Opinión, EL MUNDO, 8/7/11
LA DETENCIÓN en Cambridge del etarra Eneko Gogeaskoetxea demuestra que los crímenes de la banda no quedan impunes. Gogeaskoetxea, que había adoptado una identidad polaca, simulaba llevar una vida normal en la ciudad inglesa. Hace seis años huyó de Francia, donde ejercía probablemente como jefe de logística de la banda. Ahora la Justicia española le reclama como presunto autor del asesinato de un ertzaintza en Bilbao. Todo indica que este hombre no prestaba ya servicios relevantes a ETA, pero ha sido capturado y tendrá que responder por sus acciones. Ello supone un mensaje a otros compañeros suyos que se puedan hallar en parecida situación. El Estado no puede bajar nunca la guardia con los asesinos, como tampoco la tregua de ETA debe servir de pretexto para que las Fuerzas de Seguridad dejen de perseguir a quienes han formado parte o han colaborado con la banda.
Opinión, EL MUNDO, 8/7/11