El Gobierno apuntala la firmeza del TC ante el independentismo

EL MUNDO 08/06/13

· Nombra magistrados a González-Trevijano y Enrique López, rotundos en la defensa de la unidad de España
· El CGPJ elige a Xiol y a M.-Vares, ponente dela resolución del TS en favor del castellano como lengua vehicular en Cataluña

El Ejecutivo de Rajoy llevó a cabo ayer una renovación del Tribunal Constitucional con la que se garantiza la firme defensa por parte de esta institución de postulados clave del vigente sistema constitucional, en particular la unidad del Estado frente al desafío soberanista y el mantenimiento de la Monarquía. La llegada al TC, gracias al dedo del Gobierno, del catedrático Pedro González-Trevijano y del magistrado Enrique López apuntala una mayoría del tribunal favorable a esos postulados, a la que también ha contribuido el Consejo General del Poder Judicial con la designación del magistrado del Supremo Santiago Martínez-Vares. El CGPJ eligió, además, al progresista Juan Antonio Xiol.
Bajo la tutela de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, el Ejecutivo llevó a cabo ayer una decisiva renovación del Tribunal Constitucional en el actual momento histórico. Desde el punto de vista ideológico, los nuevos magistrados aportan al TC unos postulados que afianzan la posición de este tribunal como valladar frente a los proyectos independentistas, pero que al mismo tiempo cubren otros flancos: la defensa de la Monarquía constitucional y su prolongación en Felipe de Borbón o el conocimiento del fenómeno terrorista y el fin de ETA.
Desde el punto de vista estratégico, el TC pasará de una mayoría de siete magistrados propuestos por el PSOE frente a cinco designados por el PP para tener la mayoría inversa: siete jueces propuestos por los populares frente a cinco del PSOE. Esto proporciona al Ejecutivo una cierta tranquilidad ante el examen de los asuntos sensibles que el tribunal tiene pendientes, desde el aborto a la reforma laboral, el sistema de salud o la educación, las tasas judiciales o los conflictos competenciales.
Esa mayoría numérica hará posible la elección como presidente del Constitucional para los próximos tres años de un magistrado con el que La Moncloa pueda sentirse cómoda. Algo que, en el caso de un Gobierno del PP, no sucedía desde 2004.
Los dos jueces nombrados ese año por el Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero, Manuel Aragón y Pablo Pérez Tremps, serán ahora sustituidos por el catedrático de Derecho Constitucional Pedro González-Trevijano y por Enrique López, magistrado de la Sala Penal de la Audiencia Nacional, encargada de los delitos de terrorismo.
Articulistas habituales, ambos han expresado en reiteradas ocasiones su rotunda defensa de la unidad del Estado, rechazando procesos secesionistas. Así, González-Trevijano ha abogado por la «incuestionable supremacía» de la Constitución de 1978 y la «inquebrantable unidad de la Nación española». Por su parte, López ha escrito que «somos muchos los españoles que nos seguimos sintiendo a gusto con esta Constitución, norma anclada en un principio básico como es que la soberanía popular reside en el pueblo español y que se fundamenta en la indisoluble unidad de la nación española».
El Consejo General del Poder Judicial, por su parte, también eligió ayer en apenas 15 minutos como nuevos magistrados del TC al presidente de la Sala Civil del Supremo, Juan Antonio Xiol, y al magistrado emérito del Alto Tribunal Santiago Martínez-Vares. Sustituirán a los actuales presidente y vicepresidente del Constitucional, Pascual Sala y Ramón Rodríguez Arribas, elegidos por el CGPJ hace nueve años.
Xiol y Martínez-Vares obtuvieron 18 votos. Sólo tres vocales (Almudena Lastra, propuesta por el PSOE, y Concepción Espejel y Claro Fernández-Carnicero, propuestos por el PP) se apartaron del acuerdo mayoritario, en cuya gestación ha tenido un papel decisivo el vicepresidente, Fernando de Rosa, capaz de recomponer en torno a un candidato de consenso la unidad de los vocales designados en su día por el PP. Ello favoreció que el sector propuesto por el PSOE superara a su vez su división entre Xiol y el magistrado de la Sala Penal del TS y ex fiscal general Cándido Conde-Pumpido.
Este último, en tándem con el magistrado de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Supremo Ricardo Enríquez, fue votado por Lastra, Espejel y Fernández-Carnicero.
Ya realizada la elección, Fernández-Carnicero protagonizó una intervención que irritó a numerosos vocales al expresar su desagrado por los «cabildeos» que habían precedido a unos nombramientos en los que, a su parecer, habían influido presiones «externas». Consejeros como Antonio Dorado le exigieron que retirara esas palabras por no responder a la realidad y el vocal José Manuel Gómez Benítez preguntó a Fernández-Carnicero, sin que éste respondiera, por el nombramiento de Miguel Ángel Luelmo como magistrado del Supremo. Gómez Benítez se refería a las gestiones realizadas a favor de Luelmo por Fernández-Carnicero, que recabó votos a favor de ese candidato ofreciendo a cambio su apoyo a Xiol para acceder al TC.
El Constitucional tendrá que examinar ahora si reúnen los requisitos formales los nuevos magistrados, que tomarán posesión el jueves. Los 12 miembros del tribunal, en el que permanecerán sólo dos magistradas, ya que tanto el Ejecutivo como el CGPJ han optado exclusivamente por varones, deberán elegir luego al presidente y vicepresidente.
El TC, que se ha renovado en su totalidad en sólo tres años debido al retraso del Congreso y Senado en efectuar los nombramientos que les correspondían, queda integrado por Francisco Hernando, Francisco Pérez de los Cobos, Andrés Ollero, Juan José González Rivas, Martínez-Vares, González Trevijano y Enrique López, de sensibilidad más cercana al PP, y por Adela Asúa, Luis Ortega, Encarnación Roca, Fernando Valdés y Xiol, considerados más próximos a los postulados del PSOE.