. Los usuarios pueden seguir a otros usuarios registrados y ver las entradas de estos conjuntamente con las suyas. De esta manera, Tumbir puede considerarse una herramienta social.
Pues bien, a través de esta plataforma, el pasado 19 de junio, «Abu Qaga» aconsejaba a las mujeres con pretensiones de abandonar sus hogares para dirigirse a las zonas controladas por el Estado Islámico que mantengan en secreto sus planes. Que no se los revelen siquiera a sus familiares más próximos. Y por supuesto, les conmina a que una vez hayan partido hacia zonas en conflicto, no mantengan ningún tipo de contacto, telefónico o a través de redes sociales, con sus parientes.
En otro momento, aseguraba que un promedio de entre 10 y 20 mujeres, también menores, llegan a diario a Dawlatul-Islamiyyah –territorio que se atribuyen los terroristas del Estado Islámico–. «Abu Qaga» no especifica la procedencia de este reclutamiento, aunque los expertos antiterroristas creen que se refiere a Occidente. Resultaría escalofriante que aludiera a Reino Unido.
La Comisaría General de Información, que realizó la operación en colaboración con las Fuerzas de Seguridad de Marruecos, sospechan que las dos muchachas detenidas en el paso fronterizo de Melilla iban a ser utilizadas como esclavas sociales por los muyahidines una vez en territorio controlado por el Estado Islámico. No son conscientes de ello, pero una vez allí les obligan a practicar sexo con los combatientes, para «aliviarles su sufrimiento», bajo amenaza de aplicarles con toda su crudeza la sharía.
Pero este no es solo el destino que les espera a las mujeres reclutadas. Muchas son obligadas, al igual que los hombres, a convertirse en auténticas bombas humanas, es decir, adosarse un cinturón cargado de explosivos o lanzar contra un objetivo un camión bomba. Los Servicios de Inteligencia occidentales disponen de numerosos casos en los últimos años. Algunas incluso han sido arrastradas al «martirio» –atentados suicidas–, después de haber cumplido con su «obligación sexual» con la yihad. Fuentes policiales alertan de que las redes sociales juegan un papel clave en la captación de futuros yihadistas. Por ello, consideran vital que los padres denuncien de inmediato cualquier abandono de hogar por parte de jóvenes.
ABC – 23/08/14