EL MUNDO – 24/12/16
· Colau se desmarca del referéndum unilateral y pide a Puigdemont, que ha prometido una votación en septiembre, «no poner fechas» Junqueras sale en defensa del plan oficial ante la pasividad del ‘president’.
· El soberanismo salió ayer de la cumbre por el referéndum más dividido de lo que entró. Carles Puigdemont lo había preparado todo con mimo para que Ada Colau y el espacio político que representa se sumara a las reivindicaciones del Govern y así escenificar que, como repiten en las últimas semanas desde el PDeCAT y ERC, no se trata de la independencia de Cataluña, sino de democracia.
Pero la alcaldesa de Barcelona torció sus planes. Colau no sólo logró que, tras la reunión, el presidente de la Generalitat no mencionara la votación unilateral que ha prometido; sino que también presentó una enmienda a la totalidad del calendario soberanista, que prevé esa consulta en septiembre de 2017, aunque no haya acuerdo con el Estado.
«Quizás es mejor no poner fechas a corto plazo o la sensación de tener prisa, porque si no se cumple, lo que suele pasar es que se genera frustración. Puede tardar más tiempo y la cuestión es hacerlo y hacerlo bien», dijo la alcaldesa de Barcelona.
El gran perdedor de la jornada fue Puigdemont. Su comparecencia tras la cumbre –un formato muy querido por su antecesor, Artur Mas, y que él recuperó ayer– sorprendió por dos motivos: no aceptó preguntas y no habló en ningún momento de celebrar un referéndum unilateral, como ha prometido.
«El hilo conductor que nos une es la voluntad de celebrar un referéndum sobre cuál ha de ser el vínculo entre Cataluña y España, y hacerlo de manera acordada con el Estado», se limitó a decir el presidente de la Generalitat.
En contraste, y como muestra de que la distancia entre los integrantes de Junts pel Sí es más grande de lo que dejan ver en público, Oriol Junqueras hizo todo lo contrario. Su intervención consintió sólo en responder preguntas, y quiso dejar claro que, por parte de ERC, «sin duda» se mantiene el compromiso de celebrar un referéndum en septiembre haya o no acuerdo con el Estado. En su opinión, «la experiencia enseña» que no va a ser posible llegar a un acuerdo con Madrid.
La CUP se alineó con ERC, en contra de las «divagaciones».
La diputada Anna Gabriel recordó que su partido y Junts pel Sí pactaron que septiembre sea «como mucho» la fecha del referéndum. «Si hay voluntad de hacer el referéndum, no hay dilaciones que lo justifiquen. Si hay voluntad por parte del Estado lo sabremos pronto», afirmó.
Desde el principio quedó claro que el principal objetivo de Puigdemont y de Junts pel Sí cuando convocaron la cumbre de ayer era el de escenificar un amplio apoyo al referéndum, más allá de los grupos independentistas. Por eso era tan importante la presencia de Ada Colau: la reunión, que iba a celebrarse en primera instancia por la mañana, se trasladó a la tarde para que pudiera participar la alcaldesa de Barcelona.
También la elección de los ocho miembros del «comité ejecutivo» que a partir de mañana se encargarán de organizar actos por Cataluña y el resto de España y Europa para defender el referéndum va en esa dirección. De los ocho nombres, cinco –los de Joan Ignasi Elena, Maite Arqué, Itziar González, Francesc Pané y Jaume Bosch– integraron en el pasado los sectores del PSC e ICV más receptivos con las tesis nacionalistas.
La versión de Colau y su entorno, de ICV y de la parte catalana de Podemos –que están a punto de crear un nuevo partido unificado de ámbito catalán– es que no son ellos quienes se han acercado a los independentistas, sino al revés. Recuerdan que Junts pel Sí ganó las elecciones sin contemplar la celebración de ningún referéndum, y que el Govern ha cambiado su hoja de ruta para pedir, primero, un referéndum pactado con el Estado, del que ayer desconfiaban abiertamente ERC y la CUP.
De hecho, Gabriel, una de las 83 personas que participaron en la cumbre, mostraba su escepticismo antes de que comenzara la reunión. En su opinión, lo que hace falta es que los grupos que se reunieron ayer para pedir un «referéndum pactado» den apoyo a la vía unilateral cuando se «constate el fracaso» de la estrategia de buscar un acuerdo con Madrid. «Pedimos que nos acompañen cuando pase eso», insistió la diputada antisistema, en una idea que después repitió también Junqueras.
Precisamente la CUP había protagonizado la opinión del Gobierno español sobre la cumbre. El portavoz del Ejecutivo, Íñigo Méndez de Vigo, dijo por la mañana, antes de la reunión, que el presidente de la Generalitat no debería «dejarse llevar por los radicales», en clara referencia al partido antisistema.
Méndez de Vigo insistió en que «la inmensa mayoría de los catalanes son moderados». En cualquier caso, también dijo que «referéndum de autodeterminación no va a haber en España, porque va contra la Constitución, que garantiza el autogobierno de Cataluña».
Y, pese a mantener la oferta de diálogo con la Generalitat, el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, cargó contra la utilización «partidista» del Parlament como escenario para la cumbre. «Democracia es defender las instituciones y no utilizar el Parlament para defender posiciones independentistas», dijo.
EL MUNDO – 24/12/16