ABC 16/04/15
· El Ejecutivo, que cuenta con el apoyo del PSOE, convoca al embajador de Venezuela después de que su presidente llamara «racista» a Rajoy
El desencuentro entre España y Venezuela, materializado en los últimos años por diversos incidentes, está viviendo un nuevo episodio, tras la furibunda reacción de Nicolás Maduro contra la proposición no de ley del Congreso de los Diputados en la que se pide la liberación de los dirigentes de la oposición detenidos en aquel país. El presidente venezolano aprovechó para cargar una vez más contra el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, a quien acusó, entre otras cosas, de «racista», lo que provocó que el Ministerio de Asuntos Exteriores convocara al embajador de Venezuela, Mario Isea, para expresar su protesta por unos insultos, que calificó de «intolerables».
Las autoridades españolas han optado en diversas ocasiones por no responder a las frecuentes descalificaciones y amenazas de Maduro, con el fin de evitar una escalada de la tensión en unas relaciones que se encuentran muy deterioradas desde el punto de vista político. Esta vez, sin embargo, sí decidieron dar una rápida réplica al presidente venezolano después de que mandara a las Cortes españolas a «opinar de su madre», acusara a Rajoy de racista y de estar detrás de supuestas maniobras contra Venezuela y amenazara a España con «respuestas integrales».
Convocado con carácter urgente, a mediodía de ayer, el embajador fue recibido en la sede de Exteriores por el director general de Iberoamérica, Pablo Gómez-Olea, en ausencia del ministro y del secretario de Estado para Iberoamérica, que estaban de viaje. Fue un encuentro muy formal y más breve de lo que suele ser habitual en este tipo de citas, ya que duró apenas cinco minutos.
En ese tiempo, el funcionario español trasladó a Isea el «malestar y rechazo» del Ejecutivo ante los insultos y amenazas de Maduro, que tachó de «intolerables», y le advirtió de que «este tipo de declaraciones e insultos no contribuyen a un mínimo entendimiento entre dos gobiernos que representan a dos pueblos unidos históricamente por estrechos lazos», según una nota difundida por la Oficina de Información Diplomática.
El embajador toma nota
Además, recordó al embajador que las autoridades españolas siempre han sido y serán «respetuosas con la dignidad de las personas que ocupan cargos de gobierno» en Venezuela. El comunicado añade que Isea tomó nota de los mensajes recibidos y prometió trasladarlos a las autoridades de su país, pero no hizo ningún comentario.
Las declaraciones insultantes de Maduro se conocieron en el Congreso durante la comparecencia de Rajoy para informar del último Consejo Europeo. Las reacciones se sucedieron en los pasillos de la Cámara. El portavoz de Moncloa, José Luis Ayllón, tachó de «absolutamente fuera de lugar» las palabras del presidente de Venezuela, y recordó que el Parlamento español lo único que hizo el día anterior fue atender a los problemas que preocupan a la gente, dentro y fuera de España, y «defender la libertad y la pluralidad en las democracias». El Gobierno dejó ahí su respuesta política y actuó desde el punto de vista diplomático a través del Ministerio de Asuntos Exteriores, pero sin entrar en una espiral mayor de acusaciones y reproches contra el régimen de Maduro. De hecho, los ministros evitaron valorar el ataque del presidente venezolano.
El Gobierno de Rajoy contó con el apoyo del principal partido de la oposición, a través de su portavoz de Asuntos Exteriores, la exministra Trinidad Jiménez. En declaraciones en los pasillos del Congreso, Jiménez expresó su apoyo a la decisión del Gobierno de plantear una protesta ante el embajador venezolano por las palabras de Maduro. La exministra de Zapatero subrayó que el PSOE «siempre» ha respetado a los distintos Gobiernos y presidentes, los venezolanos incluidos, y que lo que hizo el martes pasado, con el texto aprobado en el Congreso, fue «simplemente» un llamamiento para que los políticos que han sido «injustamente encarcelados» sean «liberados y se les haga en todo caso un proceso justo».
«El PSOE apela al diálogo»
Trinidad Jiménez explicó que el PSOE también apela «al diálogo para que se resuelva pacíficamente cualquier tipo de enfrentamiento y conflicto» y advirtió de que las declaraciones de Maduro «no ayudan ni añaden absolutamente nada» para poder lograr ese objetivo.
El presidente del Congreso, Jesús Posada, también se refirió a los insultos del mandatario venezolano, que centró parte de sus críticas en los parlamentarios españoles por debatir sobre Venezuela y aprobar con una mayoría abrumadora una iniciativa contra la represión política en aquel país. Posada mantuvo la misma línea, moderada en la forma, en su respuesta, sin ponerse al nivel mostrado por Maduro. En declaraciones a ABC, el presidente de las Cortes comentó que «Maduro está re-